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Capitalismo y privatización del estrés

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«El neoliberalismo instala una ansiedad perpetúa: no hay ninguna seguridad, tu posición y tu estatus están bajo constante revisión. No es ninguna sorpresa que la depresión sea tan prevalente en países neoliberales, tal como muestra Oliver James en The Selfish Capitalist [El capitalista egoísta]. La propagación de la enfermedad mental es uno de los costos secretos del capitalismo neoliberal. El estrés ha sido privatizado. Si estás deprimido por exceso de trabajo, ¡es un problema de tu química cerebral!

Si bien creo que la crisis financiera mató al neoliberalismo como proyecto político, también creo que no necesita estar vivo para seguir dominando nuestra mente, nuestro trabajo y nuestra cultura. Aunque ahora no goce de un ímpetu hacia el futuro, el neoliberalismo continúa dominando las cosas. Por desgracia, no veo que los mortíferos efectos psíquicos del neoliberalismo declinen en el futuro inmediato».

Mark Fisher
Tomado de K-Punk Volumen 3. Escritos reunidos e inéditos. (Reflexiones, Comunismo ácido y entrevistas)

Puntos claves de la demanda de Sudáfrica a Israel

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12 de enero de 2024. Sudáfrica demandó a Israel por el genocidio en Palestina, y señaló que Israel ha violado sus obligaciones como firmante de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Compartimos algunos elementos de esta demanda histórica:

“Los actos y omisiones de Israel tienen carácter genocida, ya que se cometen con la intención específica de destruir a los palestinos en Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino más amplio”.

«Se trata de morir lentamente de hambre o rápidamente por las bombas. Pero morir».

«Sudáfrica ha reconocido la Nakba en curso del pueblo palestino a través de la colonización de Israel desde 1948. Reconocemos que los actos genocidas y los permisos del Estado de Israel forman inevitablemente parte de una serie de actos ilegales perpetrados contra el pueblo, el pueblo palestino desde 1948»: Vusimuzi Madonsela, embajador de Sudáfrica en los Países Bajos.

«Al extender nuestras manos al pueblo de Palestina, lo hacemos con pleno conocimiento de que ‘somos parte de una humanidad’. Estas fueron las palabras de nuestro presidente fundador Nelson Mandela; este es el espíritu con el que Sudáfrica se adhirió a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en 1998”: Ronald Lamola, ministro de Justicia de Sudáfrica.

“El castigo colectivo de los civiles palestinos mediante el uso ilegal de la fuerza por parte de Israel es un crimen de guerra. La negación deliberada de medicinas, combustible, alimentos y agua a los residentes de Gaza equivale a genocidio”: Cyril Ramaphosa, presidente sudafricano, 21 de noviembre de 2023

La demanda enumera ocho actos constitutivos de genocidio:

  1. El asesinato de palestinos en Gaza. Sudáfrica retoma datos de la ONU que señalan que han sido asesinadas y asesinados 21.110 palestinos, de los cuales, el 70% son mujeres y niños. Hay más de 7.000 desaparecidos, muchos de los cuales se creen aplastados por las ruinas.
  2. Causar graves daños físicos y psíquicos a los palestinos de Gaza
  3. Expulsión masiva de hogares y desplazamiento de palestinos en Gaza
 "Para muchos palestinos, este desplazamiento será para siempre. Una historia que ya hemos visto en el pasado": Adila Hassim
  1. La privación de acceso a alimentos y agua adecuados
  2. Privación de acceso a vivienda, ropa, higiene y saneamiento adecuados
  3. Privación de asistencia médica adecuada
  4. Destrucción de la vida palestina

El 15% de las 180 mujeres que dan a luz cada día entre las bombas corre el riesgo de sufrir complicaciones por la falta de medios. «Israel obligó al desplazamiento incluso de bebés en incubadoras»: Adila Hassim, representante legal de Sudáfrica

  1. La “imposición de medidas destinadas a impedir los nacimientos palestinos”

Además, el equipo jurídico sudafricano habla de “deshumanización sistémica” desde los más altos niveles del gobierno de Israel, una “incitación directa y pública a cometer genocidio”, algunos ejemplos son:

“Es toda una nación la que es responsable. No es cierta esa retórica acerca de que los civiles no sean conscientes y no están involucrados. Es absolutamente falso. Lucharemos hasta que les rompamos la columna vertebral”:  Isaac Herzog, presidente de Israel, en conferencia de prensa ante medios internacionales el 13 de octubre de 2023

“Nos gustaría verlo y, por cierto, hemos hablado de ello en reuniones gubernamentales. No hay ningún país que quiera aceptarlos [a los habitantes de Gaza], incluso si pagamos mucho dinero. Deberíamos fomentar la migración voluntaria y obligarlos hasta que digan que la quieren. La guerra hace eso”: Shlomo Karhi, Ministro de Comunicaciones, 10 de enero de 2024.

“Debemos encontrar formas para los habitantes de Gaza que sean más dolorosas que la muerte”: Amijay Eliyahu, Ministro de Patrimonio, 05 de enero de 2024

“Hoy está claro para todos que todos los habitantes de Gaza deben ser destruidos»: Moshe Saada, miembro de la Knesset, 02 de enero de 2024

Y otras 126 citas de funcionarios de alto nivel de Israel, que demuestran una posible intención genocida. Todas fueron sistematizadas en la plataforma https://zionism.observer/

«Si estas declaraciones israelíes no hubieran tenido un propósito específico, no se habrían emitido. Israel actuó siguiendo un patrón de conducta calculado que indica una intención genocida», señaló el equipo jurídico sudafricano.

Leer por gusto, no por competencia

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En algunos grupos, páginas y cuentas de redes sociales, muchas personas dicen con orgullo la cantidad de libros que han leído en un mes, un semestre o en un año. Fotografían la cantidad y la postean esperando comentarios. Las respuestas no se hacen esperar, están quienes señalan que llevan más o menos libros leídos, mientras que otras cuelgan frases que aluden a la estupidez de quienes no leen en esa cantidad. 

Importa el número. Lo cuantitativo tiene valor, no lo cualitativo, no la vivencia en sí misma. El saber, en esa misma concepción, también es un consumo, es un asunto de cantidad.

Este tipo de publicaciones siempre me han generado incomodidad. La condición de época, marcada por el neoliberalismo, reivindica lo cuantificable: los ingresos, el número de viajes, el número de experiencias, el número de propiedades, o bien, la cantidad de «amigos», seguidores, likes, impresiones, vistas, etc. Importa el número. Lo cuantitativo tiene valor, no lo cualitativo, no la vivencia en sí misma. El saber, en esa misma concepción, también es un consumo, es un asunto de cantidad. Por eso, posiblemente, no sea extraño ver cursos, métodos y discursos que invitan a ese tipo de lectura, no necesariamente la que devora libros por la pasión desatada sino la que acumula para poder decir cuántos textos se han consumido. 

Leer un libro puede ser un mérito, incluso genera satisfacción llegar a la última página. Por eso no es extraña esa sensación de orgullo porque se alcanzó una meta. Pero la lógica de lo cuantificable no apunta a esa satisfacción sino a la exhibición de lo consumido, de nuevo, a la cantidad de lo leído. Es el «valgo más por todo lo que compré, por todo lo que leí»,en últimas «por todo lo que consumí». Es la lectura para el estatus y para el mercado. 

La cuestión con lo cuantificable no radica en la discusión sobre los ritmos, que siempre son variables, sino en la imagen y la idea de la cantidad.

Hay distintos ritmos de lectura que varían no solo por las o los lectores sino por los textos. Unos se leen de manera ágil y otros no. Unos se devoran en unas cuantas horas y otros exigen calma. La cuestión con lo cuantificable no radica en la discusión sobre los ritmos, que siempre son variables, sino en la imagen y la idea de la cantidad. Porque, en esa concepción instalada, es por la cantidad que vale el lector, no por la iniciativa lectora en una sociedad del espectáculo. Un sistema en el que prevalecen las imágenes rápidas y superficiales, para el que la lectura, y en especial la lectura que exige un momento de reflexión, es secundaria e incluso inutil.

Leer es maravilloso. Es un momento con uno mismo, pero también con la imaginación o las indagaciones del otro, de quién escribe. Además, cuando el texto es físico, la experiencia sé extiende hacia lo plástico, al diseño, la tipografía, el olor de las páginas, a todo aquello que lleva a pensar en lo que Holloway llamaba «el flujo social del hacer»

Por eso creo que si el buen lector es quien lee en cantidad, me debo asumir entonces como un lector flojo. Uno que lee de manera desordenada y tranquila, sin registro alguno, sin cálculo, porque lo hace por el mero gusto de leer. 

No comparto la idea neoliberal de la vida como una carrera que debe ser registrada. Una competencia eterna por quién hace primero determinada acción y quién la hace luego en mayor número. Una carrera en la que, además, debe sumarse esa acción maravillosa que supone la lectura. Un ejercicio que debería estar al margen de ese ritmo rápido, cuantificable y fotografiable. Porque no debería valer por la cantidad de páginas o de libros sino por el hecho mismo de entregarse a la lectura. Por eso creo que si el buen lector es quien lee en cantidad, me debo asumir entonces como un lector flojo. Uno que lee de manera desordenada y tranquila, sin registro alguno, sin cálculo, porque lo hace por el mero gusto de leer. 

Impunidad Infinita

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La película de Brandon Cronenberg, titulada “Infinity Pool”, o por su traducción al español “Muerte Infinita”, plantea una simbología bastante interesante de lo que el ejercicio de poder y las acciones inhumanas de aquel estrato social económicamente favorecido, ejecuta sin recato alguno sobre el grueso de la sociedad. Este último, representado por el imaginario tercermundista, el que de antemano sabemos, es caracterizado por su carencia de recursos y porque sus pobladores son entes consuetudinarios del abuso y la marginación. Sin temor a equivocarnos, podría enunciarse que retrata de manera contundente algo del panorama nacional. La anterior sentencia, aunque quizá apresurada, se irá desglosando de a poco en las siguientes líneas:

Capítulo I: La muerte infinita

En una sinopsis breve, podríamos describir los acontecimientos narrados en la película bajo la mirada de una pareja que, en una isla paradisíaca, conoce a un grupo de personas presto a gozar también de un merecido descanso, así como de los suculentos festines que el lugar tiene para ellos. En una de sus alocadas parrandas, el personaje principal James Foster, Interpretado por el actor Alexander Skarsgård, en un hecho imprudente atropella a uno de los lugareños. Por lo cual, es atrapado por las autoridades y llevado a una estación. Lo particular y difuso de las acciones siguientes, es el modelo de condena. Incurriendo en lo que denominan “spoiler”, nuestro personaje es clonado y obligado a ver, tanto él como su esposa, la manera en que el hijo de la víctima masacra cruentamente al clon, apuñalándolo sin cesar.

Dadas las vicisitudes, su esposa abandona el lugar y él, un tanto tentado por el deleite sádico que ofrecía el espacio, decide quedarse y disfrutar del más cruel descontrol que el ejercicio de la impunidad ofrecía a los adinerados paseantes.

Capítulo II: Colombia infinita

La analogía perfecta que nos ofrece la película con nuestro terruño, es la idea, aunque trillada, pero real, del abuso de poder sistemático y contundente de la miserable élite criolla. Es tan simple como observar la manera inmoral como las políticas estatales han venido abriendo las piernas de la madre patria. El poderoso en Colombia, aunado con las grandes empresas y capitales extranjeros, desplaza y asesina a sus anchas, ante la mirada apacible de los entes estatales. Y todo esto, tal y como se plantea en la película del director Brandon Cronemberg, bajo la supervisión de los brazos armados de la nación y los administradores de justicia. Fenómeno que Néstor García Canclini, desarrolló con propiedad en su texto “Democracia Canalla”, contenido en la obra “El Mundo Entero Como Lugar Extraño”, a saber:

“Más allá de las explicaciones de los economistas y politólogos sobre la crisis de la democracia ¿No se debe también a que se están deshaciendo los pactos sociales de disimulo? Se podría ver por dos lados: una clave sería la tendencia de los medios a irse volviendo casi todos paparazzi, reveladores de arreglos corruptos entre políticos, empresarios y mafiosos. Cada vez es más difícil para los gobernantes encubrir como servicios a la sociedad los beneficios que obtienen con sus políticas de privatización”. (García Canclini 88).

La anterior cita de García Canclini, nos muestra cómo los entes estatales se vinculan al desenfreno colonialista y bárbaro de los grandes capitales. El juego de máscaras que se plantea en la película, es la representación de un pseudoaltruista cambio de rol. Me visto de ustedes para demostrar mi más noble empatía y el deseo de construir de su mano. Acción análoga, cuando vemos a nuestros políticos vestidos de montañeros paisas, viajando en el transporte público de la ciudad o ridículamente disfrazados de policías o militares. Pero en el teatro nacional, se destrozan unos a otros y al retirarse la máscara, vemos individuos enfermos de poder, quienes al igual que el personaje de Skarsgård, han perdido toda identidad, avasallando lo que en un principio él había jurado defender cuando tenía su máscara.

Capítulo III: Impunidad Infinita

Para el momento en este artículo iba en marcha, la liberación de “Arturito Char” era un hecho. El mejor abogado del país, “Vencimiento de términos”, había hecho su labor, de la mano de diligentes, por no decir, amañados funcionarios, quienes obraron en tiempo récord para la salida del susodicho. Como afirma García Canclini, “el asco ante las hipocresías de la vida pública sería entonces más dignificante que las fracasadas conciencias de clase o las políticas afirmativas que reivindican la etnicidad o el género” (García Canclini 89). Al igual que en el filme, estamos frente a la epítome de un estado fallido, que se arrodilla ante los poderosos que juegan con sus máscaras de buenos muchachos.

Pero este asco, que plantea el escritor argentino, no llega a buen término cuando en la nación se elige a aquellos que representan los poderes tradicionales. Las pasadas elecciones regionales fueron una cruel muestra de ello. El teatro del absurdo, donde la institución administradora de justicia posee más del 95% de impunidad nos demuestra que el colombiano no padece de asco, sencillamente nos expone, la imposibilidad de un pensamiento poscolonial y el hambre de los pobladores. Tanto Cronemberg como García Canclini coinciden en algo: el poder siempre disfrazará su discurso para llegar al marginado, incluso falsamente expondrá su sacrificio, pero claramente sabemos quiénes son los masacrados.

Epílogo

El gran relato Fresas de Joseph Roth, define a la perfección nuestro contexto, “los funcionarios (…) Vivían de sobornos. Por eso, nadie iba a prisión (…) Los crímenes “graves” salían a la luz; los “leves” no se descubrían (Roth 103).

Referencias

Cronemberg, B (director). (2023). Infinity Pool (Película) Elevation Pictures

García Canclini, N (2014). El Mundo Entero Como Lugar Extraño: Democracia Canalla.Barcelona, editorial Gedisa

Roth J, (2006). Escenas de la Vida Burguesa: Fresas. Madrid, Siglo XXI Editores

La hipótesis “Rodolfo Hernández” para el 2026

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Es indiscutible que, si el gobierno de Petro aspira a prolongar la influencia del Pacto Histórico más allá del 2026, debe enfocarse en concretar la mayoría de sus promesas de campaña en el 2024. Paralelamente, parece contradictorio con los principios del progresismo y la izquierda que ya estemos deliberando sobre quién sucederá a Gustavo Petro en la Casa de Nariño. No obstante, es evidente que políticos de todos los espectros, especialmente con el inicio de las nuevas administraciones regionales y locales, están posicionándose estratégicamente para la contienda presidencial de 2026.

es evidente que políticos de todos los espectros, especialmente con el inicio de las nuevas administraciones regionales y locales, están posicionándose estratégicamente para la contienda presidencial de 2026.

Personalmente, percibo que muchos han olvidado lo cerca que estuvo Rodolfo Hernández de ganar la presidencia. Petro lo superó por un margen mínimo que se puede atribuir a múltiples factores, incluyendo la campaña desastrosa de Hernández en la segunda vuelta.

El año 2023 reveló una realidad importante: a pesar de los esfuerzos de los líderes progresistas, Colombia continúa inclinándose hacia un conservadurismo y una derecha predominantes. Un ejemplo particularmente preocupante es la tendencia de los jóvenes, quienes jugaron un papel crucial en la elección de Petro, ahora a inclinarse hacia ideologías de derecha. Este cambio se debe en gran medida a la influencia de las redes sociales, que actualmente están saturadas de perspectivas conservadoras y de extrema derecha, moldeando así las opiniones políticas de los jóvenes. Frente a esta situación, la izquierda aún no ha desarrollado una estrategia eficaz para enfrentar y revertir dicha tendencia ideológica.

Frente a esta situación, la izquierda aún no ha desarrollado una estrategia eficaz para enfrentar y revertir dicha tendencia ideológica.

Nos hemos quedado en señalar el papel educador de los medios corporativos de comunicación y lo tóxica que puede ser una figura como Vicky Dávila en el moldeamiento de la opinión y si, ella tiene su lugar, no solo por ser la directora de lo que hoy es la Revista Semana de los Gilinski, sino también, porque se ha preocupado en estos últimos años de que ese medio de propaganda sea el que más influencia tenga en redes sociales.

Otro ejemplo, es la crítica al senador Jota Pe Hernández desde las izquierdas, quien ya ha expresado su interés en la presidencia a mediano plazo. Como el congresista más votado de la Alianza Verde, probablemente apoyará a Claudia López en 2026 para sucederla en 2030. Críticas desde una perspectiva de izquierda moral señalan como perjudiciales algunas de sus posturas, como su oposición a la legalización del aborto o al consumo recreativo de marihuana. Sin embargo, Hernández sigue ganando influencia en las redes sociales, consolidando su base de seguidores y votantes.

Sin embargo, Hernández sigue ganando influencia en las redes sociales, consolidando su base de seguidores y votantes.

¿Se trata entonces, simplemente de señalar que es un imbécil y que miente sin evidencia para defender percepciones del mundo conservadoras y de derecha? o ¿se trata más bien de ganarse – o por lo menos disputar – esa opinión que lo sigue y le cree desde otras visiones y en su terreno politico-ideológico?

La derecha, que desplazó al kirchnerismo en Argentina y que está erosionando los cimientos democráticos en El Salvador, Brasil, la Unión Europea, India, Rusia y Estados Unidos, utiliza una táctica similar: promover la idea de que la democracia liberal ha fallado y que el desmantelamiento de lo público —equiparado a corrupción— es la ruta hacia la libertad y la riqueza, o que los derechos humanos son un discurso del marxismo cultural que beneficia a los criminales que normalmente son minorías racializadas.

Paralelo a esto promueven este mensaje de consumo como sinónimo de felicidad que les ha permitido acumular poder político, y que la izquierda no sabe cómo disputar desde otras visiones, lo que ha llevado precisamente a estas opciones autoritarias de derecha a aprovechar eficazmente las redes sociales para influir en nuestras democracias mediáticas y usar las instituciones para avanzar en el recorte de derechos.

lo que ha llevado precisamente a estas opciones autoritarias de derecha a aprovechar eficazmente las redes sociales para influir en nuestras democracias mediáticas y usar las instituciones para avanzar en el recorte de derechos.

Recientemente, un concejal «tik toker» que llegó a la corporación de Bogotá ha sido criticado por exhibir en redes sociales, en la primera sesión, su Porsche. Algunos desde la izquierda y el progresismo lo tachan de «gomelo» y lo critican por su aparente superficialidad. No obstante, su habilidad para comunicar políticamente, similar a la estrategia de Trump y Rodolfo Hernández, le ha generado tendencia y titulares.

Cabe señalar que, mientras él se grababa para su producto comunicativo de tiktok que le dio titulares durante una semana en los grandes medios, apoyó al partido Cambio Radical en una maniobra que tenía por objetivo usurpar el lugar del Pacto Histórico en la mesa directiva del Concejo. Su agenda es clarísima: mientras en redes repite que está ahí porque no le debe nada a nadie y “no tiene ideologías”, responde a la derecha y a los sectores que pretenden un ejercicio de democracia restringida. No es nada nuevo a lo que ya había hecho Trump, Hernandez acá o Milei en Argentina.

Muchas personas en la izquierda acá siguen creyendo que la enemiga a vencer es Maria Fernanda Cabal. Otras personas en el centro, como Claudia López, creen que para suceder a Gustavo Petro en el 2026 tienen que hacer un malabarismo ideológico en el que asumen posiciones de la Cabal, posiciones “sensatas” de economistas de los Andes y discursos “incluyentes”, propios del neoliberalismo progresista tan bien conceptualizado por Klein. Yo creo en otra posibilidad. La hipótesis Rodolfo Hernández.

Mientras se continúe subestimando al concejal «tik toker» por ser «mañé», sus 11 mil votantes aspiran a ser como él. Mientras se subestima a Jota Pe Hernández o se considera a Polo Polo un mediocre, ellos fortalecen su presencia en redes sociales, convirtiendo seguidores en votos y consolidando todo un sentido común de extrema derecha en quienes podrán votar en el 2026. Si el Pacto Histórico sigue celebrando victorias pasadas y despreciando estas nuevas expresiones políticas que capturan —educan y movilizan— el voto aspiracional del capitalismo neoliberal, es probable que en 2026 surja una nueva versión de Rodolfo Hernández, replicando lo ocurrido con Milei en Argentina, o Bukele en el Salvador, y de esta manera, la izquierda podría perder la presidencia para refugiarse, de nuevo, en sus trincheras ideológicas históricas, sin arriesgarse a innovar en lo táctico para remontar en lo ideológico.

Díganme que me equivoco.

Familia nuclear y capitalismo: Silvia Federici y Nicole Cox

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En el momento histórico en el que Marx escribió su obra, la familia nuclear y el trabajo doméstico no estaban desarrollados todavía. Lo que Marx tenía frente a sus ojos era el proletariado femenino, que era empleado junto a sus maridos e hijos en la fábrica, y a la mujer burguesa que tenía una criada y, trabajase o no ella misma, no producía la mercancía fuerza de trabajo.

La ausencia de lo que hoy llamamos familia nuclear no significa que los trabajadores no intimasen y copularan. Significa, sin embargo, que era imposible sacar adelante relaciones familiares y trabajo doméstico cuando cada miembro de la familia pasaba quince horas diarias en la fábrica, y no había ni tiempo ni espacio físico para la vida familiar.

Solo después de que las epidemias y el trabajo excesivo diezmasen la mano de obra disponible y, aún más importante, después de que diferentes oleadas de luchas obreras entre 1830 y 1840 estuviesen a punto de llevar a Inglaterra a una revolución, la necesidad de tener una mano de obra más estable y disciplinada forzó al capital a organizar la familia nuclear como base para la reproducción de la fuerza de trabajo.

Lejos de ser una estructura precapitalista, la familia, tal y como la conocemos en “Occidente”, es una creación del capital para el capital, una institución organizada para garantizar la cantidad y calidad de la fuerza de trabajo y el control de la misma. Es por esto que “como el sindicato, la familia protege al trabajador pero también se asegura de que él o ella nunca serán otra cosa que trabajadores. Esta es la razón por la que es crucial la lucha de las mujeres de la clase obrera contra la institución familiar”.

Tomado de “Contraatacando desde la cocina”, de Silvia Fedecici y Nicole Cox. En: El patriarcado del salario.

El trabajo enajenado: Carlos Marx

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Carlos Marx (1818-1883) fue un filósofo y periodista alemán que, cual fantasma, asustaba a distintos sectores sociales y políticos cuando se le invocaba. El tipo buscó organizar, junto con su amiguis Federico Engels, una combo internacional, conformado por trabajadores europeos, que llevará más lejos la tarea iniciada por la revolución francesa y echara abajo no solo las monarquías sino también el orden burgués. Con algunas perspectivas desatinadas y otras super interesantes, se dedicó a alternar su trabajo periodístico con el estudio de la economía política de la época.

 Ese estudio empezó en forma hacia los 25 años, antes de eso estudiaba, pero a lo bestia, filosofía y derecho. Cuando tenía apenas 26 años escribió los “Manuscritos económico-filosóficos”, unas notas en las que comenzaba a perfilar su crítica a la “economía política burguesa”.Como en Heka no le tenemos miedo a leer y reproducir textos de ovejas negras de la historia, les dejamos unos apartados del segmento conocido como “el trabajo enajenado”:

El trabajo enajenado

La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general.

El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía

Este hecho, por lo demás, no expresa sino esto: (en el capitalismo) el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa; el producto es la objetivación del trabajo. (…)

Partiendo de este supuesto, es evidente que cuánto más se vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más poderoso es el mundo extraño, objetivo que crea frente a sí y tanto más pobres son él mismo y su mundo interior, tanto menos dueño de sí mismo es. (…) El trabajador pone su vida en el objeto pero a partir de entonces ya no le pertenece a él, sino al objeto. Cuanto mayor es la actividad, tanto más carece de objetos el trabajador. Lo que es el producto de su trabajo, no lo es él. Cuanto mayor es, pues, este producto, tanto más insignificante es el trabajador. La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil.

La enajenación del trabajador en su producto significa no solamente que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia exterior, sino que existe fuera de él, independiente, extraño, que se convierte en un poder independiente frente a él; que la vida que ha prestado al objeto se le enfrenta como cosa extraña y hostil.

(…) el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. 

Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste

Hemos considerado el acto de la enajenación de la actividad humana práctica, del trabajo, en dos aspectos: 1) la relación del trabajador con el producto del trabajo como con un objeto ajeno y que lo domina. Esta relación es, al mismo tiempo, la relación con el mundo exterior sensible, con los objetos naturales, como con un mundo extraño para él y que se le enfrenta con hostilidad; 2) la relación del trabajo con el acto de la producción dentro del trabajo. Esta relación es la relación del trabajador con su propia actividad, como con una actividad extraña, que no le pertenece, la acción como pasión, la fuerza como impotencia, la generación como castración, la propia energía física y espiritual del trabajador, su vida personal (pues qué es la vida sino actividad) como una actividad que no le pertenece, independiente de él, dirigida contra él. La enajenación respecto de sí mismo como, en el primer caso, la enajenación respecto de la cosa.

Resistir no es solo aguantar: la nueva estrategia zapatista

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El 1 de enero de 1994 el mundo fue testigo de un levantamiento social en un lugar recóndito del sur de México: el levantamiento zapatista. 

Miles de indígenas, y algunos mestizos, integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, se tomaron el municipio chiapaneco de San Cristóbal de las Casas para volver a exigir tierra y libertad, casi un siglo después de la revolución. 

hoy buscan mecanismos de organización ante una variable que crece y se fortalece: los carteles de narcotráfico, y los retazos criminales que quedaron tras la captura del ‘Chapo’ Guzmán.   

Con Emiliano Zapata, el ciclo de la historia volvía, pero ahora con indígenas encapuchados que en el ocaso del siglo XX manifestaban el cansancio y la indignación frente a la exclusión y opresión impuesta en 500 años de colonización. 

Desde entonces, desde el 94, las y los zapatistas buscaron negociar con el Estado sin mayores resultados, mientras iban construyendo formas de autonomía y resistencia ante lo que denominan «la hidra capitalista»

Pero si hace 30 años se levantaban contra los terratenientes, sus paramilitares y «el mal gobierno», hoy buscan mecanismos de organización ante una variable que crece y se fortalece: los carteles de narcotráfico, y los retazos criminales que quedaron tras la captura del ‘Chapo’ Guzmán. 

Asesinatos, tráfico de drogas, armas e incluso de personas se suman a, como era de esperarse, las conexiones mafiosas con la política institucional local. La pobreza de la zona, y la posición estratégica para el tráfico, junto a la posible puesta en marcha de megaproyectos, son el caldo de cultivo de una profunda conflictividad.  

La pobreza de la zona, y la posición estratégica para el tráfico, junto a la posible puesta en marcha de megaproyectos, son el caldo de cultivo de una profunda conflictividad. 

El zapatismo, que se identifica como una «izquierda desde abajo», ha procurado el autogobierno por medio de las caracolas y las Juntas de Buen Gobierno, y ahora, con el cerco que supone la avanzada criminal, va a ensayar nuevas alternativas para disputar el problema de la tierra pero también, el limitado margen de acción territorial con el que cuenta a la fecha. 

El pasado 20 de diciembre de 2023, hicieron pública en «enlace zapatista» y en otras plataformas afines al proyecto, una entrevista denominada «Vigésima y Última Parte: El Común y la No Propiedad» realizada por el Capitán Marcos al Subcomandante Moisés. En ésta dan cuenta de lo que será la nueva etapa del movimiento: el establecimiento de tierra recuperada «en común» para la siembra y el manejo entre zapatistas y no zapatistas. 

«Ni privada, ni ejidal, ni comunal, ni federal, ni estatal, ni empresarial, ni nada. Una no propiedad de la tierra. Como quien dice: «tierra sin papeles”», sostiene el Subcomandante sobre la iniciativa que es producto de la deliberación colectiva. 

«Entonces, respetando las tierras que son de propiedad personal-familiar, y las que son para trabajo de los colectivos, se crea, en terrenos recuperados en estos años de guerra, esta no propiedad. Y se propone que se trabaje en común por turnos, sin importar qué partido eres, o qué religión, o qué color, o qué tamaño, o qué género eres», indica. 

«Entonces, respetando las tierras que son de propiedad personal-familiar, y las que son para trabajo de los colectivos, se crea, en terrenos recuperados en estos años de guerra, esta no propiedad».

En cuanto a las reglas básicas para el manejo de esas tierras, expone lo siguiente: 

«tiene que ser acuerdo entre los pobladores de una región. No cultivar drogas, no vender la tierra, no permitir la entrada de ninguna empresa o industria. Quedan excluidos los paramilitares. El producto del trabajo de esas tierras es de quienes la laboren en el tiempo acordado. No hay impuestos, ni pago de diezmos. Cada instalación que se construya queda para el siguiente grupo. Se llevan sólo el producto de su trabajo. Pero de todo esto ya iremos hablando más después».

Si bien la experiencia zapatista no goza de la misma visibilidad mediática de hace 30 o 20 años, la búsqueda de alternativas radicales sigue siendo el horizonte, y el horizonte se sigue conectando al pasado: desde la Comuna de Morelos promovida por los zapatistas en la revolución hace un siglo, hasta la larga memoria indígena que se remonta a miles de años. 

Como decían los jóvenes rebeldes en la conmemoración de las tres décadas del levantamiento: «Pero no nos rendimos. Resistir no es sólo aguantar, sino construir».

Sobre el discurso del nuevo alcalde de Bogotá

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Vi el discurso de posesión del alcalde Carlos Galán. Entre otras cosas, me impactaron dos frases: “no pude dormir por estar pensando pensamientos”, “tengo la convicción de que nacemos todos con la capacidad de soñar, de imaginar y de sentir ilusión con un mejor mañana”.

A continuación comparto algunos comentarios:

1. No voté por él, pero caí en la trampa del delfinazgo, de pensar que por ser hijo de Luis Carlos Galán se iba a echar severo discurso, que iba a transmitir algo, pero no. Se trató de una intervención que pareció eterna, desordenada y llena de lugares comunes.

2. Tal vez pensó que la fórmula para escribir su discurso era mostrarse emocionado + el “Yo tengo un sueño” de Martin Luther King + palabras de su abuelo citando a Abraham Lincoln, todo eso sobre el célebre “trabajar, trabajar y trabajar” de Álvaro Uribe. Pero eso no cuajó, es uno de los discursos más flojos que he escuchado.

Representación gráfica de la posible fórmula del discurso de Carlos

3. Mientras él hablaba, yo pensaba en las y los periodistas que tenían que sacar la nota sobre el discurso. Galán no hizo ningún anuncio importante y lo máximo que podrá salir es un titular que diga: “el presidente puede ver un aliado en el alcalde de Bogotá«, anunció Luis Carlos Galán.

4. Los lugares comunes que identifiqué son: gobierno en la calle, ciudad segura, Bogotá incluyente, diálogo, cultura ciudadana, respaldo a la policía, construir consensos, recuperar a Bogotá, parques para los niños, construir sobre lo construido, gobierno de puertas abiertas.

5. El discurso terminó con un video llamado “Me comprometo con Bogotá”, que, según la presentadora, es la materialización del propósito de esta alcaldía. Básicamente se trata de un video en el que se expresa la individualización de los problemas, y la eliminación de las causas estructurales del análisis (viniendo de ese sector político, no puede esperarse algo distinto).

En general, el recién posesionado alcalde quiere expresar que el problema de Bogotá son sus ciudadanos, así, en abstracto, y que todo es por culpa de la falta de cultura ciudadana, cosa que va a solucionar con su gabinete de personas privilegiadas, que han trabajado toda la vida en el Estado o que vienen del sector privado. Gente de bien que nos va a enseñar a no colarnos en TransMilenio, a echar la basura en la caneca y a atravesar las vías por la cebra, para así, recuperar la confianza en la ciudad y dejar huella. Por supuesto, nada tiene que ver, según esta perspectiva, el diseño de una ciudad excluyente y desigual, con una gentrificación que no cesa, cuyos beneficios son para las grandes constructoras y el sector financiero y de servicios.

Kropotkin del valle venid, Kropotkin del valle llegad

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Una guía anarquista para… ¿la navidad? Fue un texto de Ruth Kinna, publicado en Free Collective.

Una guía anarquista para… ¿la navidad?

La rama familiar de Nicolás fue enviada a patrullar el Mar Negro. Pero Nicolás era un hombre espiritual y se escapó de la vida de pirateo y bandidaje por la que su vikinga familia rusa era conocida. Entonces se estableció bajo un nuevo nombre en las tierras al sur del Imperio, ahora Grecia, y decidió usar la riqueza que amasó durante su vida delictiva para aliviar el sufrimiento de los pobres.

No es sorprendente descubrir que Kropotkin estaba interesado en la Navidad. En la cultura rusa, San Nicolás (Николай Чудотворец) era venerado como un defensor de los oprimidos, los débiles y los desfavorecidos. Kropotkin compartía esos sentimientos. Pero también había un lazo familiar. Como todo el mundo sabe, Kropotkin podía trazar su ascendencia a la antigua dinastía Rurik que gobernó Rusia antes de la llegada de los Romanov, la cual, desde el siglo I dC, controló las rutas comerciales entre Moscú y el Imperio Bizantino. La rama familiar de Nicolás fue enviada a patrullar el Mar Negro. Pero Nicolás era un hombre espiritual y se escapó de la vida de pirateo y bandidaje por la que su vikinga familia rusa era conocida. Entonces se estableció bajo un nuevo nombre en las tierras al sur del Imperio, ahora Grecia, y decidió usar la riqueza que amasó durante su vida delictiva para aliviar el sufrimiento de los pobres.

Fuentes archivísticas no publicadas recientemente descubiertas en Moscú revelan que Kropotkin estaba fascinado por este lazo familiar y la sorprendente similitud física entre él y la figura del Papa Noel, popularizada por la publicación de “Una Visita de San Nicolás” (mejor conocida como “La noche antes de Navidad”) en 1823. Kropotkin no era tan gordo como Claus, pero con un cojín metido en su túnica, pensaba que podría dar el pego. Su amigo Elisée Reclus le aconsejó quitar el borde de piel del disfraz. Era una buena idea pues también le permitiría vestir un poco más de negro con el rojo. También decidiría seguir el consejo de Elisée acerca del reno y usar un trineo de mano. Kropotkin no era muy dado a disfrazarse. Pero explotar la similitud para extender el mensaje anarquista era una excelente propaganda por la acción. Anticipándose a “V”, Kropotkin pensó que todos podríamos posar como Papa Noel. En el margen de una página Kropokin escribe: “¡Infiltrar las tiendas, regalar los juguetes!

Se lee en los débiles trazos en el anverso de una postal:

«La noche antes de navidad, estaremos todos listos
Mientras la gente está durmiendo, reconoceremos nuestra fuerza.
Expropiaremos bienes de las tiendas, porque es justo
Y los distribuiremos ampliamente, entre aquellos que necesitan cuidado».

Su proyecto también revela algunos valiosos destellos de sus ideas acerca de las características anárquicas de la Navidad y su pensamiento acerca de las formas en las que los rituales victorianos de Navidad pueden ser adaptados.

Kropotkin describió los talleres en expansión en el Polo Norte, donde los elfos trabajaban alegremente todo el año, porque sabían que estaban produciendo para el placer de otros pueblos. Enfatizando que estos talleres eran estrictamente sin ánimo de lucro, basados en la artesanía y ejecutados en líneas comunitarias, Kropotkin los trató como prototipos de las fábricas del futuro

Todos sabemos”, escribió, “que las grandes tiendas – John Lewis, Harrods y Selfridges – están empezando a explotar el potencial comercial de la Navidad, estableciendo cuevas mágicas, grutas y tierras de hadas fantásticas para atraer a nuestros hijos y presionarnos para comprar regalos que no queremos y no podemos pagar”. “Si eres uno de nosotros”, continuó, “te darás cuenta de que la magia de la Navidad depende del sistema de producción de Papa Noel, no en los intentos de las tiendas de seducirte para consumir lujos inútiles”. Kropotkin describió los talleres en expansión en el Polo Norte, donde los elfos trabajaban alegremente todo el año, porque sabían que estaban produciendo para el placer de otros pueblos. Enfatizando que estos talleres eran estrictamente sin ánimo de lucro, basados en la artesanía y ejecutados en líneas comunitarias, Kropotkin los trató como prototipos de las fábricas del futuro (esbozadas en campos, fábricas y talleres). Algunas personas, sentía, pensarían que el sueño de Papá Noel de ver que todo el mundo recibía regalos en Navidad, era quijotesco. Pero podría hacerse. De hecho, la extensión de los talleres – los cuales eran bastante costosos de mantener en el Ártico – facilitaría la producción generalizada para las necesidades y la transformación de el regalo ocasional en el compartir ordinario. “Tenemos que decírselo a la gente”, escribió Kropotkin, “que los talleres comunitarios pueden establecerse en cualquier sitio y que podemos aunar nuestros recursos para asegurarnos que todo el mundo satisface sus necesidades!”

Naturalmente no podía imaginar la creación del Papá Noel Gran Hermano que sabe cuando un niño está dormido o despierto y viene al pueblo aparentemente sabiendo quien se había atrevido a llorar o hacer pucheros.

Una de las cuestiones que más molestaba a Kropotkin acerca de la Navidad era la forma en la cual el rol inspirador que Nicolás había jugado para conjurar los mitos de la Navidad había confundido la ética de la Navidad. Nicolás era equívocamente representado como un hombre caritativo y benevolente: santo porque era un benefactor. Absorbido en la figura de Papa Noel, las motivaciones para regalar de Nicolás habían sido aún más desvirtuadas por la fijación Victoriana con los niños. Kropotkin no entendió realmente los enlaces, pero sintió que reflejaba un intento de moralizar a los niños a través de un concepto de puridad que era simbolizado por el nacimiento de Jesús. Naturalmente no podía imaginar la creación del Papá Noel Gran Hermano que sabe cuando un niño está dormido o despierto y viene al pueblo aparentemente sabiendo quien se había atrevido a llorar o hacer pucheros. Pero antes o después, advirtió, esta idea de pureza sería usada para distinguir a los niños traviesos de los buenos y solo aquellos en el segundo grupo serían recompensados con regalos.

Papa Noel venía de la imaginación de la gente (solo considere la variedad de nombres locales que Nicolás ha tenido – Sinterklaas, Tomte, de Kerstman). Y la difusión del buen humor – a través de la fiesta – era organizada desde abajo. Enterrado en la Navidad, Kropotkin afirmaba, estaba el principio solidario del apoyo mutuo.

Sea como fuere, ambas cosas eran importantes, recuperar el principio de la compasión de Nicolás de esta confusa palabrería y el origen folclórico de Papa Noel. Nicolás daba porque le dolía saber de las penurias de otros. Aunque no era un asesino (hasta donde Kropotkin sabía), compartía la misma ética de Sofía Petrovskaya. Y aunque era obviamente importante preocuparse por el bienestar de los niños, el principio anarquista era tener en cuenta el sufrimiento de todo el mundo. De la misma forma, se malinterpretó la práctica de dar pensado que requería la implementación de un plan centralizado, supervisado por un administrador omnisciente. Eso era bastante erróneo: Papa Noel venía de la imaginación de la gente (solo considere la variedad de nombres locales que Nicolás ha tenido – Sinterklaas, Tomte, de Kerstman). Y la difusión del buen humor – a través de la fiesta – era organizada desde abajo. Enterrado en la Navidad, Kropotkin afirmaba, estaba el principio solidario del apoyo mutuo.

Kropotkin apreciaba la importancia del ritual y el valor real que las comunidades y los individuos asignaban a los carnavales, actos de remembranza y conmemoración. No deseaba más la abolición de la navidad que su republicanización a través de una terca reorganización burocrática del calendario. Era importante, de todas formas, desvincular la ética que la navidad fomentaba de la singularidad de su celebración. Hacer una fiesta era solo eso; extender el principio del apoyo mutuo y la compasión en la vida diaria era algo más. En la sociedad capitalista, la Navidad proveía un espacio para buenos comportamientos especiales. Aunque era posible ser cristiano una vez al año, el anarquismo era para toda la vida.

En la sociedad capitalista, la Navidad proveía un espacio para buenos comportamientos especiales. Aunque era posible ser cristiano una vez al año, el anarquismo era para toda la vida.

Kropotkin se dio cuenta que su propaganda tendría más posibilidades de éxito si pudiera mostrar cómo el mensaje anarquista estaba también incrustado en la cultura dominante. Sus notas revelan que se fijó particularmente en la novela de Dickens “Un Cuento de Navidad” para encontrar un vehículo para sus ideas. El libro era ampliamente reconocido por estar cimentado en ideas de amor, júbilo y buena voluntad en Navidad. Kropotkin encontró la genialidad del libro en su estructura. ¿Qué otra cosa era la historia del encuentro de Scrooge con el fantasma de la Navidad pasada, presente y futura que un repaso del cambio? viendo su presente a través de su pasado, Scrooge tuvo la oportunidad de cambiar su tacañería y rehacer ambas cosas, su futuro y el futuro de la familia Cratchit. Incluso si solo fuera recordado una vez al año, pensó Kropotkin, el libro de Dickens daba a los anarquistas el vehículo perfecto para enseñar esta lección: alterando lo que hacemos hoy, modelando nuestro comportamiento en Nicolás, podemos ayudar a construir un futuro que sea Navidad!