Esta es una respuesta al artículo de opinión de la Silla Vacia “Detector a la entrevista de Petro en la W”.
Un atentado como el que le hicieron a Gustavo Petro en Cúcuta es algo gravísimo en un país que saca pecho por su régimen democrático como lo es Colombia. Especialmente con una historia como la nuestra en donde han sido asesinados candidatos presidenciales y líderes políticos fundamentales para entender la construcción de nuestra enrevesada realidad de los últimos 100 años como Uribe Uribe, Gaitán, Guadalupe Salcedo, Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro o Galán. Un país en el que parte de su guerra se explica por la exclusión política de las mayorías en las decisiones que siempre toman los mismos con las mismas.
Es gravísimo en un país como el nuestro que exterminó a un partido como la Unión Patriótica en un genocidio que todavía no judicializa a sus máximos responsables, un país que en medio de un dificilísimo intento de cerrar las heridas de una guerra civil que no termina y un proceso que desarmo a la guerrilla más antigua y grande del continente, un país que sigue contemplando pasmado como asesinan a los líderes que en los territorios diversos que tenemos defienden la vida y sus riquezas; mientras el gobierno de turno afirma sin descaro que los matan por líos de faldas.
Un país en donde el mismísimo presidente de la republica interviene en política afirmando algo tan grave como que Petro se está victimizando, si, en ese país, un medio como la Silla Vacía haga pasar su opinión por trabajo periodístico y minimice el acontecimiento atendiendo a un cálculo electorero. La Silla Vacía se olvida no solo de su función social que es decir la verdad y nada más que la verdad como medio de comunicación, sino también del país al que le comunica su posición ideológica.
El artículo citado de la Silla Vacía no es periodismo sino sobre todo opinión ya que más que deconstruir las posibles mentiras de una entrevista que le hace la W a Gustavo Petro este medio de comunicación al que personalmente le tengo respeto por la credibilidad que se ha ganado y su capacidad para sobrevivir como negocio en medio de gigantes, demuestra sobre todo su posición política en estas elecciones, que no condeno, pero si preferiría que nos dijeran de una vez a quién apoyan en vez de hacer ejercicios tan tristes como el ya mencionado y posar de imparciales.
La Silla Vacía comienza afirmando que de 7 afirmaciones “chequeadas” 1 es “apresurada”, 1 “inchequeable”, 1 “exagerada”, 2 “falsas” y 2 verdaderas, pero “con salvedades”.
En la primera afirmación dicen que es discutible que sea un atentado, eso demuestra de entrada mala fé, puesto que sea lo que sea que haya impactado el vidrio, era suficiente para hacerle mucho daño a alguien, máxime si iba dirigido a la cabeza.
En la segunda, sale con una serie de alegatos técnicos sobre los tipos de blindaje. Lo curioso es que cuando uno va a comprar un vidrio blindado, claramente le ofrecen nivel 5. ¿Pero qué tiene que ver el nivel del blindaje, cuando circulan videos en internet que comprueban que difícilmente un vidrio blindado sufre esa magnitud de daño con una piedra? Si una piedra pudiera hacer un daño como ese, ya habrían matado como 4 o 5 veces a Rodrigo Londoño a pedradas los extremistas de derecha que sabotearon su campaña presidencial.
La tercera ni hablar, un derecho fundamental no puede ser limitado por ninguna ley, para eso es un derecho fundamental, y ahí dicen para completar sin ningún asomo de vergüenza y demostrando su talante conservador que falta una ley que limite ese derecho. Bajo ese “argumento” limitemos las consultas, las revocatorias, y acabemos con los pocos instrumentos democráticos que nos quedan o de exigencia como la tutela.
La cuarta es como desmentir a alguien que hace una estimación con otra estimación. Eso no es periodismo, y menos para ofrecerlo como «detector de mentiras», es opinión política. Repito, y es importante, si ya tienen candidato pues declárenlo, pero no recurran a la mala fé para desprestigiar a los demás. Lo transparente no es posar de imparciales sino demostrar con argumentos su posición. En ese caso, no muestran ni una sola evidencia que refute la afirmación de Petro, simplemente otra opinión sobre el número de buses.
Además, ¿qué tiene que ver el número de buses, pueden ser 10 o 1000, ¿el número de buses cambia el hecho sustancial de que fue un atentado? No, en ninguna lógica. Sin embargo, decir que Petro exagera, dice verdades a medias o miente, sí contribuye a bajarle la importancia a un atentado contra un candidato presidencial. Entre eso y decir que los asesinatos de líderes sociales son por «líos de faldas» hay una pequeña, muy pequeña, diferencia de grado, pero la misma mala fé.
Hace rato que quería escribir esta respuesta para la Silla Vacía. Siento que sea hasta ahora que logro sentarme a hacerlo. Espero que la lean y ojalá respondan.
*Nota editorial: las opiniones expresadas por el columnista no representan el medio.
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Shameel Thahir Silva | @ShameelThahir | Amigo de la casa Hekatombe.
Politólogo y Magister en Estudios Políticos Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Colombia. Ciclista urbano. Enamorado de Bogotá y con ganas de servirle a su gente. Preocupado por un país en donde quepamos todxs.