Alerta de spoiler
No es por nada, pero me considero una conocedora decente del mundo de las películas de acción, reconozco que alguna vez llegué a confundir Duro de Matar 2 con Duro de Matar 3, por eso no me digo experta.
Es que no solo me gustan, me encantan las películas de acción. Procuro verlas varias veces para emocionarme cuando encuentro coincidencias
Es que no solo me gustan, me encantan las películas de acción. Procuro verlas varias veces para emocionarme cuando encuentro coincidencias, como la pelea de Ethan Hunt en el ascensor en Misión Imposible III (2006) y la del Capitán América contra Hydra (2014), basadas en el enfrentamiento de John McClane contra uno de los maleantes de Hans Gruber en el Nakatomi Plaza, en Duro de Matar (1988).
He visto Centinella (2021) unas tres o cuatro veces y disfruto ver que las mujeres sean las que protagonicen toda la acción sin necesidad de muestras excesivas de sensualidad, como pasa, por ejemplo, en la versión de Tomb Raider (2001) protagonizada por Angelina Jolie, de hecho, me quedo con Alicia Vikander (2018) que se preocupa más por el dolor de las heridas que por posar.
Así que siempre estoy dispuesta a ver una buena o mala película de acción para evitar golpes, reírme o dejarla andar mientras estoy haciendo un bordado.
Hay muy buenas películas de “acción política”, como Z (1969), que cuenta con una de las mejores persecuciones en carro y a pie que he visto. También Estado de Sitio (1972), Batalla de Argel (1966), Batalla en Seattle (2007), Operación Ogro (1979) sobre el primer astronauta español. Por supuesto, no solo veo películas del norte global, también hay buen cine latinoamericano, 9 Reinas (2000) que no tiene nada que envidiarle a la saga The Ocean’s (2001).
Las únicas películas de acción que me he negado a ver son las de Rápido y Furioso (2001), aunque alguna vez alguien me dijo que la 1 y la 7 eran buenas. Así que siempre estoy dispuesta a ver una buena o mala película de acción para evitar golpes, reírme o dejarla andar mientras estoy haciendo un bordado.
Todo esto para decir que me vi con doble emoción la película sobre la vida de Lucio Urtubia, llamada Un Hombre de Acción (2022), y en términos generales puedo decir que me sorprendió
Todo esto para decir que me vi con doble emoción la película sobre la vida de Lucio Urtubia, llamada Un Hombre de Acción (2022), y en términos generales puedo decir que me sorprendió que una vida de película como la del albañil anarquista, que puso en jaque al Citibank, fuera tan mal retratada. 111 minutos de una historia lenta, con algunos conatos de acción, que no hicieron otra cosa que quitarle mérito a la audacia del protagonista, así como a su enorme contribución económica a los movimientos radicales que buscaban el cambio social.
Sin temor a equivocarme, me atrevería a decir que nadie en el set de grabación conoce la profundidad de las ideas que defendía Lucio, no han participado en una protesta y ni siquiera han visto una.
Sin temor a equivocarme, me atrevería a decir que nadie en el set de grabación conoce la profundidad de las ideas que defendía Lucio, no han participado en una protesta y ni siquiera han visto una. No digo que debieron salir el 1 de mayo y hacerse en la parte de atrás de la marcha, donde se ubican las y los ‘anarcos’, —ahí, justo en el tropel —, o como sea que funcione en España, pero sí que por lo menos debieron ver alguna película que les diera luces sobre la protesta, por ejemplo, NO (2013), El juicio de los 7 de Chicago (2020), o el intro de The Watchmen (2009).
También resulta molesta la actitud esperanzadora e inocente de Lucio en la película, como si su llegada a Francia no hubiera estado marcada por el escape del militarismo franquista y la rabia ante la injusticia. Fue reducido a un hombre que recita clichés «idealistas», hace las cosas solamente con las tripas y cuya principal influencia fue un «loco» —el gran Quico Sabaté— que se dedicaba a robar bancos. Ese es el argumento vacío de la película que procuró siempre dejar de lado la carga política que atravesó la vida de Urtubia.
También resulta molesta la actitud esperanzadora e inocente de Lucio en la película, como si su llegada a Francia no hubiera estado marcada por el escape del militarismo franquista y la rabia ante la injusticia.
Tal vez el objetivo era ese, no homenajear a un hombre valiente, sino retratar de la manera más escueta posible —y sin contexto real— la vida de Lucio, para terminar diciendo que una persona racional nunca haría algo así, porque, a la larga, la banca y el sistema siempre ganan.
Definitivamente no la recomiendo, parece una de esas películas que pasan por canal Space un domingo en la tarde, antes de Operación Cacería (1993) protagonizada por Jean-Claude Van Damme. Con decir que tiene más acción La Lengua de las Mariposas (1999) —solo que esta si tiene un gran contenido—.
Posdata: sé que nombré puras películas de acción dirigidas por hombres, así que recomiendo algunas dirigidas por mujeres, incluyo capítulos de series porque todavía se cree que el cine de acción es para hombres y las mujeres no disfrutamos de una buena pelea, destrucción y persecuciones:
- Una chica regresa sola a casa de noche – directora Ana Lily Amirpour (2014).
- Los capítulos 4, 5 y de Andor – directora Susanna White (2022).
- Los capítulos 3 y 7 de El Mandaloriano – directora Deborah Chow (2019).
- Zona de miedo – directora Kathryn Bigelow (2009).