Entrevistamos a Manuel Vélez-Arboleda, realizador de Memorias en Diálogo, para que nos contara sobre el proceso de producción del documental, un largometraje que interpela al espectador sobre las distintas perspectivas existentes en el conflicto armado.
Revista Hekatombe: ¿Cómo surge la idea para la realización del documental? ¿Quiénes estuvieron en el proceso?
Manuel Vélez-Arboleda: la idea surge después de unir fuerzas varios proyectos en Manizales, primero una alianza que hace el festival de arte urbano narrativas urbanas con el CEDAT grupo de investigación de la Universidad de Caldas, y dado que el festival hace una narrativa audiovisual para «inspirar» de alguna forma a los y las artistas que intervienen año tras año en el evento, necesitaban un realizador audiovisual, coincidencialmente uno de los directores de otro festival de arte urbano el Ciudad & Lomas es realizador audiovisual (yo), es así como fui contactado para realizar la narrativa del festival, en contraprestación con el festival y la Universidad, al conocer la investigación del grupo Memorias en Diálogo de la Universidad de Caldas, accedí a realizar la narrativa corta pero con la intención de realizar un trabajo más amplio, un largometraje cuyos derechos patrimoniales serían del realizador dada la falta o inexistencia de presupuesto.
En el proceso de preproducción siempre estuve involucrado como director y demás tareas autoasignadas de la mano con el grupo de investigación del CEDAT conformado por docentes de la Universidad de Caldas del programa de trabajo social.
Mi adhesión al proyecto la tomé con mucho entusiasmo, dado que esta experiencia me permitiría abordar el conflicto colombiano, tema que siempre he tocado en mis realizaciones pero nunca de esa forma, hasta ese momento.
Revista Hekatombe: ¿Cuál fue el criterio para la selección de los testimonios y memorias?
Manuel Vélez-Arboleda: el CEDAT viene haciendo una investigación desde el 2001 y el grupo memorias en diálogo viene recibiendo y acompañando casos casi que desde esa época, de manera que habían conocido muchos relatos y muy diversos, la idea era recolectar algunxs de lxs que tenían acompañamiento en ese momento, otrxs que se conocieron en el camino y también hubo algunos nuevos contactos, el ánimo y la idea del proyecto siempre fue mostrar aristas muy diversas del conflicto en Colombia, todos habíamos conocido el conflicto desde una posición diferente, desde el rol de investigadores o de director. Uno de los eventos que se tocó en el documental fue la toma de Arboleda, yo estudiaba en el colegio de la policía en esa época y los padres de algunos de mis compañeros estuvieron allí, también me tocó un atentado contra el colegio, una bomba explosiva acabo con las paredes de varios salones, pero la intención no era enfrentar anécdotas sino encontrar testimonios y que precisamente las memorias entren en diálogo, porque todos tenemos y somos familia, a veces se olvida pero por eso hacemos memoria.
Revista Hekatombe: ¿Luego de identificar y escuchar las distintas voces que dan cuenta de lugares de enunciación diversos sobre el conflicto, qué impresión tuvieron sobre el conflicto armado? ¿Qué le podrían contar a nuestras y nuestros lectores sobre cómo entenderlo y sentirlo desde su perspectiva como realizadores audiovisuales?
Manuel Vélez-Arboleda: el conflicto armado ha sido transversal en Colombia, Colombia es un país afectado psíquica y emocionalmente, la bipolaridad de lo mas violento y hermoso a la vez.
El conflicto armado en Colombia existe por la falta de entendimiento, precisamente porque no lo entendemos no se detiene.
Tratar de entender a los demás, en sus condiciones tan diferentes y no querer cambiarlos por la fuerza, sería lo primero.
Revista Hekatombe: ¿Cuál ha sido la recepción del documental hasta el momento?
Manuel Vélez-Arboleda: lo más importante fue que los involucrados se sintieron a gusto, después considero que ha sido buena la recepción para ser un documental independiente, estrenado en medio de una pandemia y directamente a una plataforma digital, eso en cuanto a los números, uno quisiera que millones lo vieran pero probablemente los colombianos no estemos muy prestos a escuchar sobre el conflicto de parte del otro, escuchar lo que no queremos escuchar y es muy difícil no huir en los tiempos de hoy en los que la «tranquilidad» está a un click de distancia, así que si me gustaría que estos relatos lleguen a más personas.
Actualmente el largo se encuentra a la espera de algunos festivales, aunque la recepción en estos no ha sido muy favorable hasta hoy, mucho de ello creo que es debido a que el documental esta libre para ver en YouTube, una decisión que tomé para divulgar precisamente las memorias de quiénes son entrevistados, pero muchos festivales dan prioridad a los trabajos que no están disponibles para ver en al web, festivales en los que en su mayoría hay que pagar para aplicar sin que ello suponga que va ser seleccionado, dinero que sale del bolsillo del director y/o productor de una producción independiente, son muchas la dificultades en la divulgación de un trabajo audiovisual independiente, se tocan muchas puertas pero pocas responden, más en Colombia y con pocos recursos.
Revista Hekatombe: ¿Tienen otros proyectos en mente sobre el tema?
Manuel Vélez-Arboleda: sobre el conflicto colombiano he realizado una serie de videoarte llamada «La trilogía del Oprobio», o trabajos como «Aturdimiento» donde hablo de la semana de la toma del palacio de justicia y la erupción del nevado del Ruiz, donde se ve la relevancia mediática del fútbol para «alegrar» un país conmocionado. Desde hace unos años vengo investigando y realizando un documental experimental sobre la historia de mi familia, que como recalco siempre todos hemos sido tocados por la violencia en Colombia, por ejemplo, en la investigación sobre este trabajo que vengo desarrollando descubrí hace poco que mi papá llegó a Manizales a los 7 años producto del desplazamiento forzado de su familia, dado que mi abuelo (su padre) era apolítico en tiempos bipartidistas de mucha violencia.
En ese trabajo también indago sobre las muertes violentas de mis tíos maternos, lo que me lleva al primer recuerdo vívido que fue lo que determinó la realización de este trabajo aún en proceso, cuando le cuentan a mi madre que encontraron a mi tío en el Cauca tras un secuestro.
Revista Hekatombe: finalmente, ¿Qué les gustaría decirles a nuestras y nuestros lectores para que se animen a ver el documental?
Les invito a que lo vean y que lo compartan con quiénes se identifican y también quiénes piensan diferente, porque es posible ver el conflicto en Colombia desde el espectro de lo no polarizado, la objetividad, la otredad, encontrar matices entre las distancias, el cuidar y entender al otro, eso es lo que puede salvar a Colombia.
Aquí les compartimos el documental: