¿Qué pasa debajo del puente de la carrera 30 con calle 6? Pasa el río casi seco y mal oliente, las ratas, la basura, y ¡claro! los habitantes de calle, en otras palabras, pasa el olvido de los de arriba del puente.
Entre recuerdos y olvidos
“Debajo del puente, en el río
hay un mundo de gente,
abajo, en el río, en el puente”
Pedro Guerra
Hasta hace unos días, para la mayoría, por no decir totalidad, de los de “arriba” su paso se nos había vuelto casi imperceptible, precisamente como es olvido, lo que pase debajo del puente no es una preocupación diaria, no hace parte del corre corre de la mañana para llegar a tiempo al trabajo, que entre otras cosas es un afán que dura la vida misma.
Pero todo eso cambió cuando el alcalde, con ánimos de embellecer la ciudad, se acordó de ellos, no como quien olvida a una persona y en seguida la busca o la llama para resarcir su error, ¡no! El recuerdo se encontraba alojado en los márgenes de la memoria y por lo mismo, la forma de asumirlo ha sido moverlo una y otra vez, sin lograr eliminar el malestar que produce.
Sin embargo, fácilmente podríamos atribuirle únicamente al alcalde esta forma de recordar y olvidar, y aunque él tampoco debe “darse el lujo” de olvidos intencionados, nosotros, que también estamos arriba del puente, hacemos parte del problema, de eso que tanto incomoda y que ahora se ha convertido en un reclamo por la falta de seguridad.
Ahora, ¿Cuál es la noción de seguridad en una ciudad que es habitada arriba y abajo de los puentes?, ¿seguridad de quién?, ¿para quién?, ¿Quién protege a quienes habitan la calle?, ¿o es que su situación de pobreza, a los ojos de los de arriba, los ha reducido a la inseguridad de la ciudad? ¿será que estar al margen de la memoria, de la ciudad, no es estar inseguro? porque ¿de dónde viene este fenómeno?
Si bien existen otras problemáticas asociadas a ésta, como el consumo y tráfico de drogas, la explotación infantil, etc., la complejidad de los hechos implica necesariamente considerar a los de abajo del puente como una consecuencia de la lógica en que vivimos los de arriba del puente y no como casos aislados, individuales, donde la solución se reduce a adaptarlos “a la sociedad sana de donde partieron un día renunciando, como tránsfugas, a una vida feliz!” (Freire, 1970, p.69)
De pronto hay que mirar para otro lado, de pronto los de abajo del puente no son la enfermedad, ni están tan “fuera de” como aparentemente vemos todos los días, al contrario son “parte de” y un reflejo de lo que somos.
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Vanessa Laverde. Integrante de la REVISTA HEKATOMBE.
Existencialista.