Hace dos semanas que fueron las elecciones para renovar el Congreso de nuestra república bananera y todavía no tenemos resultados consolidados del número exacto de votos que sacaron (¿o debería decir que la registraduría dice que sacaron?) consultas, candidaturas, movimientos significativos de ciudadanos y partidos políticos.
Según las cuentas que yo acabo de conseguir, la Fotocopiadora Nacional de la Nación dice que Gustavo Petro tuvo 2.853.731 votos (84,7%) mientras Carlos Caicedo 515.309 votos (15,29%) de los votos de la consulta “Inclusión Social por la Paz”.
De “La Gran Consulta por Colombia” Iván Duque tuvo 4.044.509 votos (67,76%) mientras Martha Lucía Ramírez tuvo 1.538.882 votos (25,78%) y Alejandro Ordoñez solo 385.110 votos (6,45%)
En la Cámara de Representantes el Centro Democrático tuvo 2.382.357 votos, Cambio Radical tuvo 2.140.464 votos, el Partido Conservador tuvo 1.819.634 votos y la Lista de la Decencia tuvo 262.282 votos. La Alianza Verde tuvo 883.567 votos y el Polo Democrático tuvo 444.746 votos. Sumados los votos de la Coalición Colombia en la Cámara de Representantes fueron 1.328.313 votos.
En el Senado de la República el Centro Democrático tuvo 2.513.320 votos, Cambio Radical tuvo 2.155.487 votos, el Partido Conservador tuvo 1.927.320 votos y la Lista de la Decencia tuvo 523.286 votos. La Alianza Verde tuvo 1.317.429 votos y el Polo Democrático tuvo 736.367 votos. Sumados los votos de la Coalición Colombia dan 2.053.796 votos.
Haciendo un promedio de los votos del Centro Democrático en Cámara y Senado, tenemos más o menos unos 2.447.838 votos. El mismo ejercicio con Cambio Radical da 2.147.975 votos. En cuanto al Partido Conservador da un promedio de 1.873.477 votos. Cuando hacemos el ejercicio con la Coalición Colombia nos dan 1.691.054 votos. En cuanto a la Lista de la Decencia serian 392.784 votos.
En un universo paralelo lo que aquí llaman la Lista de la Decencia y la Coalición Colombia se fueron en una sola lista cerrada con la Farc (que seguramente serían otra cosa en forma y fondo) y claramente serían (ya que en ese universo paralelo hicieron una campaña electoral inteligente, audaz y para nada autorreferente y victimista) la primera o segunda fuerza de ese Congreso en donde las fuerzas del cambio son responsables con el momento histórico que vivimos, pero bueno, estamos en el universo que estamos.
Iván Duque sacó 1.596.671 votos más que los votos promedio de su partido el Centro Democrático en el Congreso de la República. En otras palabras, los votos de Iván Duque son realmente un poco más de 2.400.000. Esos votos de más vinieron seguramente de los votos de Cambio Radical que es propiedad exclusiva de Germán Vargas Lleras y es el único candidato presidencial que puede reclamar como suyos los votos que sacó su partido político (2.147.975 votos promediados).
Los votos sumados de Martica Ramírez y Alejo “quemador de libro”s Ordoñez son 1.923.992 votos; que son más o menos el promedio de votos que sacó el Partido Conservador para el Congreso de la República. La diferencia está seguramente en esa gente que equivocadamente – en términos estratégicos – votó por Martica para evitar que Duque fuera el candidato.
Yo no creo que todos los votos de la consulta “Inclusión Social por la Paz” sean para Gustavo Petro, pero si la mayoría, siendo pesimistas podríamos asegurar que Petro tiene más o menos unos tres millones de votos probados.
No vale la pena hacer el ejercicio alegre de promediar los votos del Partido Liberal y atribuírsele a Humberto de la Calle pues la gente sensata sabe que el Partido Liberal hoy está pensando en apoyar a Iván Duque o Germán Vargas Lleras. Son un partido político tradicional que no quiere perder sus cuotas clientelares en las instituciones del Estado que debería ser nuestro.
La información más confiable que tenemos de Humberto son los 365.658 votos que sacó en la costosa consulta liberal. El problema para Humberto es que ni siquiera esa ínfima cantidad de votos son realmente suyos (hasta Mockus sacó más que él para Senador) ya que está clarísimo que en esa consulta mucha gente que está comprometida con la campaña de la Colombia Humana votó por de la Calle para evitar que Juan Fernando Cristo fuera el candidato del Partido Liberal.
Por otro lado, los votos de la Coalición Colombia no son de Sergio Fajardo. Muchísimos votos que fueron en Cámara y Senado para los Verdes y el Polo serán en las presidenciales para Petro. Solo hay que revisar grandes electores como Inti Asprilla o Iván Cepeda que, aunque estén impedidos para decirlo públicamente, votarán al igual que sus electores por Petro para presidente, ya que el proyecto que representa Sergio Fajardo no les representa.
Lo más cercano para entender la diferencia en votos entre Petro y Fajardo está en sus congresistas elegidos más cercanos a los que ambos candidatos representan, por un lado, Gustavo Bolívar saco 116.505 votos mientras que Iván Marulanda Gómez que es lo más cercano a Fajardo solo saco 26.169 votos. Ni siquiera Mockus o Robledo pueden asegurar que los votos que ellos sacaron para el Senado serán para Fajardo en la primera vuelta presidencial.
Con estas cuentas alegres si las elecciones fueran mañana seguramente iríamos a una segunda vuelta entre Iván Duque y Gustavo Petro. Quien gane el gobierno dependerá sobre todo de la grandeza de Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo y Claudia López – junto a Angélica Lozano y Antanas Mockus – para que dejen de lado sus intereses personales, su interés de partido, y pongan primero al país rodeando a Gustavo Petro y Ángela María Robledo en una convergencia (no me gusta llamar a la unidad que se confunde con unanimidad) para que se derrote al oscurantismo y le abramos paso a una nueva forma de hacer política en Colombia.
Esas son mis cuentas alegres y mis deseos para esta “semana santa” ojala se nos haga el milagrito.
*Nota editorial: las opiniones expresadas por el columnista no representan el medio.
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Shameel Thahir Silva | @ShameelThahir | Amigo de la casa Hekatombe.
Politólogo y Magister en Estudios Políticos Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Colombia. Ciclista urbano. Enamorado de Bogotá y con ganas de servirle a su gente. Preocupado por un país en donde quepamos todxs.