El 2 de septiembre se celebró una rueda de prensa con motivo de la puesta en libertad del profesor del departamento de sociología, Miguel Ángel Beltrán, quien fue privado de la misma por supuestos nexos con las FARC, a partir de evidencia ‘sustraída’ del computador de Raúl Reyes, que lo inculparía del delito de rebelión.
El profesor fue absuelto del delito por un fallo de la Corte Suprema de Justicia como “cosa juzgada”. Ahora se encuentra a la espera de la decisión del Consejo de Estado frente al acto de la Procuraduría General de la Nación sobre su destitución como profesor de la Universidad Nacional de Colombia, que además fue acatada por las directivas de la institución –a pesar de su prominente hoja de vida académica-.
Para presionar al Consejo de Estado, la defensa del académico apelará al fallo de la Corte Suprema de Justicia, así como a la firma de respaldo de cientos de intelectuales del mundo, sumado a ello la defensa indicó que: “la justicia colombiana debe diferenciar entre las posturas divergentes, como la de Miguel Ángel Beltrán, de las posturas insurgentes”.
Miguel Ángel Beltrán señaló en la rueda de prensa que aún continúan cientos de luchadores sociales privados de la libertad en “las tumbas vivientes”. Invitó a los medios corporativos de comunicación a “deponer sus odios” ante la estigmatización y satanización no solo de sus nombre, sino del pensamiento crítico y disidente en general.