La acción es mejor que la ilusión ¡Porque las COP son un asco!

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El discurso del presidente Gustavo Petro en Egipto, ha sido ponderado en medios de periodismo alternativo. Siguiendo la tónica del dado en la Asamblea General el pasado mes de septiembre, el presidente Petro concretó sus apreciaciones en una propuesta real y específica, pero no nos detendremos en ella porque reconocemos en nuestro Presidente no solamente conocimiento y claridad para abordar el tema, sino una buena dosis de osadía, bastante optimismo y mucha dignidad para dirigirse en la forma como lo hizo, en la Reunión de la COP27. Ya era el momento de sacar a Colombia del cajón de la vergüenza mundial a que la llevó Duque con sus intervenciones falseadas y ridículas.

Pues nosotros y todo el resto de ese enorme conjunto de pueblos diversos, la mayoría tropicales, somos la plebe, no contamos para nada y solamente hemos recibido (y seguimos recibiendo) garrote y migajas

Pero con todo ello, la realidad no deja nada esperanzador. Porque la realidad es que la rimbombante COP 27 es un asco, que más bien debería llamarse rueda de negocios de empresas petroleras, carboníferas y gasíferas, que la inundaron con sus representantes como nunca antes. 

Y tras el telón, pues lo mismo de siempre: el planeta es el reino occidental donde el rey (USA) hace lo que le da la gana, y tiene unos príncipes, que en su momento fueron reyes (Inglaterra, Francia, Alemania…); también están los príncipes orientales (China y Rusia), los cuales quieren la corona y para eso mueven a sus pequeños ducados. Ah, y otro príncipe oriental que juega a tres bandas: India. Como en el cuento de hadas más escabroso y perverso que se pueda imaginar. ¿Y nosotros? Pues nosotros y todo el resto de ese enorme conjunto de pueblos diversos, la mayoría tropicales, somos la plebe, no contamos para nada y solamente hemos recibido (y seguimos recibiendo) garrote y migajas, a pesar que el rey y los príncipes han hecho su riqueza con la expoliación de nuestros territorios y nuestras comunidades.

Ni menos por medio de los organismos que ellos mismos crearon para organizar el asalto económico: FMI y BM

Así de sencillo. Entonces, esperar que unos agiotistas tenebrosos como son los países/corporaciones ricos nos regalen algo de lo que nos prestaron —porque el colmo de todo es que además de robarnos nuestra naturaleza y de destruir culturas y comunidades, nos obligan a pedirles dinero prestado, llamándolo “desarrollo”— suena a chiste. 

Ni menos por medio de los organismos que ellos mismos crearon para organizar el asalto económico: FMI y BM. Pero, lógicamente, ellos no van a rechazar tajantemente la propuesta, hasta se atreverán a elogiarla, mientras van planeando nuevos mecanismos de colonización y despojo, como los ya conocidos Bonos de carbono, REDD y REDD+. Propuestas como la de Petro y Mia Mottley (Barbados) corren el gran peligro de ser convertidas en inversiones en mercados de carbono para reforzar el “colonialismo del carbono” (ver https://www.wrm.org.uy/es ).

Y prueba de ello es que es francamente vergonzoso que se llega a la Reunión #27, y todas las anteriores no han servido para nada: solo discursos, palmaditas, la foto oficial, el cóctel, las reuniones de trabajo. Gastar la plata en pendejadas.

Y es que a los gobiernos de los países imperiales les importa un carajo el medioambiente, la naturaleza o la biodiversidad, salvo como medios para acrecentar sus negocios y mantener activa la economía capitalista de acumulación por despojo. No les interesa sino el capital. Y prueba de ello es que es francamente vergonzoso que se llega a la Reunión #27, y todas las anteriores no han servido para nada: solo discursos, palmaditas, la foto oficial, el cóctel, las reuniones de trabajo. Gastar la plata en pendejadas. Pero aterrémonos más: ¡la unión europea acaba de decretar como limpias la energía nuclear y la derivada de la combustión del gas metano (el famoso gas natural). Pronto decretarán que el carbón y el petróleo son fuentes casi limpias, o algún absurdo similar.

Lástima que Egipto esté tan lejos, porque no ameritaba que fuera una delegación colombiana tan nutrida y tan llena de oportunistas y especuladores, era suficiente con Petro, dos ministras y dos funcionarios especializados.

Me permito salir del cuento de hadas tenebroso y hablar para adultos: el Estado es una creación de la modernidad capitalista eurocéntrica, y a raíz de la organización del sistema mundo que hizo el poder hegemónico, nosotros tenemos un Estado vasallo. Se pueden hacer acuerdos binacionales o regionales, pero eso no va a pasar de algo similar a cuando se reúnen las matronas de un pueblo y acuerdan no pisar el jardín de Pepita los días domingos. Lástima que Egipto esté tan lejos, porque no ameritaba que fuera una delegación colombiana tan nutrida y tan llena de oportunistas y especuladores, era suficiente con Petro, dos ministras y dos funcionarios especializados. Pero ya dirán los medios independientes que fue enriquecedor asistir a la reunión y que se lograron unos acuerdos importantísimos, como los mil o más acuerdos que desde el siglo XX ha firmado Colombia. Y los medios tradicionales al servicio del poder oligárquico, que se colaron en la delegación, acaso hablarán de la corbata que usó o no usó Petro, o que no apareció en la foto, o que estuvo hablando con un jefe de estado de un país africano donde hace 300 años había antropófagos.

El pueblo es quien debe asumir la responsabilidad de cambiar el sistema, y claro, también los costos de ello.

El pueblo es quien debe asumir la responsabilidad de cambiar el sistema, y claro, también los costos de ello. Pensar que este sistema mundo tan bien descrito por Immanuel Wallerstein, va a tener una mejoría a partir de uno de sus pólipos, las COPs, es un cuento más increíble aún. Otra prueba de ello, es que el país sede de esta COP27 está regido por una dictadura, que ha encarcelado a centenares de activistas ambientales que pretendían alzar su voz reclamando verdaderas soluciones a la crisis climática y sus problemas asociados (extinción de especies, pérdida de recursos hídricos, sequías aquí e inundaciones allá, hambruna…). 

El pueblo debe abandonar el Estado y crear otro tipo de relaciones sociales basadas en la convivialidad, la reciprocidad, la equidad interespecies, la agroecología, y por supuesto la verdadera justicia, a partir de pequeños puntos de transición a otra civilización, diseminados por el mundo, un mundo de muchos mundos. Comunidades como las ecofeministas deberían salir un poco de su ámbito y ayudarnos a quienes no tenemos ni su experiencia ni su recorrido de luchas por la resistencia hacia la re-existencia. Hay mucho por hacer, y esto representa no una certeza, sino la posibilidad de construir espacios de vida que valgan la pena vivir.

Lo contrario es simplemente sentarnos a esperar la COP28 para ver sus imágenes en la televisión, … siempre y cuando en ese momento dispongamos de electricidad, y si es que entonces aún tenemos televisor.

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