Triunfo de la izquierda y derrota de la derecha y el centrismo
19 de diciembre de 2021. En Chile es presidente Gabriel Boric. Fue el candidato de «Apruebo Dignidad» —haga de cuenta algo parecido al Pacto Histórico, guardando las debidas proporciones—, representó en la contienda electoral a los sectores progresistas y derrotó al candidato de extrema derecha José Antonio Kast, conocido por defender el modelo económico neoliberal que llevó al estallido social, y por reivindicar la dictadura de Pinochet —esa misma que recuerda con cariño la extrema derecha colombiana—.
Boric fue uno de los líderes durante las movilizaciones estudiantiles de 2011, poco después llegó al legislativo chileno. Sería Boric uno de los referentes del Frente Amplio que acordaría el pacto con los sectores de derecha que daría paso a la Asamblea Constituyente.
Contrario a lo que se dice en medios, Boric no representaría «a la extrema izquierda» sino a una socialdemocracia no necesariamente anti neoliberal pero sí crítica del neoliberalismo, es decir, de las políticas privatizadoras de lo público; de la reorganización del Estado para la reducción del gasto social y el apoyo, vía beneficios fiscales, a la banca, a las grandes empresas y a las compañías transnacionales de extracción minera.
Su postura política se puede entender en el marco de una nueva socialdemocracia crítica del neoliberalismo, que rompe con la vieja socialdemocracia que en el caso chileno acordó la «Concertación».
En Chile la «Concertación» es entendida como el acuerdo entre los partidos herederos del pinochetismo con los socialdemócratas que para garantizar una supuesta transición democrática, emitieron medidas que buscaban no afectar ni el neoliberalismo que dejó la dictadura, ni el trato estatal de carácter autoritario hacia la protesta social.
En su discurso de triunfo, Gabriel Boric habló en contra de la desigualdad y la violencia de género ya favor de la diversidad, señalando que su gobierno tendrá un trabajo articulado con organizaciones feministas.
En síntesis, el candidato perdedor, José Antonio Kast, se mostró como heredero de Pinochet, mientras que Boric y su coalición se mostraron como defensores del legado del gobierno socialista democrático de Salvador Allende y la Unidad Popular.
Honduras
En Honduras ganó la candidata de izquierda en las elecciones del pasado 28 de noviembre. Se impuso al candidato conservador Nasry Asfura. Se trata de Xiomara Castro, quien construyó una alianza de centro izquierda, en la que la izquierda tiene mayor peso. Honduras viene de una sucesión de gobiernos autoritarios de derecha, que estaban acompañados de fuertes protestas frente a sus políticas neoliberales.
Esta sucesión comenzó tras el golpe de Estado al mandatario nacionalista de izquierda Manuel Zelaya, quien en ese entonces estaba alineado a los gobiernos progresistas / desarrollistas latinoamericanos. El partido Libertad y Refundación —que nace del Frente Nacional de Resistencia Popular, con integrantes del Partido Liberal de Honduras en alianza con organizaciones de izquierda— llega al gobierno reivindicando esa herencia así como las banderas de socialismo democrático, poder popular y soberanía nacional ante la injerencia en la política interna hondureña por parte de los Estados Unidos.
Xiomara Castro fue candidata presidencial previamente, fue presidenta del sector de mujeres de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, militante del partido liberal en sus años de juventud, y en el 2009 participó en la conformación del Frente Nacional de Resistencia Popular que se opuso al golpe de estado contra Manuel Zelaya, su esposo.
En la misma línea de Boric en Chile, Xiomara Castro llega con un discurso de crítica al neoliberalismo —cuyas políticas se profundizaron tras el golpe—, y en favor de la orientación económica estatal para el beneficio de la mayoría social y no solo de la banca y las grandes empresas. También es fuerte el componente de derechos hacia las mujeres y las diversidades sexuales, en los ámbitos reproductivos, económicos y políticos.
En Chile y en Honduras las candidaturas ganadoras compitieron con la derecha, mientras que el centro purista quedó en tercer lugar. En ambos programas se incluye tanto un fortalecimiento de lo público y lo común, como un respaldo estatal hacia el impulso de microempresas.