Las películas antisistema como Divergente o los Juegos del Hambre, normalmente tienen, a grandes rasgos, dos momentos, el primero es cuando se dan cuenta que es necesario un cambio y deciden levantarse contra el sistema (es cuando la gente se emociona y se da cuenta de las coincidencias entre la vida y la peli) y el segundo es cuando llevan a pensar que la violencia es mala y estaban exagerando un poquito al principio (es cuando la gente sale del cine tranquila porque soltó toda la rabia y vio un final feliz y pacifico). Además ahora las protagonistas son mujeres valientes, acompañadas de un hombre que militarmente es un hit, en el caso de la primera o dejan al que es un hit o se quedan con el que está lleno de sentimientos y no es valiente, en el caso de la segunda.
Ahora con Sense8 de las hermanas Wachowski la cosa es completamente diferente. Su estilo lo vimos en Matrix, más allá de los increíbles efectos especiales, existe una verdadera lucha entre las máquinas y Sion, en ningún momento le bajan el nivel a las películas con mensajes desmovilizadores, a pesar de la muerte de Trinity y el sacrificio de Neo. En Sense8 continúan con la misma onda.
Más allá del increíble erotismo de la serie, de esos cuerpazos perfectos, Sense8 es una serie antisistema con toda. Rompe con los esquemas tradicionales de interacción y comunicación, pone entre nosotros personas diferentes que se deben esconder porque somos el enemigo, habla sin tabúes de la sexualidad, del amor con Lito y Nando, con Nomi y Amanita. Y lo más interesante, ante la persecución toman medidas de hecho para protegerse, medidas que van hasta el secuestro de Whispers para rescatar a Wolfgang y terminar la persecución a los sensorium.
No nos digamos mentiras, Netflix no terminó Sense8 tan de repente por temas de presupuesto, tampoco por las demoras en la producción, ni porque no tuviera éxito, pues se convirtió en un fenómeno mundial. Sense8 tocaba temas que no se deben tocar, como el hacktivismo, como polìtica de izquierda y las mafias del agua con Capheus, como la industria farmaceútica con Kala, como la unidad de acción, ocho personas de diferentes partes del mundo que sin centrarse en lo que los divide, como el idioma, profesión, clase social, intereses, se centran en lo realmente importante, protegerse y proteger a los demás sensorium.
El anuncio de la plataforma me hizo pensar en la cacería de brujas del cine estadounidense, liderada por el Senador Joseph McCarthy (1947 al 1957), cuando las películas debían pasar por un comité de censura (Comité de Actividades Antiamericanas – HUAC, House of Un-american Activities Committee –) que verificaba si cumplían o no con los “valores americanos” o tenían vínculos con el comunismo.
Solo queda esperar que las hermanas Wachowski logren sacar la serie por otra plataforma y que se acabe el miedo a producir películas que no desmovilizan como V de Venganza cuyo guión fue escrito adivinen por quienes… si, por ellas.
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Por: Stephanía Pinzón @TerribleStepha