Bogotá 15 de marzo de 2017. En horas de la noche se dio a conocer una carta del embajador cubano José Luis Ponce Caraballo, dirigida a Iván Márquez, miembro del Secretariado de las FARC-EP, informándole sobre el compromiso que tiene la isla con la paz de Colombia, al regalar 1.000 becas para cursar medicina “como contribución al proceso de implementación del Acuerdo de La Habana y al postconflicto en Colombia”.
500 becas serán para integrantes de las FARC y otras 500 para el gobierno nacional. Otra muestra más de solidaridad de un pueblo que fue sometido al bloqueo económico por parte de Estados Unidos y todo lo que esto implica, que además de prestarse como escenario de diálogo, hoy entrega mil posibilidades de salvar vidas y devolver dignidad.
Dichas becas develan el nivel de desinterés del gobierno nacional frente al tema de educación, particularmente del Ministerio del Postconflicto y el Ministerio de Educación, en la implementación de programas educativos, de capacitación y nivelación en educación básica, primaria, secundaria o técnica, que se encuentran estipulados en el Acuerdo Final.
Por otra parte, pone sobre la mesa el completo interés de la universidad pública colombiana en apoyar este aspecto, en cabeza de la Universidad Pedagógica Nacional con su rector, el historiador Adolfo León Atehortúa, quien en reiteradas ocasiones ha manifestado la necesidad de apoyar estos procesos educativos, no sólo al gobierno nacional, sino también al Secretariado de las FARC, antes y después del 2 de octubre, que dio como resultado la reunión entre rectores de diferentes universidades públicas del país y el Secretariado en la Pedagógica el pasado 9 de marzo.
Sin embargo, pese al interés de las universidades públicas y la disposición absoluta de la Universidad Pedagógica, sin el apoyo directo del gobierno es imposible que avancen en la implementación de los programas pedagógicos estipulados en el Acuerdo de La Habana, debido a la desfinanciación y crisis generalizada en la que se encuentra la educación superior por el resultado de su mercantilización y malas administraciones, como el caso de la Pedagógica hasta la llegada de Atehortúa.
Estos hechos ponen sobre la mesa otro aspecto en el que el gobierno nacional en cabeza de Juan Manuel Santos, nobel de paz, le está incumpliendo no solo a las FARC, sino al país.