El progresismo sigue avanzando en la región con la victoria electoral de Boric en Chile, Petro en Colombia y Lula en Brasil. De esta forma, se fortalece el horizonte de integración económica, social y ambiental, por lo menos a nivel Suramérica.
se fortalece el horizonte de integración económica, social y ambiental, por lo menos a nivel Suramérica.
A nivel nacional, en Chile y Colombia, con la presión mediática y política de las élites, se empieza a moderar el discurso y las medidas de justicia social, así como el discurso a favor de la libertad para las personas presas tras las protestas que, precisamente, abrieron el camino inmediato para la elección de esos mismos gobiernos.
se empieza a moderar el discurso y las medidas de justicia social, así como el discurso a favor de la libertad para las personas presas tras las protestas que, precisamente, abrieron el camino inmediato para la elección de esos mismos gobiernos.
En Brasil tampoco parece fácil el terreno y se advierte también un escenario de mayor moderación en las medidas con respecto a lo logrado en los gobiernos pasados del Partido de los Trabajadores, ante una derecha radicalizada que cobra más y más fuerza, y unas alianzas con sectores tradicionales que se realizaron para procurar mayor márgen de gobernabilidad.
La pregunta que queda en el aire es: ¿Celebrar la moderación al considerarla como la única posibilidad, mientras las élites radicalizan los discursos de derecha?, o, por el contrario, de lo que se trataría es de empujar y presionar, como bases sociales, para exigir que por lo menos los gobiernos progresistas logren cumplir con los programas con los que fueron elegidos.
Lo cierto es que, luego del corto tiempo transcurrido, el poder económico viene posicionando la idea según la cual, la responsabilidad de la actual crisis económica recae en las tímidas apuestas redistributivas de los gobiernos progresistas.
