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Revista Hekatombe se autogestiona

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La autogestión es una forma colectiva de producir. Su objetivo no es la acumulación de riqueza y la explotación de otras personas, sino la construcción de las garantías de existencia básicas. Sus valores son el apoyo mutuo y la solidaridad antes que la competencia ciega y el egoísmo.

En Revista Hekatombe elegimos el camino de la autogestión para garantizar nuestro funcionamiento, y poder ser fieles a nuestros principios de ovejas negras. Cuando alguna de las personas que nos leen adquiere uno de los artículos que hacemos, está dando un respaldo directo a nuestra existencia como medio alternativo de comunicación.

En este momento contamos con hekaretablos, agenditas, tulas y cuadernos. Pillen para que se antojen, encuentran por cuánto sale cada cosa. Si les interesa algo pueden escribirnos un mensaje interno a nuestro Facebook, Twitter o Instagram. Siga sin compromiso.

Hekaretablos

Arrancamos vendiendo los HekaRetablos, son grandecitos, resistentes y bien bonitos. Tienen base de madera, miden 35 x 50 cm y valen $38.000 pesos sin incluir el costo de envío.

Estos son: 

Esto tiene solución

Si eres una persona graciosa, aguda, llena de esperanza y te pillas las jugaditas sucias del gobierno, debes tener este retablo en tu pared. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Llena tus paredes de un estilo calle y elegante.

La Pola rebelde

 Si crees en la independencia real, te trama el espionaje y entiendes los múltiples significados de «Pola», así es, necesitas este retablo. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

All power to the people

 Si crees que el poder no debe ser para unos pocos, sino pa’l pueblo, y además tienes mucho estilo, este retablo tiene que estar en tu casa. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

La lucha es larga, comencemos ya

¿Eres de esas personas que creen que para que el amor al prójimo sea eficaz, también tiene que buscar el cambio social? Si es así, pez, comprate este retablo. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Mi patria es el mundo entero

 Si amas la bici y además no copeas de fronteras, ni xenofobias, necesitas este retablo en la cabecera de tu cama. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Pelea como Rosa

Si te apasiona romper cadenas y la política, si te paras reduro contra fachos y traidores de clase, la Rosa maravillosa debe estar en tu casa. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Si no puedo bailar no es mi revolución

La gran Emma Goldman tenía las claridades: organización, formación y obvea, la farra. Si compartes esta filosofía de vida, este retablo fue hecho para ti. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Siempre nea

Si sientes orgullo por ser una nea y no gente de bien, este retablo es para ti. Venta por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera. Llena tus paredes de un estilo calle y elegante.

Los siete principios de los pueblos zapatistas

Si crees que los liderazgos deben ser colectivos y te emberraca el autoritarismo venga de donde venga, y cuando piensas en viajes lo primero que te imaginas son las zonas zapatistas de Chiapas, este hekaretablo es para ti. Sale por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Ahora que estamos juntas

Si tienes claro que la policía no nos cuida, pues quienes nos cuidan son nuestras amigas, sales a marchar cada 8 de marzo, 25 de noviembre y lo quemas todo cuando hay un hecho de violencia machista, este hekaretablo es para ti. Sale por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Paulo Freire

Si crees que la educación es fundamental en el camino de la liberación, le escupes a la educación bancaria y autoritaria, este retablo es para tí. Sale por 38 lks y no incluye costo de envío. Mide 35 x 50 cms. Base de madera.

Tulas Hekatombe

Para no encartarse con esas bolsas enormes y siempre tener estilo, hasta para ir a la tienda, llegan las Tulas Hekatombe, pillen tan bonitas:

No me azare

Si eres una de esas personas que son rayadas y ama a los perritus, gaticus y no copias de opiniones del papa, necesitas esta tula en tu vida. La puedes llevar por tan solo 23 lks, no incluye el costo de envío. Mide 37 x 40 cms aprox.

Si eres una de esas personas que no se deja de nada, ni de nadie, y siempre andas con estilo y flow, necesitas esta tula. La puedes llevar por tan solo 23 lks, no incluye el costo de envío. Mide 37 x 40 cms aprox.

Indomestikable

Si eres una de esas personas que no se deja domesticar de nada, ni de nadie, esta tula es para ti. La puedes llevar por tan solo 23 lks, no incluye el costo de envío. Mide 37 x 40 cms aprox.

Recuerden que para adquirirlos nos pueden escribir por nuestras redes sociales y que nos apoyan con nuestra existencia como medio alternativo de comunicación.

Carta abierta al Congreso: nos preocupa la Reforma Tributaria

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Como parece que el gobierno no tiene ni idea de las necesidades del país y tampoco le interesa solucionarlas (por eso propone IVA a los servicios públicos, a la canasta básica familiar y subsidios miserables), se nos ocurrió enviarle esta carta a las y los congresistas, para que no tengan pierde y sepan que nos preocupa la reforma tributaria y tenemos los ojos puesta sobre ella.

Les proponemos a ustedes que también la firmen, que la rotemos en todo lado. Queremos llegar a 10.000, 100.000 firmas, muchas firmas, para que allá en el Congreso sepan que hay un montón de gente que no va a aceptar que nos dejen más mal de lo que estamos.

Parafraseando a Yu-gi-Oh! “¡Vamos a firmar!”

Carta abierta al Congreso: nos preocupa la Reforma Tributaria

Señoras y señores

Congresistas de la República de Colombia

Las y los abajo firmantes nos dirigimos a ustedes para manifestarles nuestra preocupación por la reforma tributaria radicada por el gobierno nacional, pues claramente demuestra estar completamente desconectada de la realidad del país al buscar asignar a la ciudadanía de a pie la carga tributaria que le corresponde a grandes banqueros, empresarios y terratenientes.

Nos preocupa que esta desconexión con el país se vea reflejada en el Congreso de la República al ser aprobada la reforma tributaria presentada por el gobierno nacional, ya sea con algunos cambios secundarios o tal cual fue radicada. Por eso las y los abajo firmantes nos dirigimos a ustedes, para informarles cuáles son algunas de las medidas que consideramos prioritarias y ustedes tengan claro qué deben proponer y aprobar en los debates de los próximos días:

– Necesitamos renta básica de verdad, no subsidios hiperfocalizados y miserabilistas.
– Los alimentos saludables de la canasta básica familiar deben estar libres de IVA.
– No más inversión en dotación de armas para la fuerza pública.
– No más aumento de salario para las y los congresistas.
– Evaluar y gravar de forma justa los beneficios fiscales de las grandes empresas y de la banca.
– Son urgentes los subsidios a las Mypimes ya sea que estén formalizadas o no.
– Carga tributaria acorde a las grandes fortunas de los ricos y superricos.

Decimos esto porque sabemos que existen otras formas para tapar el hueco fiscal resultado de la no muy buena administración de los recursos del país, por ejemplo, con medidas como impuestos a las bebidas azucaradas, o a las iglesias, entre otros.

También queremos que sepan, que las personas abajo firmantes estaremos muy pendientes de los debates en comisiones, en plenaria, de las proposiciones que presenten, de sus argumentos para defender o no las medidas propuestas por el gobierno y procuraremos darlas a conocer a nuestras familias y amigos, para que tengan presente esta información a la hora de votar en las próximas elecciones, cumpliendo nuestro deber democrático como ciudadanos y ciudadanas.

Cordialmente,

Firme aquí.

Gracias por la firma y el enlace para rotar con las amistades para invitarlas a que firmen es este: https://forms.gle/kc5yzrhPA7pbQzeY6

La mega cárcel de Bukele: una oportunidad para preguntarse por la prisión y su ideología

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El medio de comunicación salvadoreño El Faro ha documentado extensamente la serie de negociaciones bajo la mesa que ha establecido el gobierno de Bukele con las pandillas de El Salvador, que incluyen la baja en homicidios a cambio de votos, la no extradición o tratos preferenciales a las dirigencias de las maras. 

El discurso público de mano dura ha alcanzado tal grado de performatividad que se vio coronado con la construcción de una mega cárcel y la producción de imágenes de tratos duros a delincuentes

Los acuerdos en realidad no sorprenden, esta es una práctica frecuente tanto en El Salvador como en otras latitudes, lo realmente cuestionable es la contradicción entre el discurso público de guerra contra las pandillas, y los beneficios privados que han sido otorgados.

El discurso público de mano dura ha alcanzado tal grado de performatividad que se vio coronado con la construcción de una mega cárcel y la producción de imágenes de tratos duros a delincuentes, imágenes que han sido eficaces para reforzar la gran popularidad con la que ya cuenta el presidente-influencer. 

La mega cárcel, que puede retener a 40.000 privados de la libertad, fue elogiada por diversos sectores políticos y sociales, y criticada por organizaciones de derechos humanos. Se logró construir en el marco de un régimen de excepcionalidad que le ha permitido al gobierno mayor concentración de poder, pero también, de un régimen de opinión que celebra la existencia de resultados concretos en la reducción de homicidios, así se den en medio de prácticas autoritarias en las que, como se ha venido denunciando, han caído también “justos por pecadores”, personas empobrecidas cuyo delito es ese, ser pobres. 

un régimen de opinión que celebra la existencia de resultados concretos en la reducción de homicidios, así se den en medio de prácticas autoritarias

La imagen de la mega cárcel vino a ser un deleite para los sectores conservadores que tradicionalmente defienden la privación de la libertad como la mejor forma de tratar el delito. El criminólogo Ignacio González Sánchez dice que la cárcel es muy útil, ya que presenta una respuesta que lleva a descartar las preguntas. La cárcel viene a ser la solución, una solución que deja de lado la pregunta social sobre el delito. 

Pero cuando se impugna la respuesta, de inmediato, emergen las preguntas: ¿Cuál es el efecto real de la cárcel? ¿Cuál es su función? ¿Qué es la cárcel? En el sentido común, lo carcelario viene a cumplir la función básica de integrar en la moral y la norma a quienes han estado ajenos a la moral y la norma. Pero cuando se piensa con mayor detenimiento, la cultura del delito cuenta en efecto con reglas y valores. Esta cultura es sumamente jerárquica, autoritaria, y se organiza en torno a la imagen del macho que todo lo puede. Sus valores son la versión extrema de los valores dominantes, y se orientan en el consumo, la propiedad y la fuerza como expresión de estatus social. 

¿En el capitalismo y el patriarcado, el estatus social no está mediado también por la capacidad de consumo, la acumulación de propiedades y la capacidad para subordinar a otras personas? ¿Acaso la cultura dominante no cuenta también con sus versiones de autoritarismo y jerarquía? En ese sentido ¿Qué tan diferente es la cultura del delito común de la cultura dominante?

Sus valores son la versión extrema de los valores dominantes, y se orientan en el consumo, la propiedad y la fuerza como expresión de estatus social.

Entonces ¿Qué de la cultura global y de la sociedad de consumo hay en la cultura del delito? ¿Y qué hay de las culturas de cada contexto? Pero también, ¿cómo impacta la estructura de exclusión, pobreza y marginación así como la configuración del tejido comunitario en el delito? ¿Qué pasa socialmente para que jóvenes de sectores subalternizados construyan sus modos de identificación en grupos de identidad exaltada como lo son las pandillas? ¿Cuál es el contexto familiar, con qué herramientas psicosociales cuentan? Cuando se reflexiona sobre esas preguntas formuladas desde distintos ámbitos académicos y organizativos, la cárcel como única respuesta se torna insuficiente, ya que se da paso a la interrogación en torno a lo estructural, sobre cómo a nivel estructural se habilita el espacio para que se produzca el delito, por lo menos en su versión común.

Por supuesto, en la cárcel residen privados de la libertad por diversos tipos de delito, pero ¿Qué tanto hacen las sociedades a la hora de buscar o construir medidas frente al delito que vayan más allá de lo represivo? Para el criminólogo finlandés Tapio Lappi-Seppälä existe una correlación entre la legitimidad institucional, la solidaridad social, las formas de inclusión y las penas alternativas con la reducción de delitos y encarcelamientos. 

Para el criminólogo finlandés Tapio Lappi-Seppälä existe una correlación entre la legitimidad institucional, la solidaridad social, las formas de inclusión y las penas alternativas con la reducción de delitos y encarcelamientos. 

El profesor Ignacio González y el investigador Alejandro Forero recuerdan que la cárcel se generalizó casi de la mano del capitalismo industrial. Ya fuera como mecanismo de expulsión o dispositivo de control y castigo de la creciente mano de obra y de quienes se negaban a vender su fuerza de trabajo en las nuevas condiciones de fines del siglo XVIII y del siglo XIX, o como espacio de defensa frente a “antisociales” que iban desde delincuentes comunes hasta disidentes políticos; el carácter “resocializador” del centro de reclusión solo llegó hasta años después. 

Luego la crisis carcelaria de las décadas de los 70s y los 80s del siglo XX en distintos países del norte global, puso de manifiesto que en realidad no estaba teniendo lugar esa “resocialización” ya que las dinámicas de la cultura del delito eran llevadas al espacio carcelario, y este a su vez construía nuevas dinámicas de cultura del delito. Fue este el contexto de la emergencia de nuevas modalidades de pena que iban más allá del encarcelamiento, mientras se desarrollaba el proceso judicial. 

La concepción de la persona privada de la libertad como un ser monstruoso y antisocial —herencia de la antropología criminal de fines del siglo XIX y principios del XX—, sigue pesando sobre el sentido común que identifica en la cárcel la solución más eficiente.

La cárcel, como espacio para ocultar lo indeseable, esconde lo monstruoso, o lo que la sociedad considera monstruoso. Es el ámbito en el que se refuerza exponencialmente la cultura de la violación, esa que hace del cuerpo del otro un objeto a poseer; la cultura machista en la que solo sobrevive el “macho fuerte”, y se impone la competencia a las formas de solidaridad que son casi estrictamente grupales; se fortalecen las formas de trampa y “viveza” como medios casi exclusivos para adquirir más beneficios; y de la transacción y el poder de influencia por encima de todo para conseguir lo que se quiere. En últimas, lo carcelario es el ámbito de los valores culturales básicos propios del capitalismo y el patriarcado, que en la sociedad sólo son restringidos parcialmente por algunas reglas que sirven de contención, pero que son constantemente tensionadas en la calle y en otras instituciones de control. 

En últimas, lo carcelario es el ámbito de los valores culturales básicos propios del capitalismo y el patriarcado, que en la sociedad sólo son restringidos parcialmente por algunas reglas que sirven de contención, pero que son constantemente tensionadas en la calle y en otras instituciones de control. 

La cárcel busca ocultar lo monstruoso, cuando lo monstruoso se produce y reproduce permanentemente en nuestras sociedades. Como dice Angela Davis: “Éste es el trabajo ideológico que realiza la prisión: nos exime de la responsabilidad de comprometernos seriamente con los problemas de nuestra sociedad”.

La cárcel es un problema complejo, cargado de contradicciones y puntos grises, no una solución, es un problema que permite evadir reflexiones serias y suprimir la necesidad de imaginar socialmente alternativas estructurales e inmediatas que piensen en el largo plazo y no solo en el eficientismo cortoplacista de la mano dura y el paradójico confort del discurso autoritario. El encarcelamiento como sentido común viene a ser excusa perfecta para no hacerse cargo de las preguntas que incomodan. Ya lo decía La Polla Records: dime, dime, ¿para quién hicieron la cárcel? Porque el rico nunca entra y el pobre nunca sale.

Carolina Cruz no oscurezcas porque aclaras, ¿o sí?

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Carolina Cruz, presentadora colombiana de TV, volvió a dar su opinión y desató una ola de críticas sobre ella.  Tiene todo el derecho de expresar su punto de vista sobre algún tema, como cuando redujo la IVE (Interrupción voluntaria del embarazo) a un negocio macabro y paranoico de venta de partes de fetos, o esta vez que se concentró en el aspecto estético de una cuestión que está mucho más allá de un cuerpo feminizado con los estereotipos más regulares del mercado de la imagen personal. 

Por alguna razón Carolina consideró pertinente llamar “moda” a que algunas personas estén pidiendo citas médicas para comenzar el proceso de explantación de sus prótesis mamarias, moda que según ella, sería un simple efecto de un post viralizado.

Me refiero a un comentario que hizo en un programa de TV sobre el síndrome de ASIA —Autoinmune Syndrome Induced by Adjuvants—, específicamente, el causado por implantes mamarios. Este síndrome se identifica por un conjunto variable de síntomas (depresión, fatiga, insomnio, infecciones urinarias, entre otras) asociados al contacto con una sustancia extraña al cuerpo. Por alguna razón Carolina consideró pertinente llamar “moda” a que algunas personas estén pidiendo citas médicas para comenzar el proceso de explantación de sus prótesis mamarias, moda que según ella, sería un simple efecto de un post viralizado.

Particularmente, a la presentadora le preocupa que alguna mujer satanice los implantes de seno y se los retire. No hay que sacar de contexto este comentario, ella se refiere a casos en los que la depresión u otros síntomas posibles no disminuyan con la extracción de los implantes, como le ocurrió a cuatro de sus amigas, las cuales “cicatrizaron muy mal” y “siguieron con los mismos síntomas”.

El problema no es que, dé su opinión, tampoco sus implantes, ni la razón por la que se los puso, se los redujo y se los volvería a poner.

Esto lo dijo en un post aclaratorio para contestar a las críticas que le llovieron por la insensibilidad de sus expresiones. No obstante, en el post, Carolina se refirió a otros tipos de cuestiones oscureciendo las críticas que se le hicieron. El problema no es que, dé su opinión, tampoco sus implantes, ni la razón por la que se los puso, se los redujo y se los volvería a poner. La cuestión tampoco se resuelve si quienes la critican ven el video completo, o si las personas cercanas a ella no se curaron tras la explantación. Puntos irrelevantes que sólo oscurecen el problema de fondo.

Carolina, no oscurezcas porque aclaras, o sí, hazlo. Es más, de corazón te lo agradezco porque nos has permitido poner al frente la cuestión central a la que apuntan la mayoría de tus detractorxs. 

Pero esto ya lo sabíamos, lo que queda claro tras ver los videos de Carolina es la barbarie del mundo de los medios de comunicación y de la estandarización de la belleza.

Como en otras ocasiones lo que sorprende del comentario de Carolina es la forma en que reduce la cuestión, en este caso, sobreestimando el lugar que le da a las cuestiones estéticas —como convertir unos libros en un portacuchillos o recomendar un tratamiento para remover manchas de la cara sin tener información suficiente—. La cuestión es más preocupante porque se trata de una figura pública que viene construyendo una carrera mediática exitosa desde 1999. Pero esto ya lo sabíamos, lo que queda claro tras ver los videos de Carolina es la barbarie del mundo de los medios de comunicación y de la estandarización de la belleza. Un mundo del que la misma Carolina ha sido presa, según ella misma nos cuenta en el post explicativo al que ya me referí. En esa publicación afirma haberse puesto los implantes “por presión de la sociedad”, a pesar de tener busto, y por esa misma presión social haberse hecho una reducción y estar dispuesta en el futuro a más cirugías estéticas.

No es un problema de inteligencia o de educación, es un efecto de la violencia que modela los cuerpos, una violencia que seguramente sin querer Carolina reproduce cuando habla de heridas que “cicatrizaron muy mal”, de “cicatrices horribles”, cuando usa peyorativamente expresiones del tipo quedar “como un hombre”, “plana como una pared”. En concreto, una violencia que desde los feminismos hemos criticado por homogeneizar la vida, por negar la existencia de cuerpos diversos: que cicatrizan a su modo, que se parecen, quieren parecerse o no tuvieron más remedio que parecerse, por ejemplo, a cuerpos con pecho plano (que ni son exclusivos de sujetos masculinizados, ni estos tienen siempre esa característica). 

debes saber que el día que te canses de las reglas y miradas inquisidoras sobre tu cuerpo, el día que se agote toda la fuerza con que has sabido lidiar con ellas, o simplemente quieras redirigir esa energía hacia otros fines, las feministas de todas las cepas estaremos aquí con el único discurso que tenemos para ofrecer: el de la alianza entre cuerpos heterogéneos. 

Otra conocida modelo, Natalia París, intentó terciar en el debate apoyando a Carolina con una disparatada afirmación: “ese feminismo es una trampa para separarnos, para hacernos pelear”; qué poco entiende Natalia de feminismos, pero cuánto sabe de solidaridad; y de eso van nuestras luchas. Por lo anterior, Carolina —y Natalia también—, debes saber que el día que te canses de las reglas y miradas inquisidoras sobre tu cuerpo, el día que se agote toda la fuerza con que has sabido lidiar con ellas, o simplemente quieras redirigir esa energía hacia otros fines, las feministas de todas las cepas estaremos aquí con el único discurso que tenemos para ofrecer: el de la alianza entre cuerpos heterogéneos. 

Carolina, evitemos malentendidos. Los feminismos no nos separan, todo lo contrario. Esto queda bien recogido en las palabras de cierre de Teoría King Kong, libro de Virginie Despentes que te recomiendo:

“El feminismo es una revolución, no un reordenamiento de consignas de marketing, ni una ola de la promoción de la felación o del intercambio de parejas, ni tampoco una cuestión de aumentar el segundo sueldo. El feminismo es una aventura colectiva para las mujeres, pero también para los hombres y también para todos los demás. Una revolución que ya ha comenzado. Una visión del mundo, una opción”.

Giovana Suárez Ortiz Feminista. Su interés principal está en la historia del pensamiento latinoamericano femenino y sus luchas por las desigualdades en sistemas interseccionales. Estas reflexiones se vuelcan a la vida diaria como docente, amiga y activista. 

Defender la Ley 100 es criminal, perverso o ignorante. La reforma es necesaria y urgente

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Es muy probable que la persona que esté leyendo este texto haya sido atendida alguna vez por una Institución Prestadora de Salud (IPS), y que haya estado o esté suscrita como usuaria a una Empresa Promotora de Salud (EPS), entidad responsable de otorgar los servicios de salud, sean una consulta médica en la que receten acetaminofén, o bien, un servicio de alta complejidad como, por ejemplo, una quimioterapia. 

Sabemos de los largos desplazamientos a los que son obligadas las personas con menos recursos que deben trasladarse desde las periferias hasta los centros económicos en los que, muchas veces, se encuentran las clínicas especializadas; o de los tratos indignos o deshumanizantes que tienen que vivir millones de pacientes que se someten al actual sistema; se trata de un saber empìrico, de primera mano, que nos puede bastar para rechazar el actual régimen de salud,  pero no deja de ser importante que también conozcamos el engranaje millonario que hay tras las EPS.

El dinero que concentran las EPS y que intermedian entre la ciudadanía y las IPS es girado por la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud -ADRES-, que es un fondo público que concentra todos los aportes que hacemos al sistema ¡Incluyendo impuestos!, y gira los dineros correspondientes, según el número de usuarios, a las EPS. Son más de 75 billones de pesos anuales los que concentra la ADRES. 

Tanto dinero ha enriquecido a personajes como el hermano de Germán Vargas Lleras, Enrique Vargas Lleras, quien firmó contratos con el Grupo SaludCoop EPS —involucrada en gastos escandalosos que nada tenían que ver con la prestación del servicio y que fue liquidada por una quiebra del orden de los 3400 millones de pesos— y hoy hace parte de la junta directiva de la Nueva EPS. No es gratuito que Germán, como jefe de Cambio Radical, pactara con Fuad Char para declarar al partido como oposición al gobierno y hacer frente unido en contra de la reforma.

Durante el confinamiento decretado por la pandemia en el 2020, la ADRES probó que puede hacer el pago directo al 70% de las IPS en el régimen subsidiado y al 20% de las mismas en el contributivo. Medida de emergencia que fue necesaria precisamente porque las EPS retienen los pagos que las IPS facturan, lo que precariza la prestación de un buen servicio bajo la excusa de la auditoría.

Lo que pretende la reforma a la salud propuesta por el gobierno Petro es quitarle la intermediación financiera a las EPS de los recursos públicos que, precisamente por el ánimo de lucro, no llegan a tiempo a las IPS para que presten de manera efectiva el servicio y garanticen el derecho a la salud. Esa intermediación les ha permitido detentar un poder de mercado escandaloso que, pese a todo, tiene al día de hoy a 16 EPS en proceso de liquidación y 10 más bajo la vigilancia de la Supersalud.

El ánimo de lucro es palpable si le ha tocado hacer una fila eterna para reclamar un medicamento en una farmacia —de alguna IPS o a la que remite la EPS—, atendida por personal precarizado. En esos costos que se ahorran las intermediarias está el negocio a costa de la dignidad de la ciudadanía.

En mi familia hace unos años decidimos pagarle a mi abuela, de más de 80 años, un servicio de medicina prepagada que cuesta poco más de 600 mil pesos mensuales, ya que buscábamos evitar esperas de 3 meses o más para conseguir una cita con un geriatra, y esperábamos agilizar cualquier exámen que ella requiera. Es un privilegio del que no goza la mayoría de la población y del que, seguramente, tampoco gozan muchas de las personas que leen este texto. Es que es, literalmente, garantizar el acceso a la salud como mercancía según la capacidad de pago: es neoliberalismo puro y duro. 

Quienes defienden la Ley 100 de 1993, que es el marco legal del sistema de seguridad social en Colombia, señalan que se construyó en 30 años la cobertura universal del servicio de salud. Lo que es cierto. Hoy cualquier ciudadana está inscrita a una EPS sea del régimen contributivo o subsidiado. Los defensores también alegan que es un servicio eficiente ya que, hoy en día, cuesta por persona poco más de 250 dólares anuales.

En la discusión sobre las bondades de la Ley 100 se obvia que en un principio no reconocía la salud como un derecho fundamental, sino como un servicio público esencial, como por ejemplo, el transporte aéreo monopolizado por Avianca. La sentencia T-760 del 2008 de la Corte Constitucional fue la que declaró a la salud como un derecho fundamental que fue definido al detalle en la Ley Estatutaria de la Salud del 2015, en la que la ministra Carolina Corcho fue protagonista como una de las voceras de las y los trabajadoras de la salud. Falta la reglamentación de esa ley estatutaria que ha sido aplazada hasta ahora por la presión lobista y mediática de los poderosos intereses involucrados. En otras palabras, es evidente que si  la salud es un derecho constitucional en Colombia es por las luchas sociales despertadas ante el pésimo servicio prestado por las EPS.

La reforma propuesta por el gobierno busca transitar hacia la prevención. Un sistema preventivo que considere a la salud como un derecho interrelacionado con toda una complejidad de derechos sociales. Por ejemplo: a largo plazo siempre será mejor garantizar a una comunidad un acueducto con agua potable, que estar curando las diarreas producidas por no tener acceso al agua como derecho. Siempre será más eficiente en un marco de garantía de derechos, como garantizar la alimentación de los menores de 5 años, que estar lidiando, de por vida, con las consecuencias que supone la desnutrición para las personas.

Es por esto que la reforma propone también que se transite hacia un modelo territorializado. Esto  implica que el ciudadano de Caquetá tenga las mismas posibilidades de acceso a los servicios que el ciudadano de Bogotá. Territorialización que conlleva una fuerte inversión en infraestructura, inversión que, dicho sea de paso, las EPS no han querido hacer en 30 años por el simple hecho de que el negocio no está en regiones periféricas y empobrecidas sino en quienes pueden pagarles la cura de sus enfermedades. Esto se logrará con la construcción de cientos de miles de CAPS –Centros de Atención Primaria– y en el proceso de transición de la implementación de muchísimos hospitales itinerantes para romper con las desigualdades territoriales del sistema.

Esta clase de transiciones son complejas y demoradas. Son transiciones que ya han hecho países como Corea del sur que demoró 15 años en transformar su sistema mixto, mediado por empresas privadas —como ocurre acá— hacia uno 100% público que no tenga en un lugar angular del sistema el ánimo de lucro como incentivo fundamental para la garantía del derecho a la salud.

Esta es una transición que reconoce la necesidad de la participación ciudadana. Que no busca eliminar a las EPS de un tacazo sino, por el contrario, usar sus capacidades y saberes técnicos para el desarrollo e implementación del nuevo sistema. Es un sistema en donde todas las instancias de participación tendrán como mayoría a la propia sociedad civil y que además buscará dignificar el trabajo de las y los trabajadores de la salud, porque una enfermera o una médica feliz en su trabajo serán personas que se podrán enfocar en prestar el mejor servicio posible sin las presiones de los jefes que están pensando en ahorrarse los pesos que no se quieren gastar en la gente.

Piense muy bien si quienes se oponen a reformar el sistema lo hacen porque están pensando en usted o en el colombiano de las selvas del Caquetá o si por el contrario están hablando a nombre de esas EPS y de quienes se han enriquecido con el manejo de esos billonarios recursos durante décadas.

El conocimiento pertenece a todas las personas: Alexandra Elbakyan

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«El conocimiento pertenece a todas las personas» es una de las premisas de Sci-hub, un sitio web creado por la hacker y científica Alexandra Elbakyan. Se trata de un repositorio “pirata” de artículos científicos que se pueden consultar gratuitamente, sin necesidad de pagar 10 euros por página, como sí sucede en muchas de las plataformas en donde se encuentran normalmente.

«El cerebro es una red de miles de millones de neuronas conectadas entre sí, es una red gigantesca muy parecida a Internet. De ahí que el pensamiento y la conciencia sean esencialmente comunicación o transferencia de información».

Alexandra Elbakyan es una desarrolladora de software y neurocientífica nacida en Kazajistán el 6 de noviembre de 1988. Su primer hackeo fue a los 14 años a un proveedor de internet. A los 16 años se enteró que para acceder a artículos científicos sobre los temas que quería estudiar era necesario pagar, así que realizó su siguiente hackeo, esta vez en la plataforma online de la editorial científica MIT Press.

En 2009 se graduó como especialista en seguridad informática y siempre ha buscado conjugar a su carrera el interés por el cerebro y la interfaz cerebro-máquina. A propósito dice: «El cerebro es una red de miles de millones de neuronas conectadas entre sí, es una red gigantesca muy parecida a Internet. De ahí que el pensamiento y la conciencia sean esencialmente comunicación o transferencia de información».

Ha sido demandada en varias oportunidades por grandes editoriales que alegan violación de propiedad intelectual. En 2017, en Estados Unidos, perdió contra la editorial científica Elsevet y fue multada con 15 millones de dólares, una multa que, por supuesto, no pagará.

Así como en su momento lo hizo Aaron Swartz con Open Library y Tor2Web, el 5 de septiembre de 2011, Alexandra Elbakyan, creó Sci-hub, desde entonces es conocida como «la reina de la piratería de la ciencia». Les compartimos algunos de los fundamentos de su sitio web:

Comunismo

El sistema actual de producción de conocimiento en ciencia es un ejemplo clásico de un sistema capitalista fallido. Los investigadores están siendo explotados y no reciben dinero por su trabajo: el conocimiento que producen en forma de trabajos de investigación no les pertenece. Y tampoco pertenece a las personas. En cambio, el conocimiento científico actual es propiedad privada de unas pocas empresas poderosas, que ganan enormes cantidades de dinero con él. No solo ese sistema es un obstáculo para el progreso, sino que también crea enormes distancias entre ricos y pobres, donde a los pobres se les bloquea el acceso al conocimiento.

Todo esto fue posible gracias al concepto fundamentalmente erróneo de propiedad intelectual.

No solo la propiedad intelectual crea injusticia, sino que también es autocontradictoria. La unidad básica del conocimiento científico es una publicación en una revista académica. Pero las revistas son esencialmente vehículos para la comunicación: existen para comunicar o para hacer común. El conocimiento y la comunicación son inseparables. De ahí que el comunismo sea la verdadera esencia de la ciencia, la información y el conocimiento.

Esa idea, que la inteligencia está intrínsecamente conectada con la comunicación, también está demostrada por la estructura del cerebro: el cerebro es esencialmente una red de miles de millones de neuronas que se comunican entre sí.

La idea central de Sci-Hub es que el conocimiento pertenece a todas las personas

Dios de la información

En las mitologías antiguas podemos encontrar diversos dioses y diosas del conocimiento y la información. Saraswati en la India, Thoth en el antiguo Egipto o Hermes y Athena en la antigua Grecia o Tir en Armenia, o Nabu en la antigua Mesopotamia. La mitología antigua sobrevivió hasta nuestros días en la astrología moderna: el planeta Mercurio está asociado con el dios griego Hermes y predice eventos que están conectados con las tecnologías de la información, la comunicación y la cognición. Esa antigua conexión del conocimiento con la comunicación muestra cómo la ciencia y el conocimiento son esencialmente comunes.

Cerebro global

Me gusta el tema de la inteligencia colectiva. Un grupo de personas puede verse como un solo cerebro colectivo. Tal cerebro tiene más conocimiento que uno individual. Las nuevas tecnologías como Internet y las interfaces cerebro-máquina pueden permitir en el futuro conectar literalmente los cerebros de diferentes personas entre sí. Cuando todas las neuronas del planeta se conecten entre sí, surgirá el cerebro global. La persona humana se volverá inmortal y sabrá todo.

Todo en todas partes al mismo tiempo: un alegato conservador

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Más allá de las múltiples referencias cinematográficas que van desde las hermanas Wachowski, pasando por Pixar o Tarantino, hasta Wong Kar-wai, el argumento central de la película «Everything Everywhere All at Once» se vale del «multiverso» para desarrollar en la trama el viejo dilema sobre la razón de la existencia.

El reconocimiento que una mujer tiene —en tanto trabajadora, cuidadora y madre— sobre sí misma, a partir de la reconciliación con su vida y su hija, mientras encuentra sus otras versiones en múltiples posibilidades multiversales, es el trasfondo que se suma a la identificación de lo simple, de las pequeñas cosas, de lo «estúpido» —dicho así literalmente por un personaje— como el sentido de la vida.

«Everything Everywhere All at Once» se vale del «multiverso» para desarrollar en la trama el viejo dilema sobre la razón de la existencia.

Si bien en el film de Daniel Kwan y Daniel Scheinert hay un giro respecto al género de quien protagoniza la pelìcula y sus dudas, tomando distancia de las películas previas al 2015, en las que, en mayor medida, el heroísmo quedaba relegado para los hombres y sus inquietudes, la idea central sigue siendo en esencia una visión conservadora sobre la existencia, según la cual el sentido está en el orden y no en el cambio. 

La batalla entre el bien y el mal, sintetizada en el enfrentamiento entre la madre y su hija —quien experimenta en primer lugar el multiverso—, viene a ser la batalla entre las premisas «nada importa» (el caos) y «todo importa» (el orden).  

El «nada importa» ocurre cuando se encuentran, en el multiverso, las múltiples posibilidades, el azar y la arbitrariedad. Sucede ante el descubrimiento sobre lo infinito del universo, pero a su vez sobre lo ínfimo de la existencia individual.

la idea central sigue siendo en esencia una visión conservadora sobre la existencia, según la cual el sentido está en el orden y no en el cambio. 

Por su parte, el «todo importa» se va desarrollando a lo largo de la trama, y viene a ser presentado por el esposo, Waymond —en apariencia despreocupado— a su esposa, Evelyn —la protagonista de la historia— ocupada y estresada por las tareas diarias de la vida. 

De ese modo va tomando forma el argumento conservador de la película. En principio, Evelyn está en un punto en el que es evidente el anhelo de escape, especialmente en el momento en el que se encuentra en el cubículo de una funcionaria estatal que controla la vida por medio de la vigilancia a los impuestos; una imagen interesante que recuerda la crítica de Kafka al mundo del orden, la norma y lo convencional, de impronta burocrática y estresante, que se impone a la vida y del que parece, precisamente, no haber escape. 

La situación de la funcionaria se termina resolviendo con una idea sencilla: necesitaba saber que mujeres como ella podían ser amadas. Es decir, la representación inicial de esta como expresión del orden se disuelve ante la representación de la mujer estresada sin amor. El amor, politizado por el feminismo, termina completamente vaciado y despolitizado para reproducir una concepción típicamente conservadora. 

El amor, politizado por el feminismo, termina completamente vaciado y despolitizado para reproducir una concepción típicamente conservadora. 

Y así, en medio de peleas caóticas que irrumpen el estrés previo de la vida cotidiana, el conservadurismo emerge con plenitud cuando en lo que parece casi un monólogo, Waymond da cuenta de «lo que importa»: ante la nada, se debe imponer la bondad, lo gracioso, y, por qué no, lo ridículo. La bondad vendría a ser el eje con el que se supere la discordia, la diferencia entre el caos del sin sentido y la voluntad de orden. Y con esta premisa sigue la pelea final. 

Al casi concluir la película, Evelyn le dice a su hija: «podemos hacer lo que nos dé la gana, porque nada importa», pero ese hacer se limita al plano de lo inmediato, de lo que es y no puede ser de otra forma, de la vida cotidiana tal y como está, y, según esa perspectiva, está bien que sea así. En últimas, de lo que se trata es de darle sentido a eso, a esa rutina. 

Por supuesto, se trata de una idea bella sobre el sentido de la vida. Un sentido que no existe de antemano sino que se va construyendo, y que se centra en los detalles específicos y momentáneos, en la simplicidad de la existencia. Y acá emerge también un valor presente en espiritualidades de oriente: el equilibrio. Con el equilibrio viene la reconciliación entre las personas que se enfrentan y las personas consigo mismas. Es la reconciliación entre el caos y el orden.

En últimas, de lo que se trata es de darle sentido a eso, a esa rutina. 

La cuestión radica en que tal y como se presenta es la reiteración de la misma concepción ideológica hollywoodense puesta en escena una y otra vez en múltiples películas y series, que se resume en un valor clave: la aceptación de lo que hay. La resignación activa y feliz frente a la vida cotidiana que tocó vivir. Es la cómoda adaptación gringa de la filosofía del absurdo que, mediante el mito de Sísifo, invita a asumir la existencia, en una interpretación que tiene como ejes al individuo y la familia nuclear, excluyendo siempre toda referencia a lo colectivo o a la clase social.

De otro lado, el equilibrio adaptado, en una vínculo de valores oriente-occidente, viene a emparentarse con la misma operación ideológica de establecer el cambio y la posibilidad como caos y de afirmar el orden de lo existente, tal vez ligeramente modificado, como bien primordial. O bien, el cambio forzado por el caos viene a ser inmediatamente adaptado, de forma más o menos diferente, por el orden. En la película esto sería evidente en dos casos: en primer lugar, en la amistad que nace al final entre la funcionaria, representante del control, y la protagonista; y en segundo lugar, en la aceptación que Evelyn hace de su propia vida.

invita a asumir la existencia, en una interpretación que tiene como ejes al individuo y la familia nuclear, excluyendo siempre toda referencia a lo colectivo o a la clase social.

El efecto ideológico de este supuesto, el de la resignación, es concreto pero eficaz al presentarse cargado de realismo y emotividad: debemos aceptar lo que está, y si es el caso, modificarlo por medio del mercado. Aceptar el orden de cosas existente con tranquilidad, ya que la vida cotidiana está inscrita en un sistema que es eterno e inmodificable. Más allá de todas las posibilidades, las alternativas, o en este caso de todos los «multiversos», tenemos que asumir que la vida, en este sistema, está bien.

Cabe la pregunta sobre la incorporación de estas otras filosofías y espiritualidades en los marcos de sentido dominantes. El equilibrio sería importante en la vida, pero al estar adecuado, o mejor, al estar subsumido por el sistema, vendría a operar de una forma funcional a lo establecido.

La verdadera historia sobre la movilización en Los Pozos: olvido institucional y organización campesina

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Artículo escrito por Vicente Mahecha, docente del sector.

Es una zona misteriosa para buena parte de Colombia que solo escucha el eco del conflicto armado y en el mejor de los casos la majestuosidad de Caño Cristales.

La Macarena, Meta y San Vicente del Caguán, Caquetá, son municipios hermanos, casi hermanos siameses pues su cercanía los hace dependientes, incluso su frontera se hace difusa para el propio Estado que se la disputa entre los dos departamentos. Escuelas, centros de salud y algunas otras entidades se encuentran manejadas por los dos entes territoriales, lo que podría ser favorable es solo otra excusa para el olvido en el que se encuentra el territorio. Es una zona misteriosa para buena parte de Colombia que solo escucha el eco del conflicto armado y en el mejor de los casos la majestuosidad de Caño Cristales.

Habitar en esta zona permite reconocer una de las joyas más valiosas para un territorio olvidado por el Estado: la organización popular, las juntas de acción comunal (adscritas a los dos departamentos) son también la base de organizaciones comunitarias sólidas como ASCAL-G, CORPOAYARI y ASOPEPROC, entre otras, que en la búsqueda del cuidado y la exigencia de garantías de las comunidades han logrado ser también quienes arreglan carreteras, resuelven conflictos, construyen y hacen mantenimiento a las escuelas (la mayoría multigrado), mientras exigen el apoyo de entidades estatales y ONGs.

Una de las principales características del territorio son sus vías en su mayoría destapadas a pesar de que unen cabeceras municipales. Entre San Vicente del Caguán y La Macarena solo hay una trocha, construida y mantenida por las comunidades que la utilizan; puentes de madera y placas que conmemoran a las veredas y las entidades de transporte que las hicieron posible se encuentran a lo largo y ancho de las vías.

Fue el hecho de exigir el cumplimiento de los acuerdos y la obligación como empresa extractora de proteger el medio ambiente en la región lo que motivó el bloqueo.

Hace casi tres semanas las comunidades decidieron bloquear la salida de una de las fuentes productivas más importantes de la región, un pozo petrolero ubicado en el centro poblado Los Pozos, a algo más de 30 minutos de San Vicente, pero que es la entrada directa a La Macarena por tierra. No es algo arbitrario pues este pozo petrolero lleva más de 15 años en explotación y solo ha entregado como acción retributiva a las comunidades lo que ellos llaman “migajas”, y solamente a las veredas cercanas sin tener en cuenta que la afectación tiene un área mayor. 

Las organizaciones comunitarias recuerdan una acción similar hace aproximadamente 7 años, afirman que se acordó con el establecimiento local la pavimentación de San Vicente a Los Pozos (poco más de 14 km), de la que al día de hoy, solo hay unos pocos parches. Y no solo eso, además se supone que apoyarían con la pavimentación de Los Pozos al centro poblado siguiente llamado Las Delicias (un total de 40 km desde San Vicente), acciones de infraestructura que en realidad poco o nada han avanzado. Fue el hecho de exigir el cumplimiento de los acuerdos y la obligación como empresa extractora de proteger el medio ambiente en la región lo que motivó el bloqueo.

y evidentemente olvidaron contar que en la noche ese escuadrón de policía atacó sin previo aviso a las comunidades que resistieron hasta ocupar la petrolera y con su digna rabia la hicieron arder.

El 2 marzo, por fin, apareció en los medios masivos una nota sobre el tema, utilizando el lenguaje estigmatizante que ya es típico al hablar de esta región. Olvidaron mencionar que la comunidad, en manifestación legítima y de buena fe, el día anterior había dejado salir todos los carrotanques con crudo que habían bloqueado desde hace semanas; olvidaron decir que las y los habitantes esperaban una mesa de negociación, también omitieron el movimiento de tropa del ejército y el avance del ESMAD (que con nuevo nombre actúa igual); y evidentemente olvidaron contar que en la noche ese escuadrón de policía atacó sin previo aviso a las comunidades que resistieron hasta ocupar la petrolera y con su digna rabia la hicieron arder.

En ese momento un policía asesinó a un campesino, un buen nombre y querido por la comunidad de la vereda el Rubí: Don Reinel Arévalo. Pocos se imaginan la tensión en los centros poblados cuando veían a sus familiares ser atacados por la policía. Cadenas de WhatsApp nos informaban de los acontecimientos, hasta que llegó la foto que estalló el llanto, Don Reinel tirado en el suelo. Desde ese momento la organización se hizo más fuerte, las juntas, organizaciones y en general toda la comunidad se abrazó por la defensa de su territorio mostrando cara fuerte contra la represión del Estado, mientras al interior lloraba la pérdida de un amigo.

Desde ese momento la organización se hizo más fuerte, las juntas, organizaciones y en general toda la comunidad se abrazó por la defensa de su territorio

Las manifestaciones siguieron en una aparente calma, los trinos y las noticias grotescas de la derecha no hicieron que se perdiera la fuerza de la comunidad, afortunadamente no se desarrollaron enfrentamientos desde entonces. Los miembros de la policía, de los que tanto hablaron los medios tradicionales, lejos de ser secuestrados fueron retenidos por la comunidad por un margen corto de tiempo ya que se liberaron desde el día 3 de marzo.

El 4 de marzo en la comunidad lloramos. Ese día se conmemoró la vida de Don Reinel. Desde la salida de su cuerpo de una funeraria en San Vicente hasta la llegada a Los Pozos, donde la guardia campesina con bastones en alto le hizo calle de honor, recordaron los días que compartieron con él en la manifestación y en su vida cotidiana, hasta la llegada a la inspección San Juan de Lozada (a 50 km de San Vicente) lugar de su segundo funeral. El primero fue en el mismo lugar el día de su muerte, reposando su cuerpo cubierto por una sábana de la que solo se veían sus botas. 

Esta vez, con muchos cambios, la comunidad, vestida de blanco, recibió su cuerpo, y con globos que añoran la paz perdida, con frases que recuerdan su vida y su memoria, acompañaron la ceremonia en el polideportivo, la comunidad se reunió y lloró su pérdida, se abrazó a la memoria y a la posibilidad de que su muerte no sea en vano. 

Nota editorial: el paro se levantó el día 5 de marzo tras un acuerdo entre las comunidades y el gobierno nacional. En el acuerdo se incluye la pavimentación de algunas vías.

El sistema ultra presidencialista es una construcción de las elites, no del presidente Petro

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A Gustavo Petro durante su candidatura presidencial, toda la oposición mediática le recriminó cuando afirmó sin ambigüedades: “en Colombia no hay democracia” y expuso sus razones. Hoy la oposición mediática y el Congreso se enfrentan precisamente a las fallas del sistema político que construyeron las élites del país a punta de sangre y autoritarismo, y la verdad es que, el presidente Petro hace uso de las herramientas que le da esa institucionalidad para transformarla en favor del pueblo colombiano, con todas las contradicciones que eso conlleva.

Históricamente a las elites no les ha interesado construir un verdadero servicio civil público, autónomo e independiente, de carrera, sino que se ha convertido en una robusta maquinaria clientelista.

Existe un serio problema cuando en una sola institución, en este caso la presidencia, se concentra buena parte del poder del Estado. Se personaliza la política. Se ejecuta de manera vertical y se discute poco, también concentra bajo su discrecionalidad buena parte de los puestos burocráticos. Son por lo menos 700 mil puestos que dependen de los nombramientos de quien ocupe la silla presidencial, y en la mayoría de los casos son de libre nombramiento y remoción, ya que históricamente a las elites no les ha interesado construir un verdadero servicio civil público, autónomo e independiente, de carrera, sino que se ha convertido en una robusta maquinaria clientelista.

Siendo consciente de lo anterior, el presidente Petro tuvo la apertura democrática para nombrar en su gabinete voces divergentes a sus posiciones políticas e ideológicas, siendo coherente con su propuesta política del Pacto Histórico en la que la llamada al cambio no era solo a la izquierda tradicional sino también a los sectores progresistas, liberales y hasta de derecha democrática. Debería ser normal para quienes entienden esto que, así como convocó a personajes como Alejandro Gaviria, Cecilia López, Jose Antonio Ocampo y Guillermo Reyes también, se les despida cuando demuestran que no están comprometidos con la propuesta del gobierno.

Es resorte de la presidencia —por el poder mismo que le han construido históricamente las elites responsables del sistema político que tenemos— de no solo darle mensaje de urgencia a las discusiones legislativas

Es también por todo lo anterior que el presidente Petro aprovecha el control que ha tenido la presidencia sobre el Congreso de la República, para sacar adelante las reformas propuestas en campaña y, a pesar de eso, mantener esa apertura dialogante y democrática, siendo consciente además que no consiguió mayorías absolutas en las elecciones legislativas. Es resorte de la presidencia —por el poder mismo que le han construido históricamente las elites responsables del sistema político que tenemos— de no solo darle mensaje de urgencia a las discusiones legislativas, como ocurrió con la ya aprobada reforma tributaria, sino también, firmar o no las leyes cuando llegue el momento y objetarlas, como lo hizo en su momento Juan Manuel Santos con una reforma a la justicia que, se sabía, le declararían inconstitucional.

También lo es administrar y regular los servicios públicos. Que delegue en comisiones reguladoras no significa que no pueda asumir personalmente esas funciones, aunque no le guste a quienes históricamente han hecho negocio con la prestación de servicios esenciales para la ciudadanía, como lo es la electricidad o el agua. Y es que ha sido siempre función de la presidencia regular el mercado colombiano, la diferencia es que siempre ha tenido un sesgo pro grandes empresarios y esta vez es un en función de la ciudadanía de a pie.

Que delegue en comisiones reguladoras no significa que no pueda asumir personalmente esas funciones, aunque no le guste a quienes históricamente han hecho negocio con la prestación de servicios esenciales para la ciudadanía

Es propio también de sistemas ultra presidencialistas y autoritarios como el colombiano que la institución presidencial tenga la capacidad de meterse en discusiones de territorios estratégicos como lo es el metro de Bogotá, a pesar de la autonomía reconocida por la Constitución de 1991. Lo hizo Santos cuando Petro era alcalde, y ahora, que a Claudia López no le guste porque le daña su proyecto presidencial, y que tampoco le guste a los que han hecho negocio con los buses pegados en los últimos 20 años, es otra cosa.

Por lo tanto, es cierto que la democracia colombiana tiene muchísimas fallas de diseño, es cierto también que no es lo mismo la democracia representativa en un sistema clientelar que la materialización de la promesa de la democracia participativa de la Constitución de 1991. Es verdad que hay muchos peligros en que nuestro sistema político gire en torno a la figura y la institución presidencial y que no hay que mantener las bases del sistema tal cual como están ya que, así como hoy la silla la ocupa un Gustavo Petro comprometido con las urgencias del pueblo colombiano, mañana podría volver un Álvaro Uribe Vélez.

Así, tal cual, no es culpa del presidente Gustavo Petro que desde la presidencia se puedan imponer muchas decisiones políticas trascendentales en la sociedad colombiana, es producto de cómo han manejado nuestro país las elites parasitas. Que Gustavo Petro prometiera cambiarlo es a lo que mas miedo le tienen, mientras tanto usará esos instrumentos en contravía de esos intereses de la clase política y económica.

Sobrevivo por pura ansiedad: el nudo en la garganta de las mujeres en la sociedad neoliberal

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¿Podemos qué? ¿Ser fuertes? ¿Producir más? ¿Darles más votos? ¿Integrarnos cada vez más productivamente al mercado voraz? ¿Consumir más?

«We can do it!», decía la famosa pieza de 1943 creada por Howard Miller como parte de la propaganda de la Segunda Guerra Mundial, la cual tenía como intención que las mujeres se sintieran mucho más motivadas en su emergente ingreso al mercado de trabajo. Trabajo mal pagado, claro está, porque las mujeres hemos sido trabajadoras del cuidado desde tiempos milenarios y no narrados por la historia oficial.

Este afiche, que retrataba la figura de Naomi Parker Fraley —una fuerte trabajadora de una fábrica de Michigan— se hizo mucho más famoso en la década de los ochenta, y fue usado, con fines distintos, por empresas, campañas políticas y algunos grupos feministas. Lo claro era que “las mujeres podemos”, pero ¿Podemos qué? ¿Ser fuertes? ¿Producir más? ¿Darles más votos? ¿Integrarnos cada vez más productivamente al mercado voraz? ¿Consumir más?

lo que hace el capitalismo es ejercer salvajemente su poder donde ve que hay resistencia, y esto es parte de lo que nos ha sucedido a nosotras

Décadas después de esta imagen, de tantas luchas, de tantas muertas, de debates en todos lados, las mujeres ocupamos gran parte de los espacios que soñábamos ocupar —las mujeres cis, porque las trans siguen siendo condenadas a unos pocos y precarios espacios—. ¡Quiere decir que entendimos muy bien que «We can do it»!, y para muchas, trabajar hoy, significa autonomía económica, independencia, la posibilidad de irse de casa, o de salir de la casa de su agresor; poder sostener a su familia, seguir estudiando, soñar con nuevos proyectos, y aquí podríamos quedarnos haciendo una larga lista sobre los logros de la relación entre las mujeres y la economía.   

Sin embargo, también quisiera poner aquí en cuestión los efectos que esta relación nos ha traído con el paso del tiempo. En este caso, podríamos invertir la famosa premisa foucaultiana que plantea que «donde hay poder hay resistencia», y es que lo que hace el capitalismo es ejercer salvajemente su poder donde ve que hay resistencia, y esto es parte de lo que nos ha sucedido a nosotras. Lo que en un principio fue una innegable victoria, nuestro ingreso al mundo del trabajo remunerado y a los espacios educativos, nos tiene hoy en unas condiciones que tal vez no eran las que nuestras ancestras soñaron.

El modelo volvió a mutar: la mujer trabajadora tenía que estudiar, trabajar y tener un proyecto familiar.

Según datos del informe «Women in the Workplace 2021» (Mujeres en el lugar de trabajo 2021), el 42% de las mujeres a nivel mundial padece agotamiento. Si situamos los datos en el síndrome de «burnout» (cronificación del estrés laboral que nos hace sentir quemadxs), en América Latina, según el mismo informe, un 76% de la población femenina padece este síndrome. Y es que ¿Quién no se siente quemadx hoy? Basta con sostener una conversación cualquier día con cualquier persona para verlo.

Así, para las mujeres trabajadoras el poder ocupar estos escenarios ha sido victorioso, pero también ha tenido enormes costos para nuestra salud física y mental. Hace décadas el modelo de la mujer perfecta era aquella que se quedaba siempre en casa, le servía correctamente a su esposo y era madre de varixs hijxs. Pasó el tiempo y el modelo de perfección tenía un nuevo mandato: ser esposa, madre y trabajadora. Décadas después, el modelo, que nunca se queda quieto ni se adapta, volvió a mutar: la mujer trabajadora tenía que estudiar, trabajar y tener un proyecto familiar.

Pareciera que el haber logrado ocupar nuevos espacios no se equiparó a que las mujeres de hoy tengamos varias opciones y podamos decidir qué hacer, sino que hay que hacerlo todo, al mismo tiempo.

En la actualidad, cada vez se cuestiona más el mandato de la maternidad, sin embargo, a veces olvidamos cuestionar la exagerada sobre explotación que vivimos hoy y que nos obliga a ser tremendamente productivas para poder ser «buenas mujeres» en tanto respondemos correctamente a lo que otras ganaron para nosotras. Pareciera que el haber logrado ocupar nuevos espacios no se equiparó a que las mujeres de hoy tengamos varias opciones y podamos decidir qué hacer, sino que hay que hacerlo todo, al mismo tiempo.

Ya Silvia Federici (2010) explicó con admirable detalle cómo la explotación de las mujeres en el ámbito doméstico permitió que el capitalismo originario lograra potenciarse hasta llegar a su etapa neoliberal tal y como la estamos viviendo hoy. Cabe preguntarnos hoy por qué con la fuerza que tenemos para organizarnos y con todas las victorias que hemos tenido como mujeres, seguimos siendo explotadas, y lo peor es que a veces no lo vemos como un problema.

Y ya que estamos citando filósofas con apellido italiano, traigamos a Mia Colucci, que en medio de borracheras, fiestas y momentos de nostalgia nos ha llevado a gritar a todo pulmón que «sobrevivo por pura ansiedad, con un nudo en la garganta», y esto no solo aplica para las tusas, sino para la vida. Byung-Chul Han (2012) le diría a Mia que vivir así se debe a que el neoliberalismo potenció una sociedad del rendimiento que nos lleva a no parar, a ser hiperproductivxs y a naturalizar el cansancio, y que por eso las enfermedades del siglo XXI son el estrés, la depresión, el burnout y la ansiedad.  

El neoliberalismo potenció una sociedad del rendimiento que nos lleva a no parar, a ser hiperproductivxs y a naturalizar el cansancio, y que por eso las enfermedades del siglo XXI son el estrés, la depresión, el burnout y la ansiedad.  

¿Qué me permite concluir tanta cháchara? Que hoy las mujeres, entre otros mil problemas, tenemos un reto gigante, y es dejar de pensar que, para ser libres, autónomas y bichotas, tenemos que autoexplotarnos hasta tener más ganas de morir que de vivir. ¡El empoderamiento se volvió una gran palabra que hasta el neoliberalismo ama, porque te invita a hacerte cargo tú sola de todo, porque todo lo puedes, porque «We can do it!».

¿Por qué no pensar, más bien, en cómo ser más colectivxs para todxs podamos aquello que soñemos hacer? ¿Cómo seguir pensando en estrategias que nos permitan juntarnos en contra de la explotación? Incluida aquella que ejercemos contra nosotrxs mismxs; ¿Cómo seguir imaginando y haciendo el mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones?

Termino con El sueño de una anarquista, un apartado del texto de Emma Goldman «Anarquía y la cuestión sexual» de 1896, en el que dice: «Cada cual amará y estimará al otro, y ayudará a trabajar no solo por su propio bienestar, sino, siendo felices ellos mismos, desearán también la felicidad universal de la humanidad. (…) no habrá necesidad de enseñar el servilismo y el vil arte de asediar a sus semejantes» (p. 32). Seguiremos aprendiendo juntxs cómo pensar nuestra emancipación sin que se siga convirtiendo en la tragedia de sobrevivir por pura ansiedad. Que el nudo en la garganta transmute a nuestro puño en alto, porque «Podemos hacerlo», claro, pero también podemos dejar de hacer y sentirnos en paz.  

Por Jess Castaño-Urdinola. Trabajadora social, feminista, profesora universitaria, investigadora…pero más allá de todo eso, me gusta rodar en bici, me gusta gritar en Inopia (mi banda de punk) y me gusta reírme con memes. Ig: @jessicastur666.

Referencias bibliográficas:

Federici, S. (2010). Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación primitiva. Madrid: Traficantes de sueños.

Han, B. (2012). La sociedad del cansancio. Barcelona: Herder Editorial.

MckInsey & Company. (2021). Women in the workplace. Recuperado de: https://www.mckinsey.com/~/media/mckinsey/featured%20insights/diversity%20and%20inclusion/women%20in%20the%20workplace%202021/women-in-the-workplace-2021.pdf

La estrategia de descolonización cultural para una liberación latinoamericana según Enrique Dussel

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Enrique Dussel sin duda es un pilar del pensamiento latinoamericano. Desde su teoría sobre la filosofía de la liberación y sus constelaciones políticas sobre el paradigma de una verdadera identidad latinoamericana, ha puesto al desnudo el núcleo de la dominación que ejerce el norte global sobre el sur global. Es decir, la forma en la que los nuevos procesos de pos-colonización se reproducen en cada sujeto latinoamericano.

El eurocentrismo, la colonialidad del poder y las formas de segregación sexual y racial son los rasgos distintivos de la dominación histórica ejercida sobre nuestros pueblos que viene denunciando el filósofo argentino por más de 5 décadas. A esto se suman los aportes de la teoría de la independencia que ha confirmado económicamente cómo los países europeos y norteamericanos se han enriquecido a través de la transferencia de plusvalor producido por todos los trabajadores de nuestra región. Abaratando los precios de la canasta familiar en el norte global y divisas devaluadas ante el dólar o el euro.

También pensar como un blanco europeo, querer ejercer la política cómo los europeos y adquirir la esencia estética europea son solo algunas consecuencias palpables de ese proyecto civilizatorio impuesto históricamente en nuestras culturas americanas. Por eso para Dussel, la única manera de comenzar una agenda política en aras de la liberación americana (segunda independencia) será a través de grandes reformas en la cultura popular de nuestro continente ¿Cómo se hace esto?

Descolonización cultural

Para Dussel los grandes procesos de cambio político vividos recientemente en América Latina con Evo Morales, Rafael Correa, Lula da Silva, Gustavo Petro, entre otros., paradójicamente no han realizado a nivel de enseñanza una transformación cultural. Según Dussel, todos los gobiernos populistas de izquierda en América Latina siguieron siendo eurocéntricos. Es decir, gobiernos que siguieron enseñando una historia cultural aparentemente universal donde se encubre la historia de los pueblos americanos, africanos y árabes. Dussel parte por explicar que dentro de la exterioridad del sistema mundo, América Latina sigue siendo objeto de desecho cultural y económico, sin hablar de los intentos de querer integrar una comunidad globalizada alienada al capital trasnacional producto de una elite criolla blanqueada y clasista.

Por eso, esta relación entre educación y cultura para Dussel es fundamental debido a la potencia transformadora que tienen los procesos pedagógicos a nivel de la sociedad civil. La Historia que aprendemos en nuestras escuelas y universidades niega el contenido ontológico que tienen nuestros propios saberes. Esta experiencia negativa, se verifica cuando en los centros educativos aprendemos con ahínco la historia de Grecia, Roma, Mesopotamia y el centro de Europa y no la nuestra. Por eso, esta forma de periodizar la Historia es el resultado de lo que Boaventura de Sousa Santos denomina como Epistemicidio, pues a partir de la invasión de Europa a las Américas, la fuente de riqueza común nativo-americana (el conocimiento) fue sustituido por el europeo, curiosamente reproducido por las academias latinoamericanas tanto en universidades como en institutos de investigación social.

Reforma curricular y el despliegue de una filosofía del SUR

Sentar las bases de una revolución cultural es apropiarse a nivel político de las instituciones que garantizan y reproducen la enseñanza en los ciudadanos. Para ello Dussel propone una reforma profunda en la malla curricular de la enseñanza en las Ciencias Sociales, comenzando por estudiar, debatir, exponer y publicar una real Historia de las filosofías de sus respectivos países con el objetivo de comenzar a difundir las primeras Historias de las filosofías nacionales del Sur.

Por otro lado, democratizar dicho conocimiento es empoderar al pueblo colonizado para su futura liberación. Dussel propone que los gobiernos inviertan en nuevas bases de datos y de investigación social para desarrollar y publicar dichas filosofías del sur. Esto con el objetivo de que los pueblos oprimidos tengan acceso a dicho conocimiento para el auto agenciamiento de sus necesidades históricas y por lo tanto políticas.

Esto se plantea como una reforma profunda en el sistema educativo de todos los países latinoamericanos. Dignificar el conocimiento ocultado por el proyecto civilizatorio de la modernidad, es la primera tarea que debemos plantearnos como intelectuales y activistas políticos. De esta manera, el cambio cultural o el espacio político para realizarlo, deberá repensar los orígenes étnicos, lingüísticos y sociales de nuestra cultura a través de la dignificación de las tradiciones ancestrales que también deberán ser sujetas al indomable juicio de la crítica radical.

Descolonización cultural, apertura a la transmodernidad

Teniendo en cuenta que la modernidad es un proyecto civilizatorio eurocéntrico, reproducido en la infraestructura social ( familia, institutos de educación, consumo y trabajo) como ideología dominante, lo que propone Dussel es sentar las bases para un diálogo SUR-Norte. Allí deberemos partir desde una propia identidad política como Americanos para poder discernir lo que nos sirve del conocimiento europeo y lo que podemos proponer desde nuestro conocimiento localizado.

Este camino de intercepción epistemológica Sur-Norte, es la salida hacia una reforma pedagógica y curricular en nuestras sociedades que puede impulsar una apertura a la transmodernidad, entendida esta como el diálogo pluriversal de saberes que fundamenten un espacio ético que trasciende la propia modernidad blanca, patriarcal capitalista.

Por eso como infiere Dussel, en esa transmodernidad como etapa final de la emancipación latinoamericana, el humano latinoamericano “no se internará en la universalidad unívoca de una sola cultura”[1] sino que será un pluriverso en el que cada cultura dialoga con las otras culturas dominadas sobre los temas referidos a la economía política principalmente desde una base ética. Con este diálogo podremos dignificar la naturaleza como sujeto histórico. Así mismo, podremos dar un giro a la universalidad impuesta desde el  yo pienso- yo y el yo-domino del sujeto cartesiano eurocéntrico.

Pero el camino no es fácil, entendiendo principalmente que estas reformas en la cultura de nuestras Américas deben lucharse en el lodoso terreno del campo político de nuestra cotidianidad. Pues desensamblar toda la estructura moderna enquistada en nuestras sociedades no es nada fácil, aun más cuando tenemos la amenaza ambiental y nuclear rondando por encima de nosotros.

Por: Julian Escobar Ávila. Geógrafo, periodista e investigador social. Así lo encuentran en redes sociales Instagram: julianescobar60 y en Twitter como @julianaandreses.


[1]Enrique Dussel. Descolonización y Transmodernidad. Akal ediciones. Pág. 112

Boaventura de Sousa Santos. Epistemologías del SUR. Siglo XXI editores.

Sobre la enseñanza de la historia. A propósito de lo planteado por el presidente Petro

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desarrolla la conciencia histórica de los estudiantes, ayudando a situarlos en el mundo históricamente, con la posibilidad, no sólo de aferrarse o desprenderse de sus lealtades, tradiciones y adscripciones sociales o políticas, sino de verlas bajo una luz diferente.

La historia de la enseñanza de la historia señala que esta forma de comprensión del mundo ha estado sometida a los intereses políticos y a las agendas del capital humano. La pretensión de más larga data es utilizar la historia como soporte de la cohesión social o incluso del resurgimiento del orgullo patrio. Más recientemente fue objeto del eficientismo curricular que priorizó “saberes” útiles y eficientes para el ciudadano-productor-consumidor, así que se subordinó el saber histórico a la formación ciudadana y se promovió la integración (economía del conocimiento) curricular en las ciencias sociales escolares, con una terrible hostilidad hacia las disciplinas, desterradas de las licenciaturas en ciencias sociales y de las escuelas. Algunos pedagogos llegaron a afirmar que la interdisciplinariedad era parte del proyecto emancipatorio, en tanto las disciplinas correspondían al pensamiento conservador. Una legitimación ideológica que marchitó la discusión epistemológica.

La historia de la enseñanza de la historia señala que esta forma de comprensión del mundo ha estado sometida a los intereses políticos y a las agendas del capital humano

Al subordinar el pensamiento histórico a la formación ciudadana, el primero dejó de ser un pensamiento autónomo, componente esencial de toda sociedad democrática, en tanto se validó un relato del pasado de la construcción heroica de un presente que se debe preservar con los buenos modales.

Ahora, que la agenda política vuelve a plantear el retorno de la historia (la historia de Colombia) a las aulas, vale la pena la discusión.

La historia, como un saber público, es necesaria en la educación porque desarrolla la conciencia histórica de los estudiantes, ayudando a situarlos en el mundo históricamente, con la posibilidad, no sólo de aferrarse o desprenderse de sus lealtades, tradiciones y adscripciones sociales o políticas, sino de verlas bajo una luz diferente. La historia no enseña a ser consecuentes, sino a revisar reflexivamente las implicaciones de las creencias sobre ser consecuente hasta el final.

un mundo o muchos mundos en los que las herencias y futuros-presentes moldean nuestras posibilidades y han moldeado las de otros seres humanos en las sociedades humanas.

No se trata que los estudiantes confirmen formas de pensamiento que ya poseen, o aplaudir toda opinión por aquello de que el conocimiento se construye, se trata de ampliar su aparato conceptual, ayudar a los estudiantes a desarrollar formas de argumentación compleja, de explicaciones cambiantes a medida que se allegan nueves informaciones históricas. La historia en la escuela ofrece una tradición metacognitiva. No se trata de contar historias entretenidas, se trata de reconocer nuestro lugar fragmentario, lleno de incertidumbres, certezas y azares en el mundo, un mundo o muchos mundos en los que las herencias y futuros-presentes moldean nuestras posibilidades y han moldeado las de otros seres humanos en las sociedades humanas.