Y regalé pedacitos de corazón.
Los repartí por latitudes
Los di en forma de abrazos, besos y puñetazos
Pero ningún pedazo tan grande
Como el que te di a ti…
Esa gran porción, solo comparable con el que dejé en mi barrio, en mi montaña, en mi terruño…
Esa gran porción te la doy con todo mí ser
Aunque ni sepas quien soy;
Basta con sentir tu piel para dártelo
Ya es cuestión tuya como lo utilices, que hagas con él,
Puedes tirarlo al mar y que fluya transparentemente en la unidad que este forja
Sembrarlo en tierra fértil y que germine
O simplemente que lo quemes y consumarlo en lo que fue
Y nunca más será
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Hernán Ricardo Murcia. Integrante de la REVISTA HEKATOMBE.
