Fajardo: el idiota útil de los mismos con las mismas

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Hay días en política que condensan años y años en los que no pasa nada. El domingo 27 de mayo del 2018 será decisivo para los próximos 4 años de Colombia. No es la misma Colombia con Duque como presidente a la Colombia de Vargas Lleras o la Colombia de Petro. La política seguirá siendo nuestra arma independientemente del futuro.

En el peor futuro posible – y la palabra clave es posible – los resultados de las elecciones del próximo domingo serán Duque y Vargas lleras en segunda vuelta – los mismos con las mismas – Petro detrás de ellos a poca distancia y al fondo Sergio fajardo por encima de Humberto de la Calle.

Ese futuro posible se empezó a cocinar en el momento en que Claudia López, Jorge Enrique Robledo y Sergio Fajardo concretaron su Coalición Colombia y su efectiva pero superficial formula de venderse como los luchadores contra la corrupción y la anti polarización, la formula Macron lo bautizaron en la Silla Vacía. Hoy Macron está profundizando el neoliberalismo en Francia.

La fórmula terminó de cocerse cuando Sergio Fajardo obligó a Claudia López (la mejor “presidenciable” entre esos dos hombres) a que declinara su aspiración presidencial y le entregara su Alianza Verde igual como lo hizo con Jorge Enrique Robledo y su Polo Democrático para que Fajardo fuera presidente.

Humberto de la Calle le propuso a Fajardo después de ganar la consulta del Partido Liberal en noviembre pasado que compitieran en la consulta del 11 de marzo por la candidatura única de los sectores pro-vida y pro-paz. Fajardo dijo que no. Petro, acto seguido, le propuso lo mismo, en el momento en que Fajardo punteaba en las encuestas y era posible que él ganara la consulta, pero Fajardo dijo que no. La propuesta era un acuerdo programático, Petro estaba dispuesto a ceder en parte de sus propuestas de cambio estructural con tal de unificar a todos los sectores que no quieren que Uribe o Vargas Lleras se hagan con el gobierno nacional. A Fajardo no le importo.

¿La razón? Nada que ver con el miedo que supuestamente despierta Petro y que las encuestas, las plazas y los votos desmienten, o el hecho de que Humberto sea el candidato del Partido Liberal – los mismos con las mismas – ¿la razón? Fajardo no es un líder popular como Petro o un tipo del establecimiento inteligente con experiencia como de la Calle, Fajardo no tiene confianza de los votos que sacara el próximo domingo, su última elección fue a la gobernación de Antioquia en donde competía contra el uribismo a diferencia de Petro que saco en marzo casi 3 millones de votos o de la Calle que en teoría tiene el apoyo de la maquinaria liberal (para profundizar en eso léanme en “Mis cuentas alegres”).

Jugar a la anti polarización en uno de los países más desiguales del mundo es una canallada que le hace el juego al uribismo Vargas Llerista. Atacar a “los polarizadores” por señalar lo inocultable como los habitantes de la calle comiendo basura, el desangre del sistema de salud por las vampiras eps o el hecho de que una minoría de la juventud en el país entra a la universidad es lo mismo que negar la pobreza y hablar de banalidades como “Colombia es linda, Colombia es bella” solo por un cálculo electorero que les va a salir – nos va a salir – muy mal.

Que el autodenominado centro diga que luchará contra la corrupción para mí no es suficiente. Es afirmar lo mínimo y es que no van a robar ni a comprar voluntades. Yo necesito más para sentirme en un país decente.

El autodenominado centro es la nueva derecha en Colombia. Esa que es consciente de los crímenes del uribismo pero que al tiempo creen que los problemas políticos de Colombia son de forma y no de fondo. Que es suficiente con repetir que “con educación todo se puede” pero no tienen ni idea de cuáles son las motivaciones para que Fecode haga un paro de profesores, la que cree que es suficiente con agitar su título de doctorado para convencer que será “un presidente profesor” pero no cree necesario construir un sistema de educación gratuita en el país, sino que es suficiente con terminar con el programa Ser Pilo Paga y “dedicar cada peso que le quiten a la corrupción a la educación”.

Esa nueva derecha que se queda callada frente a sus responsabilidades en Hidrohituango o le hace el feo a la Colombia indígena, negra y mestiza víctima de la violencia. Esa nueva derecha que se alegra de no ser amenazada en Colombia responsabilizando a las víctimas de lo que les ocurre.

Esa nueva derecha no tiene la capacidad de aceptar sus motivaciones ideológicas, y sincerarse con sus “votantes cautivos” pero no le da asco capitalizar el conservatismo enraizado en el sentido común de la sociedad colombiana. Esa gente que detesta la polarización y que esta mamada de las peleas y el ego de Petro ignorando el de Uribe, Fajardo o Vargas Lleras. Esa gente que le parece excelente la propuesta de superar la economía del petróleo y el carbón siempre y cuando lo digan Fajardo o de la Calle pero no cuando lo señaló Petro hace meses, esa gente que cree que Petro no es buen gerente pero que votó por Peñalosa y hoy apoya su revocatoria. Si, esa gente…

La polarización de los anti polarización es evidente. Este fin de semana se hizo famoso Sergio Fernández – coordinador de juventudes de la campaña de Fajardo y ex candidato a la cámara por Bogotá del Polo – al agredir violentamente a la iniciativa “El País Primero” acusándoles de petristas (pillen estos trinos), cuando lo único que están señalando es la necesidad de cerrar filas en una eventual segunda vuelta en donde toque enfrentar a Duque o Vargas lleras.

Dicen quienes hoy apoyan a Fajardo que lo hacen entre otras cosas porque es el único que le gana a todos los demás en segunda vuelta según las encuestas. Al parecer no se entiende que para ganar en segunda vuelta se debe superar la primera, y si eso no fuera suficiente no entiendo cómo no les queda claro que Fajardo le ganaría en segunda vuelta a Duque y Vargas Lleras, precisamente porque quienes hoy vamos a votar por Petro en primera preferimos la derecha light de Fajardo antes que el neofascismo de Duque o la corrupción clientelista de Vargas Lleras.

El problema no es la gente que votará por Fajardo y Claudia López en primera, cada quien vota por quien quiera, el problema es que Sergio y Claudia serán los responsables del regreso del uribismo recargado con el Vargas Llerismo al priorizar sus intereses personales y su radicalismo ideológico sobre el futuro del país.

En un universo paralelo Sergio, Gustavo y de la Calle compitieron en la consulta del 11 de marzo y toda la gente que hoy repartirá su voto entre esos tres estaría votando el domingo por la candidatura única que la haría frente al pasado. No estamos en ese universo.

Hay otro futuro posible que se hará más claro si Fajardo y de la Calle se vuelcan hoy a apoyar a Petro y es una segunda vuelta en donde Petro enfrente a Duque o Vargas Lleras. Un futuro posible que no debería ser un acuerdo de líderes políticos sino – como insistió Petro hace meses – un acuerdo programático en donde se concilie un país en donde quepamos todos. Ese futuro posible demostraría que Fajardo y de la Calle les importa el país, por ahora están demostrando todo lo contrario.

*Nota editorial: las opiniones expresadas por el columnista no representan el medio.

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Shameel Thahir Silva | @ShameelThahir | Amigo de la casa Hekatombe.
Politólogo y Magíster en Estudios Políticos Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Colombia. Ciclista urbano. Enamorado de Bogotá y con ganas de servirle a su gente. Preocupado por un país en donde quepamos todxs.

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