«Consulta popular por decreto: 24 organizaciones le pedimos al Gobierno que se abstenga», así se titula el comunicado que, a continuación, procederé a responder.
¿Quién soy yo para responder un comunicado de 24 ONGs reconocidas, con trayectoria y biempensantes? Pues una igualada, pero qué le hacemos…
He tenido buenos trabajos, malos trabajos, trabajos de mierda, he cumplido horario, también me lo he saltado, he padecido el desempleo; sé qué significa ser contratista y tener hasta tres trabajos para ahorrar en el periodo de “estoy sin contrato”. Pienso que eso me da algo de legitimidad para responder el comunicado.
Desde hace unos años vengo reflexionando sobre el trabajo, me cualifico para poder decir que estoy cansada de trabajar, que me siento quemada, que no me imagino tener que hacerlo por 20 años más para cumplir la edad de pensión. La Reforma no soluciona las cosas de fondo, pero significa un reconocimiento a la clase trabajadora, a la importancia del descanso, a parar.
El comunicado habla de la Constitución, del Estado Social de Derecho, de la legalidad, la participación, de la justicia y, en términos generales, insiste y reitera que si el Presidente decreta la consulta popular, se va a volver un tirano, sin importar que lo haga con buenas intenciones, luego, en un apartado cortico le hace un tímido llamado de atención al Congreso para que no haga trampa y ni siquiera insinúa el rol tendencioso de las altas cortes.
Tengo sentimientos encontrados, me pregunto qué se debe sentir vivir en ese mundo tan desconectado de la realidad, un mundo ideal como el que cantaban Jazmin y Aladino, así, igual de planito y soso que la canción. El comunicado me hizo reflexionar sobre si me gustaría estar así de ida de la realidad o si prefiero esta vida de proletaria que me enseñó a estar alerta y en la juega. La respuesta es obvia.
Parece que los autores del comunicado replican, sin mayor elaboración, eso de que Colombia es la democracia más antigua del continente, porque desconocen, por ejemplo, que, aunque el gobierno ha impulsado en el legislativo siete grandes proyectos, solamente uno, la reforma pensional, fue aprobada. Las demás han sido hundidas, no como resultado de un debate de ideas, sino por causa de intereses económicos y políticos y con uno que otro argumento mediocre o en algunos casos, con una exposición decentemente preparada por un lobbysta, porque así es como funciona el Congreso. El rol del poder judicial, en muchos casos se asemeja más a una leyenda urbana, y con él, la separación de poderes: decreto que sale, decreto que tumban. Nunca antes las Cortes habían sido tan eficientes.
Por supuesto, las ONGs firmantes son expertas en derecho, hacen litigios internacionales, son unas duras en incidencia jurídica, pero se quedan cortas a la hora de hacer una lectura de coyuntura, pues parece hecha desde el deseo del deber ser y no desde un principio de realidad. El comunicado invoca y defiende lo más procedimental de la democracia liberal, en un contexto en el que la clase política y la oligarquía se la pasan por la faja. Claro que no se trata de hacer lo mismo, sino que la historia pone de manifiesto que a esa democracia toca refrescarla con una dosis de soberanía popular.
En un mundo ideal prima el bien común; no hay conflicto porque es superado por el consenso; la vida y la Ley V son sagradas; las leyes son el resultado de debates marcados por la racionalidad; las cortes están en función de proteger a la ciudadanía con los derechos existentes, con mejores derechos y nuevos derechos. Pero este no es el palacio gobernado por Jazmín y Aladino.
La Consulta Popular por decreto enriquece la democracia, porque genera tensiones, porque se dinamiza el tablero político, la participación se vuelve un hecho real, más allá de las elecciones y la movilización social. La democracia deja de ser solo procedimiento y se traduce en movimiento, un movimiento en el que nos preguntemos si queremos seguir jodid_s o queremos probar una gotica de dignidad. Eso es lo que necesita el país en este momento, no un pacto entre caballeros, un pacto de élites que es como ha funcionado históricamente el país, en el que se acuerde si nos van a seguir explotando igual o peor, porque ya conocemos los resultados de este tipo de acuerdos.
Como soy una igualada, invito a las 24 ONGs que firmaron el comunicado, a que no le tengan miedo a la democracia viva. No pidan mesura, eso es lo que siempre nos pide la oligarquía y la casta política. Que el pueblo calladito y quietico se ve más bonito. Mesura, sí, mientras nos despojan de todo, no caigan en ese juego. La democracia debe ser radicalizada y profundizada. Los códigos de la democracia liberal hecha a la talla de la clase política tramposa deben ser cuestionados. La democracia también debe ser protagonizada por el campesinado, los rusos, por quienes venimos desde abajo y estamos cansadas de vivir para trabajar.
Posdata 1: aprovecho para invitarles a qué revisen las condiciones laborales de sus contratistas y las convocatorias laborales que hacen, a lo bien.
Posdata 2: patear la lonchera es mi pasión.
Posdata 3: ojalá cuando me toque pasar la HV, los sueldos sean un poquito mejores y no estén tan explotadores.