Las opiniones expresadas en este artículo son de la columnista y no del equipo editorial de la Revista Hekatombe.
Se trató de un foro en la Universidad de los Andes. Empezó con unas palabras cortas de una mujer blanca y acomodada que ha estudiado el país y con ese tono característico de intelectual uniandina; seguida de Fidel Cano y su “la población afro donde se reúnen muchos de los males que vive Colombia”, tal vez quería decir algo diferente, pero empezó metiendo las paticas.
Cada una de las personas precandidatas tenía cinco minutos para hablar y luego les hacían tres preguntas, fin. La mayoría de las exposiciones estuvieron cargadas de racismo, machismo, aporofobia y ese tono de gomelidad rola o paisa, que habla desde el desconocimiento de la vida real y la comodidad.
Sobre las intervenciones:
Mauricio Cárdenas
El típico riquillo de esos que no tiene clase, no en términos de clase social, sino de estilo, de Flow. Por supuesto, habló de su rol como académico y sus objetos de estudio, contó que es profesor en la Universidad de Columbia y después de escuchar sus intervenciones queda claro que están muy mal de profes allá. Propone hacer más diagnósticos sobre la situación de las personas afro en el país. Aquí básicamente no hay racismo estructural, sino que la institucionalidad no ha ofertado bien los programas que existen.
Sinceramente, después de escucharlo estuve tentada a quitar el programa. Cada día se esfuerzan en que los debates, foros, charlas, lo que sea, presidenciales, sean más sosos y lentos, confieso que me hace falta el picante de Germán Vargas Lleras con su blin blin, desordenando la metodología y haciendo parche con Petro para burlarse de los demás. Por culpa de esa pésima calidad de debates, mis comentarios pierden chispa y parecen el resumen de una asamblea eterna.
Alejandro Gaviria
No puedo con él, a Fajardo le reconozco la creatividad de escribir en servilletas, pero es que este man si es que no tiene gracia. Aplaudo que eliminó el rubor y ya se ve más decente, creo que eso es lo único. Él hizo equipo con Mauricio Cárdenas, claro, ambos ministros de Santos, pues no se van a sacar los trapitos.
Dice: “la paz es una promesa incumplida a las comunidades afro y todo es culpa del actual gobierno”, le faltó agregar la expresión “hermano”, tener un buso de Kung Fu Panda y lágrimas en los ojos para actuar igualito a Claudia López. Si Gaviria llega a ser presidente, cosa que no va a pasar, la culpa de todo la van a tener Petro y Duque, así, tal cual, póngale la firma.
Obviamente, para este “intelectual” que revolucionó las ciencias sociales, en Colombia no hay racismo estructural, sino falta de generación de capacidades y explicó, según él, que algo increíble hicieron los de la Universidad de los Andes y dijo en otros términos, algo que se puede traducir en jerga de a pie como: ”Solo Andes Lokas”.
Juan Manuel Galán (el que es el menos galán de los hermanos)
Pues empezó con un enfoque muy internacional, imitando la pésima estrategia de Lara en el debate sobre brutalidad policial. Habló más de Estados Unidos que de Colombia, además lo hizo mal y desde el racismo y la aporofobia, algo espantoso. Dijo algo así como que las personas negras son muy valiosas y por ejemplo Rosa Parks, Martin Luther King o una referencia equivocada de Vivian Malone. Que hasta pueden llegar a la presidencia como Obama. Se nota que, como los demás candidatos blanquitos no se prepararon, pillaron unas cifras y ya. Es que pudo nombrar por lo menos a Benkos Biohó y aclarar que no se refería a Israel Zúñiga, el senador de Comunes.
Esa intervención estuvo tan espantosa que da pena hablar más de ella. Sus argumentos claramente fueron extraídos de recuerdos vagos de películas y series de policías como de los noventa.
Jorge Enrique Robledo
Saber cómo están formulados los Tratados de Libre Comercio, conocer Quibdó o ser profesor universitario no significan que alguien tenga el país en la cabeza. Salió con que no hay racismo estructural, sino que, si la gente afro está en la mala, no es por el racismo, es porque son de Colombia. Al menos los otros candidatos trataban de disimular un poquito su racismo, pero Robledo no y hablaba con orgullo. Dice que va a eliminar el racismo con cuatro años de poemas y canciones a lo que marque. Queda la certeza de que el actúa desde el ejemplo, indicó que quienes sean racistas serán puestos en ridículo y pues él hizo el ridículo de principio a fin.
Jhon Milton Rodríguez
No hay mucho que decir de un pastor de Colombia Justa y Libre. Pues trató de verse bien, pero salió con lo típico, comentarios segregacionistas, del tipo “no soy racista, pero hasta he tenido jefes negros”. Tampoco existe el racismo estructural, sino que el problema es que falta fortalecer el emprendimiento.
Enrique Peñalosa
Fue el representante de la Coalición de la Experiencia, de la que se puede decir con toda seguridad, no aprende. Él es lo que es. Habló de canchas sintéticas que se iluminen por la noche, debe ser algo así como una pista de aterrizaje para las licuadoras voladoras. Tenía unas hojas para hacer la copialina pero no estaban bien escritas o la letra era muy pequeña. Dijo algo de la Universidad de Quibdó, pero me imagino que hablaba de la UTCH y ni siquiera comentó ninguno de los problemas que tiene.
Dictó una breve cátedra sobre la tenencia de la tierra en la Unión Soviética para, de una zancada, hablar de la necesidad de que las comunidades se organicen gerencialmente para conseguir inversionistas. En ese afán de explicar su idea, entendí que se trata del feudalismo 6.0.
Puso a Guayaquil como ejemplo de progreso, no sé si sea un guiño a los gobiernos de Rafael Correa. Lo cierto es que está obsesionado con la palabra obsesión, lo que me lleva a pensar que antes del debate escuchó alguna canción referente a este tema, pero seguro no fue la de Miguel Mateos.
Francia Márquez
No se puso de pie para hablar, no lo necesitó para pegarles la levantada de la vida. No les dijo perro, pero les mostró el tramojo, como decía mi abuela. Les explicó que estaban prometiendo lo mismo de siempre, que son hombres blanquitos y privilegiados incapaces y sin interés de nada, que todo lo piensan desde Bogotá.
No le bastó con tratarlos mal, sino que además les enseñó. Cada palabra de Francia emociona, zarandea, conmueve, es tan poderosa que tuve que evitar que se me escurrieran las lágrimas de la emoción. Qué diferencia con el debate sobre la brutalidad policial.
Habló de formas organizativas comunitarias, de justicia distributiva, de reparación, profundización de la democracia, etnodesarrollo. Gaviria quedó sano cuando ella le dijo que no entendía por qué les daban la plata a las universidades como los Andes y no a las públicas. Sobre la salud dijo que toca “erradicar” las EPS, mencionó la salud propia.
Dijo que negar el racismo es ser racista.
Si yo fuera la moderadora, habría pedido a todos los blanquitos y blanquita, que hicieran una fila para que Francia terminara su intervención dándoles una cachetada con el dorso de la mano, eso era lo correcto. En la fila no estaría Petro, porque él no es blanquito, aunque a veces si quiere parecer uno con esas amistades que se levanta.
Francia estuvo genial. Que espacios tan difíciles en los que está, debatir con personas horribles que se han formado para esto, que lo han tenido todo. Ella no se deja provocar, es impresionante, admirable.
Gustavo Francisco Petro
Pues normal, estuvo muy bien. Atacó a Gaviria y se puso de pie con esa pose coqueta con el público y que resulta engreída para la persona atacada. Como siempre deslumbró con sus frases bonitas: “Esa manera blanca y bogotana de mirar el territorio”, “en el verdadero nombre de la paz, hay que garantizar los derechos de las gentes”.
Dilian Francisca
Muy flojita, solo se le nota que fue gobernadora porque lo dijo. Propuestas bobas y no entiendo cómo se tomó más tiempo del estipulado para decir nada.
Recomendaciones a las y los precandidatos
Juan Manuel Galán: las series y películas gringas de policías de los 90, no son buenos referente para entender la situación de la población afro del país. Busca en Google «racismo estructural» y lee, para que te tengas una opinión informada.
Mauricio Cárdenas: el problema no es que falte una buena estrategia de comunicaciones para que la gente conozca la oferta institucional. Porfa también busca en Google qué es racismo estructural y busca «interseccionalidad» o escucha atentamente las intervenciones de Francia Márquez para que entiendas de qué se trata.
Alejandro Gaviria: no todo es la Universidad de Los Andes, así que saca la carita de allá y mira a tu alrededor. Deja de insistir que es necesario instalar capacidades, porque así demuestras que el incapaz eres tú por no ver el racismo estructural.
Jorge Enrique Robledo: toca preparar mejor las intervenciones y leer sobre racismo estructural, por ejemplo, la Universidad del Valle tiene unos textos rebuenos.
Jhon Milton Rodríguez: pues debes ser de los que creen que Jesús era todo rubio y de ojos claros… Dices que no eres racista y luego sales con un «peeero». No sé ni qué recomendarte.
Enrique Peñalosa: deja de ver oportunidad de negocio en todo. Es de muy mal gusto. Prepara mejor la copialina, procura usar letra más grande y con doble espaciado para que alcances a leer.
Francia: qué fuerza, qué power, qué actitud. Sigue así.
Gustavo Petro: como siempre, impresionante. Punto a favor, reivindicaste la importancia de la autonomía para las comunidades. Punto en contra, comparar la adolescencia con el desarrollo de la autonomía comunitaria. Por lo demás, muy bien solo a ti te queda bien desparramarte en la silla.
Dilian Francisca: estuviste, pero no estuviste. Respeta los tiempos de intervención, hablar más de la cuenta para decir nada, pues no aguanta.
Espero que mejoren los debates porque si siguen así pues no vale la pena ni verlos. Creo que deberían invitarme a moderar un debate, nos reiríamos y todo, sería la espectacularización de la política, pero en un plan tranqui y divertido.