22 de enero de 2023. En el marco de las protestas en Perú —en las que se exige la renuncia de la presidenta Dina Boluarte; la renuncia del Congreso; y la convocatoria anticipada de elecciones y a una Asamblea Nacional Constituyente—, el 17 de enero las y los estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ubicada en Lima, se tomaron el campus en solidaridad con los sectores populares movilizados en las zonas andinas y rurales del país.
El 21 de enero, por orden presidencial, la policía ingresó violentamente a la Universidad con el propósito de desalojar a las delegaciones nacionales y al cuerpo estudiantil que se encontraba en el lugar.
El 20 de enero, el estudiantado se organizó para recibir a las y los manifestantes que llegaban a la capital con la Marcha de los 4 Suyos (les invitamos a revisar nuestra publicación pasada «Desde Colombia con el Corazón en Perú»). El 21 de enero, por orden presidencial, la policía ingresó violentamente a la Universidad con el propósito de desalojar a las delegaciones nacionales y al cuerpo estudiantil que se encontraba en el lugar.
Para el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO): «La entrada de la policía a la sede universitaria es una violación flagrante de la autonomía y un nuevo aumento de la violencia que ya se cobró mas de 50 muertos».
En el desalojo, las y los manifestantes fueron esposados y obligados a arrodillarse o tirarse al suelo boca abajo, según señaló un comunicado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la misma universidad. Posteriormente fueron trasladados para ser detenidos en la prefectura de Lima.
También se encuentran detenidos tres periodistas que estaban cubriendo el desalojo violento. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos sostuvo que, incluso, hay denuncias según las cuales la policía obligó a mujeres a desnudarse mientras eran detenidas. La Coordinadora también asegura que no se les permitió ingresar para acompañar el operativo.
Mientras esto pasaba, sectores universitarios de la ciudad de Puno se autoconvocaron para trasladarse a Lima y acompañar a las personas detenidas.
Se estima que por lo menos serían 205 quienes están privados de su libertad tras la represión en la Universidad.
Insistimos: desde Colombia con el corazón en Perú.