¿Salario emocional? Parece que el genio malinterpretó mi deseo

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Buscando motivos para acumular más rabia frente a las dinámicas actuales del trabajo, claramente encontré otro que se añade a mi lista interminable y que no puedo guardarme. No puede ser que me deprima sola cuando también puedo generarles otras crisis a ustedes.

En Colombia existe una vaina llamada Superintendencia de la Economía Solidaria, o Supersolidaria, que se encarga de que la cosa vaya bien con las cooperativas, fondos de empleados y mutuales. Resulta que esta pipol el año pasado sacó un documento llamado “Guía de salario emocional”. Me había topado hace un tiempo con el concepto e hice cara de sin esquinas, de cuatro letras, del Anubis, o como le quieran llamar. De entrada, eso me sonaba a que en lugar de pagarme bien, me darían emociones, y yo creo que ya el trabajo me ha hecho millonaria en lágrimas, así que perdónenme todos, no acecto.

Me puse a leerlo, como si no tuviera más cosas para perder el tiempo, y vaya joyita esta. El objetivo de la guía es este: “generar estímulos motivacionales aplicados al talento del capital humano de la Supersolidaria, a través de beneficios que permitan fortalecer el sentido de pertenencia de los funcionarios y funcionarias y la apropiación de su trabajo, para que de forma innovadora se promueva su bienestar laboral y familiar”.

Para empezar con mi deporte favorito, que es lanzamiento de mierda a distancias impensables olímpicamente, esta vuelta del capital humano nos ha hecho mucho daño. El capital es lo que usamos para producir, y claro, ahí está nuestra fuerza de trabajo que en un sistema capitalista es vista como un recurso más a explotar. Nunca les han importado nuestras emociones, lo que importa es cómo explotar todo lo posible esta fuerza para que se acumule el mayor de los capitales, según ese punto de vista. Así que…empezamos mal.

Por otro lado, se busca motivar a la pipol para que su sentido de pertenencia aumente y se apropien de su trabajo. Nea, si una empresa no es mía, si los medios no son míos, si la riqueza no es para mí, ¿por qué yo habría de tener sentido de pertenencia? Trabajo porque necesito el salario para cubrir las necesidades que este sistema horrible creó, no porque ame trabajar, así que menos voy a querer un espacio que otro ser creó porque tuvo los privilegios para hacerlo, a cambio de que mucha gente solo tenga para ofrecer su cuerpo, su fuerza y su energía. Esta película de amar el trabajo para no sentir que trabajamos ningún día…bebé, el niño dios son los papás.

Avanzando más en la guía, hablan y hablan del bienestar de les trabajadores, pero ¡ojo! Esto se gana, no es algo a lo que tengamos derecho por el hecho de entregar cada día nuestra fuerza de trabajo y energía vital, no, esto es una especie de boleto que compras con tu sudor, como un raspa y gana que puedes redimir en alguna vaina. Les daré ejemplos concretos. La Supersolidaria creó una tabla de incentivos y salario emocional, en la que a cambio de participar en actividades puedes canjear premios por la cantidad de puntos acumulados.

Así, si “colaboras” como capacitador interno durante cinco jornadas, recibirás un día de descanso al final del semestre o 50 puntos. Crear iniciativas innovadoras que aporten “valor agregado” a las y los funcionarios, puede llevarlo a participar en un concurso en el que por medio de encuesta se elegirá la iniciativa ganadora y a cambio tendrá un reconocimiento a fin de año, o 100 puntos. También, si hace aseo a los puestos de trabajo o participa en inspecciones de orden o en simulacros de emergencias, puede tener hasta 60 puntos.  ¡De repente me dieron unas ganas de trapear!

¿Qué se gana la pipol con los puntos? Más ejemplos. Si usted acumula 400 puntos, puede canjear un “Bono combo de pizza y gaseosa para compartir en familia” o un “Bono de Cine Colombia para dos personas”. Por 600 puntos puede tener un bono para actividades deportivas. Pana, yo montando en bici gratis para ir a camellar…y sin puntos (miau miau miau miau).

Quisiera que esto fuera un chiste o una historia inventada para entretenerles, pero no, es una de las estrategias que hoy abundan en el mundo del trabajo para nombrar con eufemismos las “innovadoras” acciones con las cuales buscan sobre explotarnos. Si una empresa en serio está pensando en que la gente no la pase tan mal, ¿por qué no le brinda opciones a la gente sin que tenga que trabajar más por ello? ¿por qué le llaman “pertenencia” a hacerle aseo al puesto de trabajo si eso no está en mi contrato? ¿por qué nombran como “apropiación del trabajo” una serie de actividades humillantes con las que creen que voy a amar el lugar donde me explotan? ¿Por qué no le pagan dignamente a la gente? Esto es un trabajo, no es mi familia, no es mi deseo estar ahí necesariamente, preferiría estar descansando, así que no, no amo el trabajo, ni admiro estas estrategias del conductismo barato donde me tratan como a una mascota. Dejen de tratarnos como pendejxs.

Cansadxs del mundo, ¡dormíos! No les creas.

Referencia bibliográfica

Superintendencia de Economía Solidaria. (2024). Guía de salario emocional 2024. Recuperado de https://www.supersolidaria.gov.co/sites/default/files/data/20240416_guia_salario_emocional.pdf