Esta semana en un colegio distrital del sur de Bogotá tuve la posibilidad de hablar con los chicxs de 11 grado sobre el conflicto social y armado que pretende acabar el país, me llamó bastante la atención la participación de una estudiante, quien mencionaba la dificultad por comprender cómo Álvaro Uribe en su gobierno sostenía una relación política tan arraigada con la familia Santos (Pachito y Juanma) y ahora se presentan como los peores enemigos mediáticamente.
Pensando en esta joven aquí van los 5 tips para entender que una relación de amistad está o no atravesando una irreconciliable crisis.
1. Te afectan sus publicaciones en redes sociales.
Durante los últimos cuatro años, en los que se han desarrollado los Acuerdos en La Habana fue protagonista la voz de Álvaro Uribe sin haber participado en las discusiones.
La primera razón la que él fue tan importante, responde al poder ejercido sobre los medios de difusión que dieron prioridad a personajes individuales que a los mismos actores, por ejemplo la insurgencia.
Ahora bien, si Uribe no participó en las discusiones de La Habana haciéndose a un lado bajo la falsa oposición política, demostró que en Colombia a la fecha solo se le ha garantizado la participación política a la ultraderecha.
2. Te cambian rápidamente por otros iguales o peores a ti.
Durante los ocho años del mandato de Juan Manuel Santos el expresidente Uribe se ha puesto como tarea posicionar electoralmente alianzas estratégicas que permitan garantizar su influencia y seguridad a nivel político.
Para ello vale la pena recordar cómo suscribió lista cerrada para candidatos al Senado o el apoyo ante la campaña de Zuluaga Presidente.
Resulta interesante evidenciar la poca importancia por el partido político, de este modo surgen nombres como Partido de la U, Centro Democrático o resistencia civil; tres nombres distintos que ubican históricamente a un mismo personaje, reflejando que al expresidente le importa más, no perder el poder que cambiar de partido, medio y modo de accionar.
3. Se generan chismes sobre lo que haces
Desde el inicio de los Acuerdos en La Habana entre las FARC-EP y el Estado colombiano se ha gestado una serie de rumores que poco ayudan a la construcción de paz, entre ellos la entrega de Colombia al Castro-Chavismo, los supuestos beneficios económicos a cada guerrillero y demás actos que encabezan la campaña del no.
Pero ojo no se deje engañar que aquí la pelea no es por la forma de gobernar, por la pobreza, falta de empleo, vivienda, educación o salud en Colombia. La disputa es por no continuar la violencia como extermino de la insurgencia.
Me pregunto sanamente por la autoridad ética del ex presidente para hablar en contra de la impunidad, si a la fecha no se esclarecen las masacres presentadas durante sus mandatos, las comunidades afectadas por intensificar la guerra, ni se admiten los múltiples delitos cometidos desde las instituciones militares y ni hablar de los paramilitares.
4. No escuchan razones.
Si algo asusta del uribismo es que no se escuchan, leen o reciben argumentos.
Simplemente aquellas cosas que no responden a sus intereses políticos son rápidamente estigmatizadas; es la razón por la cual no participaron de lo acordado en La Habana, donde se difundió la invitación a la mesa por parte de Juan Manuel Santos como de Timoleón Jiménez.
Entonces porque no preguntarse si no quiso participar el Centro Democrático en La Habana ahora por qué critican lo acordado, respetuosamente puede compararse con los sectores que quieren que acabe la guerra pero se abstienen a votar.
5. Al final dirás: “no era un amigo de verdad”.
En el recorrido presentado hasta el momento es evidente que la relación no radica en amistad, es una disputa de intereses.
Para Uribe bastante importante aliarse con una familia que ha conservado el poder por generaciones y en Santos fue un apoyo a su carrera política.
De esta manera el próximo 2 de octubre no puede representar la división Santos- Uribe, debe evidenciar un pueblo autónomo que decide si acaba con los enfrentamientos armados de medio siglo (o más) y le garantiza a Colombia la esperanza de eliminar las desigualdades a través de mecanismos no violentos.
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Karen Rojas. Integrante de la REVISTA HEKATOMBE.