Colombia, 12 de mayo de 2021. Noticia colaborativa. El gobierno nacional ha venido adelantado encuentros con distintos sectores. El 7 de mayo, el centro político agrupado en la “Coalición de la Esperanza” y figuras políticas de la derecha se reunieron con Iván Duque, en el marco de la convocatoria que hizo el 4 de mayo de “Encuentros para Avanzar en lo Fundamental”, semejantes al espacio del 2019 “Conversación Nacional”, que no tuvo ningún punto de llegada. El lunes 10 fue con el Comité de Paro.
Cabe recordar que la “Coalición de la Esperanza” está integrada por Compromiso Ciudadano, de Sergio Fajardo; Partido Verde, en el que están figuras como Antanas Mockus, Angélica Lozano, la alcaldesa de Bogotá Claudia López y la precandidata presidencial Angela María Robledo; el Partido Dignidad, organizado por el Movimiento Obrero Independiente Revolucionario -MOIR-, integrado, entre otros, por el senador Jorge Enrique Robledo, el panelista de Blu Radio Aurelio Suarez y la activista estudiantil Jennifer Pedraza, de la Organización Colombiana de Estudiantes -OCE-; y santistas/liberales como Humberto de la Calle y Juan Fernando Cristo, conocidos por haber participado en los gobiernos de Uribe de la primera década del siglo XXI. En la reunión asistieron algunos representantes por sector.
En la reunión con la derecha estuvieron presentes Enrique Peñalosa y Federico Gutiérrez, exalcaldes de Bogotá y Medellín respectivamente; Óscar Iván Zuluaga, exministro de Hacienda de Álvaro Uribe, Juan Carlos Echeverry y Mauricio Cárdenas, exministros de Hacienda de Juan Manuel Santos; y Juan Carlos Pinzón, exministro de Defensa de Santos. Al siguiente día la reunión fue con el jefe de Cambio Radical, German Vargas Lleras.
También se ha hablado de la posible reunión entre el gobierno con directores de grandes medios corporativos de comunicación. Algunos influencers y figuras políticas han señalado que podría existir nexo entre ese presunto encuentro con el célebre numeral “Marchas Si Bloqueos No”, utilizado para tratar de dividir a la ciudadanía que se manifiesta y la ciudadanía que se ha solidarizado con el Paro Nacional.
La reunión con las personalidades de derecha, así como con grandes empresarios en el mismo escenario de “Encuentros para Avanzar en lo Fundamental»”, eran predecibles en la medida en que estaban alineados con los intereses y la política del gobierno, por lo que fue la coalición de centro y el Comité de Paro, los objetivos fundamentales de críticas desde la ciudadanía, personalidades de la farándula, la academia y la política.
En su comunicado, la “Coalición de la Esperanza” sostuvo que no habían cálculos políticos en su iniciativa; hacían lo que les dictaba su conciencia y condenaban la violencia de la fuerza pública y la ciudadanía, mientras que insistían en “reclamar del Presidente un diálogo genuino, concreto y eficaz con el Comité Nacional de Paro. Venimos por tanto sin el propósito de sustituir a quienes han enarbolado la bandera de la inconformidad. Debe ser con este Comité con el que se tramiten las peticiones del paro, sin perjuicio de que el gobierno pueda dialogar con otros sectores y personas”.
Una de las primeras reacciones frente a la reunión entre el centro y Duque vino del precandidato presidencial por el Partido Verde, Camilo Romero, quien aseguró:
“Por supuesto que se requiere diálogo, por supuesto que se requiere conversación pero con quienes han sido los protagonistas hoy del momento que vive el país (…). Es la gente en las calles, en los territorios, es con ellos con quienes hay que conversar. No va a solucionar el momento que vive el país una reunión entre políticos y menos entre quienes desde esa coalición no llamaron ni convocaron a las manifestaciones del 28A a este paro nacional y que luego se montaron en la ola de la victoria ciudadana. Esta victoria no le pertenece a nadie, ni a un político, ni a un partido, ni a una coalición, sino a la gente y a la ciudadanía y sobre todo a la juventud de este país (…) Si algo requiere hoy cualquier postura democrática en Colombia, tiene que ser el rechazo total y contundente a la violencia y a esta violencia de Estado que ha masacrado a decenas de jóvenes en el país. No podemos lavarle la cara a un presidente que está asesinando a los jóvenes (…) Que cese primero la masacre, que luego se convoque a conversar a la ciudadanía y que luego llegue ese diálogo nacional entre los de siempre, si es que así lo quieren”.
Otras impresiones de la reunión
Analista Juan Houghton: “No hay que ser muy avisado/a para ver que la estrategia de Duque de simular un diálogo tiene el propósito de legitimar el ataque criminal contra la protesta. No hay unidad nacional con los que asesinan al país. Te has equivocado mucho con esa visita a Duque, Ángela María Robledo”.
Filósofa y profesora argentina Luciana Cadahia: “Antes de cualquier negociación debemos preguntar: ¿dónde están los 471 desparecidos? ¿los mataron? ¿los están torturando? Debemos rodear estas vidas”.
Profesor Gilberto Tobón Sanín: “Duque se reúne con la Coalición de Fajardo (que de esperanza tiene poco) antes que con los manifestantes en una señal de repudio al pueblo y compadrazgo de élites. Los que rechazaron la manifestaciones y proponían paros virtuales hoy sacan réditos políticos de las luchas ajenas”.
Pre candidata presidencial Francia Márquez: “¿El diálogo es entre los mismos? El diálogo deber ser entre el gobierno y los que no han tenido voz, entre los que no han sido escuchados ni atendidos El diálogo es con el pueblo movilizado, con la juventud que está siendo asesinada por órdenes de los vándalos que han ocupado el Estado”.
Caricaturista Matador: “Duque reunido con un montón de politiqueros oportunistas, para hablar de soluciones ante la debacle creada por los politiqueros oportunistas. Un pendejo, reunido con pendejos que nos creen pendejos”.
Actriz Carolina Ramírez: “No señores ustedes no son esperanza de nada ni de nadie!!”
En el contexto de las reuniones, en días pasados el analista Ariel Ávila sostuvo que los diálogos seguían una estrategia desde el gobierno para desgastar el Paro Nacional: 1. reprimir violentamente a la gente para causar pánico. 2. Diálogo nacional que no va a llevar a nada como el de 2019. 3. Negociación por debajo de la mesa con algunos miembros para dejar solos a los jóvenes, y 4. Estrategias de pánico a la clase media, para poner a pelear a la gente contra la gente.
La reunión del lunes 10 de mayo entre el Comité de Paro y el Gobierno Duque también recibió críticas, pero antes, esto fue lo que dijo el Comité de la reunión:
“El gobierno insiste en la fracasada ‘conversación nacional’ con la que se eludió la negociación del Paro Nacional realizado a partir del 21 de noviembre de 2019. Se equivoca de nuevo el gobierno con su estrategia de desgastar y embolatar, con eso no se va a resolver el Paro Nacional.
En la reunión expresamos con la claridad y hasta la saciedad, la exigencia de detener la violencia estatal y paraestatal contra quienes venimos protestando desde el pasado 28 de abril, desmilitarizar la protesta y brindar garantías para ejercerla sin el riesgo de perder la vida, la integridad física o la libertad. Y sobre esta exigencia, el presidente como comandante general de las fuerzas armadas, no se comprometió a parar la barbarie que el mundo entero está presenciando
Le planteamos que cualquier posible negociación requería el cese de la violencia contra las personas que están manifestando su descontento, y que de manera urgente y particular debería actuarse en Cali, desmilitarizando, deteniendo a los civiles armados y abriendo un amplio espacio de negociación con todos los sectores movilizados en esa ciudad. Frente a lo cual, el presidente tampoco se comprometió con nada distinto a señalar que hoy en la madrugada estuvo en la ciudad hablando con las autoridades civiles y militares”.
Las primeras reacciones vinieron, como era de esperarse dada la fuerza que tiene en la movilización y la dinámica democrática interna, del Consejo Indígena Regional del Cauca -CRIC-. En una nota de prensa publicada en su portal web sobre la asamblea popular del 11 de mayo, llevada a cabo en el coliseo Alberto León Betancourt de la Universidad del Valle, escribieron “[Se] Rechazó contundentemente las negociaciones que viene adelantando el Comité Nacional del Paro con el Gobierno Nacional; ya que éste no representa, ni recoge a la movilización popular; que si bien empezó tras su convocatoria en el pasado 28 de abril, han sido liderado de manera autónoma, por ciudadanos de a pie, que por siglos ha venido sufriendo el abandono estatal”.
En una entrevista para el medio público Radio Nacional de Colombia, el 10 de mayo, el consejero mayor del CRIC, Hermes Pete, aseguró: “Hoy es un tema del sentir de los colombianos, de la inconformidad que hay en todo el país, de la ciudadanía que se movilizó. Por eso el Gobierno debería sentarse a hablar es con el pueblo, con la ciudadanía de Colombia. Por lo tanto, nosotros seguimos en paro (…) El tema es el paquetazo: la reforma tributaria, la reforma a la salud, la reforma laboral, la reforma pensional. De nada sirve que se retire la reforma fiscal, si ya tienen otro texto listo y preparado para seguir en curso, y que somete al pueblo colombiano, la clase media y a la gente más pobre de este país”.
El CRIC, y la Minga Indígena del sur occidente colombiano han dicho que la movilización masiva tendría que conducir al inicio de la construcción de un país distinto y no limitarse a alguna de las promesas del gobierno Duque.
De otro lado, la “Multilateral de fuerzas sociales y políticas” que agrupa a organizaciones del campo alternativo distintas del progresismo y la socialdemocracia como la Colombia Humana y el Polo Democrático Alternativo, publicó un comunicado en el que sostiene:
“(…) manifestamos públicamente que no asistimos a la reunión programada para hoy con el Presidente de la República Iván Duque Márquez.
(…) No es posible dialogar y negociar con un gobierno que ha usado la fuerza pública para cometer crímenes contra la población civil. Son muchos los asesinatos, las violaciones a mujeres, las torturas, desapariciones y detenciones ilegales a manos de los organismos del Estado, quienes además han omitido su deber como garantes de los derechos humanos, permitiendo y colaborando con grupos civiles armados y organizados como bandas paramilitares y paraestatales que están disparando contra la gente que protesta
(…) Llamamos a trabajar por una gran asamblea nacional popular a todas organizaciones sindicales, sociales y políticas que hacen parte del Comité Nacional de Paro y a las que, sin ser de este espacio, están al frente de las acciones de resistencia exponiendo su vida y libertad, para que trabajemos en unidad de acción para fortalecer el paro. Sólo de la unidad forjada colectivamente podrá salir una ruta clara sobre la perspectiva estratégica del paro nacional, con miras a la transformación profunda de la sociedad colombiana.”
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Cabe destacar que quienes más han defendido como interlocutor y representante válido de la ciudadanía movilizada al Comité de Paro, han sido el Senador Jorge Enrique Robledo, la activista estudiantil Jennifer Pedraza y en general el partido Dignidad —de la Coalición de la Esperanza—, que como se dijo, tiene como núcleo fundamental al MOIR.
Diversas voces de la academia crítica y del movimiento social han expresado que la movilización ciudadana desborda la representación del Comité, que agrupa las tres centrales sindicales tradicionales [CUT, CGT y CTC], y de la Asociación Colombiana de Representantes de la Educación Superior -ACREES-, en la que figura también Jennifer Pedraza; y que las propuestas tendrían que salir de la articulación de Asambleas ciudadanas autoconvocadas, para poner freno a una lógica de representación autoproclamada —la del Comité de Paro— que puede resultar antidemocrática.
De nuevo, frente a la dinámica de diálogos abierta por el gobierno, esta vez el analista político León Valencia dijo en su cuenta de twitter: “Una ilustre profesora de la Universidad Javeriana me dijo ayer que la estrategia de negociación de Duque y el uribismo tiene tres fases: 1. Negarse a negociar 2. Ante la presión, negociar sin ceder 3. Si crece la presión, ceder y no cumplir. Hoy está en fase dos. ¿Qué pasará?”.
Y el profesor universitario Frank Molano dijo en su Facebook:
“Ojo con caer en el viejo juego de ‘dialoguemos’.
Así negocia el gobierno
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Nombra un equipo negociador
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El equipo negociador exige desmontar la movilización
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El equipo negociador dice que en nombre del gobierno pero no puede decidir sobre temas, porque no toman decisiones por los ministros o por el ejecutivo.
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Proponen crear subcomités sobre temas que no impliquen inestabilidad fiscal o cuestionen la seguridad nacional.
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Desgastan y luego dicen que de la contraparte no había voluntad de diálogo”.
En las redes sociales y en las calles, la ciudadanía movilizada ha expresado una gran desconfianza en el gobierno nacional, debido al incumplimiento explícito de algunas de sus promesas de campaña, como la célebre “más salario, menos impuestos”, o el “no a los pilotos de Fracking”.
Mientras tanto, el norte del paro nacional sigue sin ser claro. El precandidato presidencial por la Colombia Humana y el espacio de unidad “Pacto Histórico”, ha dicho que la protesta podría apuntar al retiro de la reforma tributaria del 2019, como volvió a señalar en su Columna “Con la violencia gana Uribe” en el medio Cuarto de Hora:
“la reforma tributaria del 2019 desfinanció el estado colombiano, le quitó casi 4 billones de pesos en el 2020, 9 billones para el 2021, y 15 billones para el 2022, y así por los años que vienen. (…) propusimos derogar la reforma tributaria del 2019, y obtener 9 billones para este año y 15 para el entrante, haciendo pagar impuestos de nuevo, como lo hacían en el 2018, a petroleras, carboneras, bancos y otras grandes corporaciones. Propusimos que la emisión no se dirija totalmente a la liquidez de la banca privada sino a financiar la renta básica para las familias que enfrentan el covid y el subsidio de la nómina de la pequeña y mediana empresa privada del país”.
En este punto es pertinente tener en cuenta también el pliego del Comité de Paro, consignado en comunicados como el del pasado 3 de mayo:
“1. Retiro del proyecto de ley 010 de salud y fortalecimiento de una masiva vacunación. 2. Renta básica de por lo menos un salario mínimo legal mensual. 3. Defensa de la producción nacional (agropecuaria, industrial, artesanal, campesina). Subsidios a las MiPymes y empleo con derecho y una política que defienda la soberanía y seguridad alimentaria. 4. Matrícula cero y no a la alternancia educativa. 5. No discriminación de género, diversidad sexual y étnica y 6. No privatizaciones y derogatoria del decreto 1174. Detener erradicaciones forzadas de cultivos de uso ilícito y aspersiones aéreas con glifosato.
El CNP, ha señalado, insistentemente que los recursos para atender estas peticiones están en préstamos del Banco de la República, uso de las reservas internacionales, renegociación de la deuda externa, eliminación de exenciones tributarias a los grandes capitales individuales y a las grandes empresas nacionales y extranjeras, controles a la evasión, a los paraísos fiscales y a la corrupción”.
Héctor Riveros, analista político y columnista del medio de comunicación de Centro La Silla Vacía, comentaba en el artículo “El presidente no se va a caer ¿O sí?”: “Una crisis de gobernabilidad de las proporciones de la que tiene Colombia hoy se resolvería en cualquier otra parte con el cambio de gobierno, con la incorporación de la oposición al gobierno o al menos con un cambio de 180 grados de las políticas oficiales que más generan controversia. En Colombia, la historia heredada del Frente Nacional privilegia la estabilidad del sistema, pero dificulta las salidas políticas”.
Y el periodista y analista Víctor de Currea Lugo anotaba hace unos días en su cuenta de Twitter lo curioso de la dinámica colombiana, por cuanto, guardando las debidas proporciones, por razones semejantes en la llamada primavera árabe las protestas habían llevado a las elecciones y al cambio de gobierno.
La tradición de movilización general ciudadana no es fuerte en Colombia, por eso los escenarios siguen sin ser claros. Lo cierto es que hasta el momento la convocatoria a diálogos no ha desactivado la protesta social, que sigue autoconvocándose pese al trato represivo que ha recibido, con alarmantes cifras de personas asesinadas por la violencia policial, cientos de personas heridas y decenas de desaparecidas, y a la pandemia, cuya respuesta estatal ha sido un mediocre plan de vacunación.
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Agradecemos a todas las personas que participaron en este ejercicio de noticia colaborativa. Con sus insumos pudimos dar cuenta de distintos puntos de vista y de análisis sobre la dinámica de diálogo en el marco del Paro Nacional.
La noticia colaborativa se hizo luego de la convocatoria que llevamos a cabo por redes sociales para que las personas que siguen la revista, nos enviaran información con fuentes sobre este tema.