Colombia, 15 de septiembre de 2020. Tras el asesinato de un hombre en la madrugada del 9 septiembre, en Bogotá inició una serie de movilizaciones contra la brutalidad policial que se extendieron en diferentes ciudades del país y que además reflejaron la inconformidad de la ciudadanía ante la crisis y el fortalecimiento de una democracia restringida que busca que la separación de poderes sea cada vez más difusa.
La decisión que tomaron el gobierno nacional y la alcaldía de Bogotá el mismo 9 de septiembre, en el Puesto de Mando Unificado, fue fortalecer el pie de fuerza con 1600 efectivos y desplegar soldados de la brigada XIII en las calles de la capital.
El 10 de septiembre se presentaron nuevas movilizaciones espontáneas y descentralizadas en Bogotá, Barranquilla, Popayán, Manizales, Mosquera, Facatativá, Medellín, una vez más, protagonizadas por jóvenes. Las y los manifestantes fueron atacados por la policía con “armas no letales”, tortura, el abuso de la detención preventiva y llevados a centros de detención clandestina como sucedió en Mosquera.
El 11 de septiembre en la ciudad de Bogotá, la alcaldesa adelantó una jornada de “reconciliación y perdón”, que terminó en el ataque de la policía a una movilización que quería entrar a la Plaza de Bolívar, la detención de jóvenes, la apertura de procesos de judicialización a otros y agresión de Esmad a menores de edad.
Ante estos hechos, el gobierno nacional presentó un “Informe de inteligencia” que indica cómo operan y se organizan los que han catalogado como «grupos radicales» en Bogotá, que según ellos, son quienes han protagonizado las manifestaciones de los últimos días. El informe señala a líderes comunitarios y barriales. Los medios corporativos de comunicación, desde el 14 de septiembre están reproduciendo este ejercicio de satanización de la organización social y de la movilización en sí misma.
Hoy en su emisión de medio día @NoticiasCaracol señala a la Juventud Rebelde de hacer parte de una estrategia de actores armados para generar disturbios en Bogotá.
Totalmente falso e irresponsable. Nos ponen en riesgo esas afirmaciones.
Acá nuestro pronunciamiento: pic.twitter.com/9dwBk1pkOh— Juventud Rebelde Col (@JuvREBELDE) September 13, 2020
El 15 de septiembre en horas de la mañana se dieron a conocer panfletos de las Águilas Negras, que amenazan a líderes comunitarios y barriales de Usme, San Cristóbal y Bosa. Frente a esta situación, organizaciones sociales, han manifestado su rechazo ante las amenazas a las personas que trabajan en la construcción de tejido social en sus territorios.
La Cumbre Popular Urbana rechaza los señalamientos de los Medios de Comunicación y la Policía Nacional @Hekatombe_ @ElRebelde_MA @Contagioradio1 @CMILANOTICIA @NoticiasUno @comosoc @ONIC_Colombia @luiskankui @FranciaMarquezM @Ccajar @vivaciudadania @mesacerros @PalbarrioTejido pic.twitter.com/9ufS6GCWJg
— CumbrePopularUrbana🌳 (@CumbreUrbana) September 15, 2020
Por su parte, los medios corporativos de comunicación reproducen esta matriz de enemigo interno, que, como sucedió en el Paro Nacional que inició el 21N, califica a toda persona que se manifieste contra el gobierno, como integrante de las disidencias de las FARC o del ELN.
Cabe recordar que el relato que asocia las expresiones de indignación social con el delito de rebelión, con la criminalidad y con el terrorismo ha sido ampliamente usado por sectores de extrema derecha, y previo a las jornadas de protesta contra la brutalidad policial, integrantes del Centro Democrático como el mismo Alvaro Uribe Vélez, calificaron a todas las posiciones juveniles que celebraron su proceso penal, y que se han venido manifestando contra las masacres y el asesinato de líderes sociales como “jóvenes Farc”, lo que parece situar una matriz de opinión y de noticia que pretende satanizar y criminalizar a la cidadanía movilizada e incluso, a la ciudadanía que emprende escenarios culturales y de educación comunitaria, calificados como “trabajo social y comunitaria” estigmatizando a su vez, debido al uso impreciso de los términos, a la profesión y disciplina del Trabajo Social.
Que tristeza como mueren nuestro jóvenes solo por el derecho que ejercieron a lo protesta social
No cae nadie de la cúpula de la policía, y ahora el gobierno, desvía el debate hablando del ELN, disidencias etc, Ya @ceballosarevalo metió hasta a los colectivos venezolanos https://t.co/lR87VaXHMj— Ariel Ávila (@ArielAnaliza) September 15, 2020