Hoy es un buen día para recordar que:
– La jornada de las 8 horas laborales fue una conquista de la clase trabajadora. No fue un regalo del Estado ni de los grandes propietarios.
– Con la readaptación del capitalismo por medio del modelo neoliberal, el sistema empezó a atacar los derechos laborales alcanzados y a extender la jornada de trabajo.
– El desmantelamiento de las 8 horas implicó el aumento de la explotación de forma externa pero también interna ¿Por qué? Porque la ideología del culto a la autoexplotación laboral se extendió y se interiorizó. La autoexplotación se ha convertido en el sentido de la vida.
– Y no perdamos de vista el trabajo de cuidado remunerado y no remunerado profundamente explotado y asignado principalmente a las mujeres. Ese trabajo que sostiene al sistema mismo pero que es invisibilizado y cuya carga no es redistribuida. Recordemos: no es amor, es trabajo no pago o mal pago.
– Por eso decimos: no somos nuestro empleo ni somos nuestro desempleo ¡Somos más que el sistema!
Es importante recuperar las 8 horas y los demás derechos arrebatados, pero no limitarse a eso… ¿Qué tal si se repartiera el trabajo, se disminuyeran las jornadas laborales, se produjera lo necesario y se redistribuyera todo? ¿Qué tal si volviéramos a imaginar socialmente alternativas al capitalismo?