Bogotá, 15 de agosto de 2018. En la tarde del miércoles se presentaron disturbios en la Universidad Nacional. Sus promotores fueron integrantes del Movimiento Bolivariano, de un sector que argumenta no sentirse recogido en los diálogos de La Habana al asumirlos como rendición. Reivindicaron el aniversario de Jacobo Arenas y manifestaron estar en contra del gobierno uribista de Duque, según ellos, para hacerle saber por medio de la acción violenta, que ésta expresión organizativa sigue presente en rebelión contra el Estado.
El pasado 10 de agosto con motivo del aniversario de la muerte de Jacobo Arenas, el partido FARC cuestionó el uso de esta sigla en organizaciones que no hayan asumido las conclusiones de su Décima Conferencia y de su Congreso Constitutivo como partido legal. Señalaron la defensa a los acuerdos de La Habana así como la lucha política en el marco de la legalidad.
Sobre las disidencias
Después de la dejación de armas por parte de la Farc, se ha generalizado la idea de que la disidencia es homogénea y toda ella tiene por objetivo continuar con el narcotráfico, desconociendo los matices de lo que implica la Paz. Aunque algunos tienen como motivación continuar con los circuitos de distribución de coca, otros han manifestado diferencias políticas con la X Conferencia de las Farc, como es el caso de Édgar Salgado, conocido como Rodrigo Cadete. Por lo tanto es correcto señalar que no todas las disidencias son iguales y no tienen los mismos objetivos.
Sumado a ello, la emergencia de disidencias es una tendencia normal de los procesos de paz y deben ser entendidas como un llamado a evaluar la eficacia de la implementación de los Acuerdos de La Habana.
Te puede interesar: la contundente respuesta de periodista ante portada de Revista Semana.