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La conmovedora carta de comunidades campesinas al gobierno nacional

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Comunidades campesinas sin tierra de los departamentos del César y Magdalena, que integran La Comisión por la Vida Digna, la Tierra y los Territorios —organización que hace parte del Coordinador Nacional Agrario y del Congreso de los pueblos—, dirigieron al gobierno nacional una sentida carta luego de que este emitiera un comunicado, el pasado 30 de agosto, en el que señala de “invasores” a las poblaciones que ocupan y recuperan la tierra.

Con el comunicado, el gobierno nacional alude a procesos como los que adelantan estas comunidades del norte del país, así como al desarrollado por comunidades del pueblo Nasa y de otras poblaciones en el norte del Cauca, conocido como la “Liberación de la madre tierra”. 

Te puede interesar: Fuerte tensión entre el gobierno y comunidades recuperadoras y liberadoras de la tierra.

A continuación compartimos la carta completa:

Carta Campesina al Gobierno del Cambio

Nosotras, nosotros, familias sin tierra del Cesar y el Magdalena somos hijos del movimiento campesino que renace tras el despojo y la muerte, esa que se adueñó de la región durante la violencia paramilitar. Somos la memoria viva de la lucha campesina por la tierra, por la dignidad, por la autonomía y el trabajo digno de quien, con sus propias manos, alimenta al mundo.

Somos hijos de la tierra, de las sabanas comunales cuya libertad alcanzamos a disfrutar en nuestra niñez y que sólo deberían limitarse por el eterno e inmenso azul de nuestro cielo. Somos hijas de los playones, ciénagas y humedales en cuyo ritmo aprendimos a vivir, cultivando, pescando, pastoreando, cuidando y amando. Somos hijos e hijas del bosque seco tropical, ese milagro de sombra y animales de monte que inspira nuestros versos de vallenato y tambora, acompañando nuestras jornadas de trabajo, de una generación a otra.

Somos sobrevivientes que aún guardan en su corazón el dolor innombrable, la tristeza sin fondo que se anuda en el pecho cada vez que nos asesinan impune y vilmente a un compañero, a un hermano de lucha, a un amigo del alma. Porque, han de saber ustedes, que en menos de un año nos han asesinado a cuatro compañeros voceros, líderes campesinos, defensores de la vida. Albert, Teo, Tafur, José… nuestros duelos no acaban de nombrarse cuando ya tenemos que enterrar a otro compañero, en medio de constantes amenazas directas contra la vida de nuestros voceros y comunidades campesinas.

¿Y quién los asesina? Pues la avaricia del capital, la sed insaciable de acumular tierras, la impunidad con la que los terratenientes, finqueros, palmicultores y ganaderos han amasado sus fortunas para que en las grandes ciudades les llamen “Doctores” y puedan tener a sus aliados en la política, en las alcaldías y hasta en el Congreso. Ellos, los verdaderos despojadores, los ladrones que han hecho del pillaje su forma de vida, y de la muerte por contrato sicarial, su sello distintivo.

Tenemos muy claro quiénes somos y a qué nos enfrentamos. Sabemos quién ha robado, quién ha invadido, quién ha irrespetado las leyes del país y los mandatos de la Naturaleza y no hemos sido nunca nosotros. Somos memoria, esperanza, libertad, alimento, vida para la vida misma. Somos todo eso y más, pero nunca invasores ni violentos.

Somos recuperadores de la tierra que desde hace años hemos liberado sabanas, playones, ciénagas y humedales en los predios conocidos como El Silencio, Matarredonda, Los Mangos y Berlín en Tamalameque, La Oficina en Chimichagua, Santa María en Astrea, Portrero Grande en Santa Ana y La Herradura en El Banco, Magdalena, y La Pola ubicada entre los municipios de Aguachica y Rio de Oro, Santander. Somos la resistencia de la vida que se agrupa en la Comisión del Cesar y el Magdalena, y que integra con alegría, tenacidad y capacidad de construcción de país el Coordinador Nacional Agrario y el Congreso de los Pueblos.

Sin nuestra lucha, esos predios que el Estado llama baldíos de la nación, pero que deja a merced de las mafias narcoparamilitares, estarían devastados. Serían el reino de la palma aceitera que roba toda fertilidad a la tierra y explota al campesino sin tierra convertido, a la fuerza, en jornalero sin derechos. Serían tierras de búfalos, utilizados como instrumentos del despojo y la muerte de ciénagas y humedales cuyos nombres se perderían en la memoria de nuestros viejos.

Con esa convicción en mente y ese amor por la tierra en el corazón, nosotros, campesinos de rula y sombrero, campesinas cuidadoras de la vida, recorrimos vereda a vereda, parcela a parcela haciendo pedagogía en las pasadas elecciones a favor del Gobierno del Cambio, movilizándonos, convenciendo al indeciso, informando al que ignoraba la realidad, argumentando que Colombia podía ser una Potencia Mundial de la Vida. Lo hicimos en territorios controlados por el paramilitarismo del Clan del Golfo, cercados por los intereses terratenientes y mafiosos y sabemos que fuimos decisivos en el triunfo electoral en este país.

Y a menos de un mes de haber celebrado con toda la alegría la posesión presidencial vemos, con amargo asombro, las recientes declaraciones de un Gobierno que asumimos como propio, realizando afirmaciones que estigmatizan la lucha por la tierra, que criminalizan en lugar de convocar al diálogo para trazar los caminos que nos conduzcan a la reforma rural integral y popular en la que hemos puesto nuestro trabajo, nuestra vida y nuestros muertos.

Al mismo tiempo, escuchamos al portavoz del gremio ganadero, José Felix Lafaurie, anunciando la creación de un grupo de ganaderos para el sur del Cesar que reaccionaría, con acciones disuasivas, cuando ellos consideren que se perturba la propiedad privada. Y además añade, con la arrogancia de quien se sabe intocable, que no pedirá permiso para hacerlo. La historia de nuestra región está llena de largas y dolorosas páginas sobre la gravedad de este tipo de acciones, en las que siempre y en todo lugar, las víctimas han sido nuestras; nuestros los muertos, nuestras las familias desplazadas una y otra vez.

¿Quiénes son aquí los que no están respetando la Constitución y la ley? ¿Quiénes son realmente los violentos, los invasores, los despojadores? ¿Eran violentas las mujeres afronortecaucanas que, junto con Francia Márquez, se tomaron las oficinas de la capital en el 2014 para proteger su territorio de la megaminería? ¿Eran violentas las 50 familias sin techo que fundaron el Barrio que hace homenaje a Bolívar en Zipaquirá cuando Gustavo Petro iniciaba su carrera política? Nosotros, nosotras, seguimos creyendo que no es así, y sabemos muy bien que el despojo es y se sostiene por la violencia, y esa no la ejercemos nosotros. Así que seguimos esperando que este Gobierno, el que nosotros ayudamos a elegir, sea diferente. Esperamos que acuda a nuestro llamado de diálogo en las instancias de interlocución que por años hemos impulsado y exigido para clarificar, deslindar y proteger las sabanas comunales, los playones, ciénagas y humedales de nuestra región, para restituir los baldíos de la nación que han sido apropiados irregularmente por los terratenientes.

Esperamos que el Gobierno no realice afirmaciones generalizantes y estigmatizantes que aumentan el riesgo en nuestros territorios, que no permita más intentos de desalojo en nuestros procesos de recuperación de tierras, que además de injustos son ilegales, pues no cumplen el debido proceso ni los términos de ley.

Esperamos que, en cambio, actúe y se pronuncie con firmeza ante las amenazas de muerte que recibimos día a día los liderazgos agrarios y campesinos de este país, que decididamente enfrente los intereses indebidos y mafiosos que existen sobre las tierras y territorios que cuidamos y que, en ninguna circunstancia de cálculo político, se preste para el despojo, la criminalización y la muerte.

Las tierras recuperadas en el Cesar y el Magdalena serán siempre un escenario para la paz y el vivir sabroso, en el que ustedes y nosotros creemos.

Comisión por la Vida Digna, la Tierra y los Territorios.

Fuerte tensión entre el gobierno y comunidades recuperadoras y liberadoras de la tierra

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Colombia, 1 de septiembre de 2022. La organización campesina Coordinador Nacional Agrario (CNA) denunció que la orden de Presidencia de la República emitida el pasado 30 de agosto puede poner en riesgo y expone a la violación de los Derechos Humanos a las comunidades campesinas que vienen adelantando, desde hace varios años, un proceso de recuperación de tierras despojadas en diversas partes del país.

«Es un cheque en blanco para que la fuerza pública agreda a las víctimas del despojo», señaló el CNA en su comunicado.

Sobre las recuperaciones de tierra la organización sostiene que: «están dirigidas contra las grandes apropiaciones legalizadas por el Estado a favor de la clase dominante y en detrimento del derecho colectivo de las y los colombianos. Están enfocadas en la protección ambiental, conservar los nichos de vida, incentivar la protección de alimentos, sustituir los cultivos de uso ilícito por producción de comunidad para Colombia y ponerle un freno a la acumulación de grandes extensiones de tierra en manos de monopolios».

En la misma línea, el proceso de Liberación de la Madre Tierra adelantado por el pueblo nasa y otras comunidades del norte del Cauca, y que también se vería afectado por la medida del gobierno, en un comunicado del pasado 29 de agosto, enlistó la serie de  agresiones perpetradas por los grandes ingenios azucareros del departamento, entre las que se pueden encontrar: cerca de 400 intentos militares y policiales de desalojo, 12 liberadores asesinados entre 2005 y 2020, más de 600 heridos, 16 vacas masacradas, 115 pollos y gallinas robadas, 300 hectáreas de cultivos de pancoger destruidas, entre otros agravios.

En el comunicado dejan en claro que los tiempos de deliberación de las comunidades son diferentes a los tiempos del gobierno, que las decisiones son tomadas de manera colectiva y que esa dinámica es bien conocida por la vicepresidenta.

El proceso de liberación de la madre tierra, es un ejercicio adelantado por comunidades que a lo largo de la historia fueron despojadas de sus tierras por parte de grandes propietarios, con el fin establecer vastas extensiones de monocultivo de caña de azúcar, eliminando los cultivos de alimentos sembrados previamente. Las comunidades fueron desplazadas hacia las zonas altas del norte del departamento, en las que la tierra es menos fértil. Desde el 2005, las comunidades se organizaron para bajar hacia los cañaduzales y empezar a sembrar, nuevamente, alimentos.

Contexto

El gobierno nacional emitió, el martes 30 de agosto, un comunicado en el que manifiesta que «Quienes quieren promover invasiones entorpecen la gestión del gobierno y esto podría redundar en que sean investigados por las autoridades», afirmando además que en efecto habrá reforma agraria que busque la equidad sobre el acceso a la tierra.

De allí que el CNA sea reiterativo en sostener que las comunidades no son invasoras sino recuperadoras, y que se trata de una acción que lleva años, y de una reacción a los hechos de despojo iniciales perpetrados por los grandes propietarios.

El decálogo de compromisos del presidente Gustavo Petro

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En medio de una posesión cargada de símbolos y rupturas, el presidente Gustavo Petro cerró su discurso con 10 compromisos que asume con el país, a continuación los vamos a revisar:

1. "Trabajaré para conseguir la paz verdadera y definitiva. Como nadie, como nunca. Vamos a cumplir el Acuerdo de Paz y a seguir las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad. El «Gobierno de la Vida» es el «Gobierno de la Paz». La paz es el sentido de mi vida, es la esperanza de Colombia. No podemos fallarle a la sociedad colombiana. Los muertos se lo merecen. Los vivos lo necesitan. La vida debe ser la base de la paz. Una vida justa y segura. Una vida para vivir sabroso, para vivir feliz, para que la dicha y el progreso sean nuestra identidad".

El 28 de junio, el entonces presidente electo Gustavo Petro, asistió a la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad, allí, en su discurso, anunció “el informe no es para la venganza, es para la paz”.

Sumado a esto, durante la campaña presidencial, siempre habló de la urgencia de cumplir los Acuerdos de la Paz, que pasan por las garantías para personas reincorporadas, sustitución efectiva de cultivos, la construcción comunitaria de vías terciarias, entre otros.

2. Cuidaré de nuestros abuelos y abuelas, de nuestros niños y niñas, de las personas con discapacidad, de las personas a las que la historia o la sociedad ha marginado. Haremos una «política de cuidados» para que NADIE se quede atrás. Somos una sociedad solidaria, que se preocupa y ocupa del prójimo. Que su Gobierno también lo sea. Haremos una política sensible al sufrimiento y dolor ajeno, con herramientas y soluciones para crear igualdad.

“El trabajo de cuidado es toda actividad realizada para el cuidado de la vida, el bien común, y el buen vivir. Comprende el trabajo doméstico y el de atención a personas que requieren apoyo para las actividades cotidianas. Como todo trabajo, requiere esfuerzo físico y mental”, según la Mesa Intersectorial de Economía del Cuidado.

La economía del cuidado representa cerca del 20% del Producto Interno Bruto. Cabe señalar que las mujeres dedican más de 7 horas diarias al cuidado, mientras que los hombres dedican 3 horas, y esta distribución desigual del trabajo del cuidado lleva a que las mujeres se encuentren en la informalidad, la precariedad laboral, o el subempleo. Todo esto impacta, de manera negativa, aspectos fundamentales como la autonomía económica y la participación ciudadana.

Un reclamo de organizaciones de cuidadoras y del movimiento feminista se empieza a materializar con esta propuesta anunciada por el presidente Gustavo Petro.

3. Gobernaré con y para las mujeres de Colombia. Hoy, aquí, empieza un gobierno paritario y con un Ministerio de Igualdad. ¡Al fin! Con nuestra vicepresidenta y ministra Francia Márquez vamos a trabajar para que el género no determine cuánto ganas ni cómo vives. Queremos igualdad real y seguridad para que las colombianas puedan caminar tranquilas y no temer por sus vidas.

Pese a los traspiés que tuvo el presidente Petro durante su campaña a la presidencia, por ejemplo, el anuncio de medidas como el aborto cero;  la afirmación según la cual él creó el feminismo popular, o su defensa acérrima de Hollman Morris —denunciado por violencias de género en el marco de las elecciones a la alcaldía de Bogotá—, ahora, parece estar dispuesto al diálogo y al aprendizaje en temas de género.

Es la primera vez que un gobierno nacional plantea abiertamente una agenda de género, que será liderada, además, por una mujer feminista.

4. Dialogaré con todos y todas, sin excepciones ni exclusiones. Este será un gobierno de puertas abiertas para todo aquel que quiera dialogar sobre los problemas de Colombia. Se llame como se llame, venga de donde venga. Lo importante no es de dónde venimos, si no a dónde vamos. Nos une la voluntad de futuro, no el peso del pasado. Vamos a construir un Gran Acuerdo Nacional para fijar la hoja de ruta de la Colombia de los próximos años. El diálogo será mi método, los acuerdos mi objetivo.

A diferencia de gobiernos anteriores que condicionan el diálogo con sus detractores o con los actores armados, el presidente Gustavo Petro anunció que su mandato está abierto al diálogo. Este punto es transversal a todo su decálogo y hace parte de su propuesta sobre la construcción conjunta del futuro.

Grupos armados y la insurgencia han manifestado su voluntad de diálogo. La guerrilla del ELN anunció un cese unilateral y su interés en iniciar lo más pronto posible diálogos de paz con el gobierno. Por su parte, el grupo armado Clan del Golfo anunció interés de establecer diálogos con Gustavo Petro, sin embargo, tras la extradición de alias “Otoniel”, la organización se encuentra dividida y no es claro cómo se avanzará en un proceso de sometimiento de ésta en el corto plazo.

5. Escucharé a las colombianas y colombianos como he venido haciendo en todos estos años. NO se gobierna a distancia, alejado del pueblo y desconectado de sus realidades. Todo lo contrario: se gobierna escuchando. Vamos a diseñar mecanismos y dinámicas para que todo colombiano se sienta escuchado en este Gobierno. No quedaré atrapado entre las cortinas de la burocracia. Estaré cerca de los problemas. Caminaré al lado y junto a los colombianos de todos los rincones. Solo quien está cerca puede entender y ponerse en el lugar del otro.

Las movilizaciones que se presentaron durante el gobierno Duque, y en general, durante la hegemonía uribista, dejaron de manifiesto la falta de interés de diálogo por parte de los gobiernos nacionales, siendo la fuerza pública la respuesta generalizada. Según este compromiso, el gobierno nacional no estará alejado de la realidad del país, sino que generará las condiciones para un diálogo multilateral que permita avanzar hacia un país en paz.

6. Defenderé a los colombianos y colombianas de las violencias y trabajaré para que las familias se sientan seguras y tranquilas. Lo haremos con una estrategia integral de seguridad. Colombia necesita una estrategia que vaya desde los programas de prevención hasta la persecución de las estructuras criminales y la modernización de las fuerzas de seguridad. Las vidas salvadas será nuestro principal indicador de éxito. El crimen se combate de muchas maneras. Todas imprescindibles. Quiero defender a las familias colombianas de la inseguridad diaria y cotidiana: sea de la violencia machista o de cualquier otra violencia.

A diferencia de otras estrategias de seguridad implementadas en el país, esta se centrará en la prevención, cabe destacar que durante la campaña presidencial, Gustavo Petro siempre destacó la relación entre el hambre y el delito, así como la urgencia de quitarle jóvenes a las estructuras criminales.

Hace énfasis en la “violencia machista”, un avance importante en su discurso que además pone sobre la mesa la agenda de género en el país.

7. Lucharé contra la corrupción con mano firme y sin miramientos. Un Gobierno de «cero tolerancia». Vamos a recuperar lo que se robaron, vigilar para que no se vuelva a hacer y transformar el sistema para desincentivar este tipo de prácticas. Ni familia, ni amigos, ni compañeros, ni colaboradores… nadie queda excluido del peso de la Ley, del compromiso contra la corrupción y de mi determinación para luchar contra ella.

Tomando distancia de la afirmación del expresidente Julio César Turbay “reducir la corrupción a sus justas proporciones”, el presidente Petro habla de “tolerancia cero”. La lucha contra la corrupción durante su campaña política la abordó desde la democratización del Estado, acceso a información pública, vigilancia efectiva a la contratación pública y una legislación robusta que permita luchar contra la corrupción.

8. Protegeré nuestro suelo y subsuelo, nuestros mares y ríos. Nuestro aire y cielo. Nuestros paisajes nos definen y nos llenan de orgullo. Y, por eso, no voy a permitir que la avaricia de unos pocos ponga en riesgo nuestra biodiversidad. Vamos a enfrentar la deforestación descontrolada de nuestros bosques e impulsar el desarrollo de energías renovables. Colombia será potencia mundial de la vida. El Planeta Tierra es la «casa común» de los seres humanos. Y Colombia, desde su enorme riqueza natural, va a liderar esta lucha por la vida planetaria.

La adaptación del país al cambio climático ha sido una preocupación histórica del presidente Gustavo Petro. Entre sus propuestas de campaña se encontraban la transición minero energética, la eliminación de las corridas de toros, la lucha contra la deforestación, así como el protagonismo de la fuerza pública y el campesinado en esta.

9. Desarrollaré la industria nacional, la economía popular y el campo colombiano. Sin distinciones ni preferencias. Vamos a acompañar y apoyar a todo aquel se esfuerza por Colombia: el campesino/a que se levanta al alba, el artesano/a que mantiene viva nuestra cultura, el empresario/a que crea trabajo. Necesitamos de todos y todas para crecer y redistribuir riqueza. La ciencia, la cultura y el conocimiento es el combustible del siglo XXI. Vamos a desarrollar la sociedad del conocimiento y la tecnología.

En los debates para la consulta presidencial, Francia Márquez, al referirse al trabajo, señalaba que el modelo económico actual precarizaba la vida. Este término, el de la precarización laboral, fue el gran ausente de los compromisos durante el discurso de posesión, sin embargo, la reactivación económica desde abajo, con el fortalecimiento de las mipymes, estuvo presente tanto en los debates como en el discurso. 

La referencia a la ciencia, la cultura y el conocimiento, permite deducir que el fortalecimiento de estas también estará relacionado con la cualificación y la articulación directa entre la universidad y la economía nacional.

10. Cumpliré haré cumplir nuestra Constitución. La que dice en su artículo 1: “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que laintegran y en la prevalencia del interés general”.

Gustavo Petro finaliza su decálogo de compromisos refiriéndose al primer artículo de la Constitución Política, que básicamente consiste en la definición de la estructura y funcionamiento del país. Al citar este artículo hace una clara referencia al avance hacia el cumplimiento real —no ficticio como ha sucedido durante 31 años— de la Constitución Política.

Iván Duque: 4 años de humor

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Por: Nicolás Roa

Algo que resulta muy indicativo de una sociedad es su capacidad de reírse de si misma, aún de sus peores tragedias. Recientemente, por ejemplo, han aflorado ejemplos de burla de acontecimientos extremadamente trágicos como el Holocausto nazi y los atentados del 11 de septiembre de 2001[1]. Son cuestiones difíciles de procesar, y en ellas la risa juega un papel de irreverencia y reparación. Se puede extraer humor de las experiencias difíciles, aunque nunca lo terrorífico y doloroso deje de serlo. Por ello, parte del balance sobre el gobierno de Iván Duque se relaciona con el humor, pues el presidente saliente fue una fuente inagotable de burlas y chistes que circularon por distintos medios. El gobierno que acaba el 7 de agosto de 2022 fue tan trágico que terminó siendo cómico, en tanto su conjunto de actuaciones y discursos fueron motivo de risa de gente que encontró nuevos medios para expresar burlas frente al poder.

parte del balance sobre el gobierno de Iván Duque se relaciona con el humor, pues el presidente saliente fue una fuente inagotable de burlas y chistes que circularon por distintos medios

El gobierno Duque fue dramático pues deja un balance social y económico crítico. El apego del gobierno uribista al dogma neoliberal dejó a Colombia en un amplio endeudamiento, una crisis fiscal considerable y una pobreza disparada por sucesos geopolíticos como la pandemia y el aumento global de la inflación. Además, desconoció partes del acuerdo de paz, estigmatizó a sus oponentes políticos y fue cómplice de graves violaciones a los derechos humanos como el asesinato de menores reclutados forzosamente por grupos ilegales. Si a esto se le suman los graves escándalos de desfalco de las arcas públicas se tiene una tormenta de ilegitimidad política y crisis económica. Por ello, no es raro que en este cuatrienio se hayan presentado las protestas sociales más amplias e intensas de las últimas décadas.

Así, la gente pudo responder al tono chabacano con el que Duque buscó conquistar a sus electores: los concursos de hacer “cabecitas”, el presidente guitarrista, el bailarín y el mejor amigo de Uribe.

Incluso antes del principio del mandato uribista, las burlas estuvieron al orden del día. En parte, esto sucedió gracias a una especie de democratización del humor político a través de medios digitales de circulación de contenidos. Así, la gente pudo responder al tono chabacano con el que Duque buscó conquistar a sus electores: los concursos de hacer “cabecitas”, el presidente guitarrista, el bailarín y el mejor amigo de Uribe. Esta banalización de la campaña electoral terminó jugándole en contra al gobierno, pues estableció parte del tono con el que sería valorada su obra y su personalidad pública. Duque pasó del anonimato al desprestigió a través de una campaña electoral en el que el principal argumento era “no volvernos como Venezuela”

Frente a esto, el derecho a burlarse del poder sirvió para reducir la distancia entre lo que Jorge Eliecer Gaitán llamaba el país nacional —la gente que lucha diariamente a través del trabajo por su subsistencia — y el país político —una clase que piensa en las dinámicas del poder para buscar su beneficio personal —[2]. En este caso, el país nacional construyó formas de interpretar las rabietas, canalladas y delirios del gobernante de las canas pintadas. No obstante, este marco osciló entre la extrema simplificación de la política a través de los insultos y los formatos estandarizados de los memes de internet, y el humor satírico que pone a pensar en la distancia entre lo que debería haber y lo que en efecto hay. De este contexto se presenta el auge de los YouTubers satíricos, quienes, desde distintos ángulos, se volvieron una fuente importante de información y análisis al margen de los medios de comunicación tradicionales. Es sintomático que el canal de YouTube de Juanpis González —personaje satírico creado por el humorista Alejandro Riaño y cuyo canal fue creado a mediados de 2018, justo en la víspera del gobierno Duque — tenga más suscriptores que los de los principales medios impresos de Colombia: El Tiempo y El Espectador.

No es un asunto menor, pues demuestra la forma en la que las críticas producidas y circuladas en medios masivos sirven para establecer una forma de entender los hechos y acciones alrededor de un personaje sobre la base de referencias y criterios comunes.

Durante el cuatrienio, los caricaturistas tradicionales estandarizaron la figura de Duque como un bajito rechoncho, y frente a sus críticos más hostiles se volvió un cerdo, o un cerdito, según el tono[3]. Los memes de internet, en general, siguieron esta misma línea. No es un asunto menor, pues demuestra la forma en la que las críticas producidas y circuladas en medios masivos sirven para establecer una forma de entender los hechos y acciones alrededor de un personaje sobre la base de referencias y criterios comunes. A través de estos referentes se construyeron lecturas colectivas para gente que comenzó a entender que tiene mucho en común al momento de interpretar los valores públicos, asunto que fue fundamental en los paros nacionales y en el amplísimo rechazo a la clase política tradicional en las elecciones de 2022. Por ello, también los muros también se llenaron de contenidos satíricos, de parodia y de ironía.

El humor sirvió a la gente que protestó para señalar la incongruencia entre lo que sucedía y lo que debería suceder. En particular, los temas referentes a las graves violaciones a los derechos humanos establecieron que el Estado no cumple su función de cuidar a la ciudadanía. Por una parte, se señalaron niñas y niños reclutados forzadamente como “máquinas de guerra”, estableciendo así un marco discursivo para justificar la violencia contra ellos; también sirvió para denunciar la agresiva andanada policial en contra de la protesta social. Todo ello condujo a ratificar los intereses comunes de los manifestantes y una identidad basada en la burla —también— frente a un establecimiento que ha sostenido un modelo social y económico excluyente. Detrás de las risas hubo una crítica de fondo, así como se manifestó la voz de amplias capas sociales históricamente marginadas de los debates públicos.

La risa se puso al servicio de la generación de ideas colectivas en medio de la lucha, y fue fundamental en la valoración de Iván Duque como personaje público.

En síntesis, el humor sirvió para burlarse del poder, difundir ideas que tuvieron un suelo fértil en la indignación ciudadana y expresar la profunda indignación con muchas de las peores circunstancias que se viven en Colombia. La risa se puso al servicio de la generación de ideas colectivas en medio de la lucha, y fue fundamental en la valoración de Iván Duque como personaje público. Si se estudia más a profundidad, es un ejemplo fundamental de como la risa en Colombia sirve para afrontar las dificultades de la vida en una de las sociedades más desiguales del mundo: es una forma de afrontar lo traumático y de expresar lo inexpresable. El humor cumple, entonces, una función política de invertir el mundo y una función de memoria histórica, en la que quedará una amplísima riqueza de fuentes para evidenciar cómo la gente interpretó y actuó frente a este gobierno.

No obstante, como manifestó el dibujante argentino Quino citando a un colega norteamericano: “Los aliados no derrotaron a Hitler con tinta china”[4]. Cambiar un país donde no vuelvan a suceder tragedias como el asesinato de Jaime Garzón requiere pasar de la risa a la acción, tal como ha venido sucediendo en los últimos años a través de las manifestaciones colectivas que han sacudido el país. Por eso, es valioso que frente al gobierno de una élite revanchista que afortunadamente ya acaba se reivindique el derecho a reírse del poder, algo que la gente también se ganó en las calles.


[1] Por ejemplo, esta entrevista a Etgar Keret  https://www.lavanguardia.com/cultura/20201225/6148016/hay-humor-sobre-holocausto.html

[2] “En Colombia hay dos países: el país político y el país nacional” https://rebelion.org/en-colombia-hay-dos-paises-el-pais-politico-y-el-pais-nacional/

[3] Entrevista a Julio César González, “Matador”, por Infobae https://www.infobae.com/america/colombia/2022/01/30/quitarle-el-aviso-de-cerdo-a-ivan-duque-es-imposible-matador-hablo-de-su-nueva-obra-teatral-cerdocracia/

[4] Entrevista a Quino en el programa A Fondo, en https://www.youtube.com/watch?v=cuR8yFOc9hE

Sociólogo y magister en historia. Militante del Polo Democrático.
Sociólogo y magister en historia. Militante del Polo Democrático.

No es un error preguntar: el problema es que pregunte una mujer, ¿Sí o qué?

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Por eso haberlo preguntado no es ni una muestra de desconocimiento, ni un error, es una pregunta válida.

Han fustigado a más no poder a la representante a la Cámara Susana Gómez Castaño por decir que no sabía el procedimiento para suscribir una proposición ya radicada por otro congresista en la secretaría de la Comisión Sexta Constitucional de la que hace parte. Hay que decir que ese procedimiento en particular es consuetudinario en el Congreso, no hay algo escrito taxativamente en el Reglamento. Por eso haberlo preguntado no es ni una muestra de desconocimiento, ni un error, es una pregunta válida.

La Ley Quinta de 1992, que establece las reglas de funcionamiento del Congreso, habla de las proposiciones en sus artículos 112 a 115, define qué son, cómo deben presentarse y qué tipo de proposiciones hay. Las proposiciones se radican en un documento firmado y pueden tratar desde la convocatoria a una audiencia pública o debate de Control Político, hasta la propuesta de modificación a un artículo de algún proyecto de ley o acto legislativo que esté en debate.

Pero este procedimiento tampoco está reglado en una ley o escrito en algún lado, sino que es la práctica legislativa la que ha institucionalizado esa vía.

En la costumbre del Congreso, algunes congresistas lo que suelen hacer es compartir sus proposiciones antes de radicarlas para que sus colegas las suscriban. Pero, por lo general, lo que pasa es que une congresista radica su proposición solamente con su firma. Una vez radicada una proposición, se debe leer por el secretario de la Mesa Directiva para someterla a aprobación y, si al momento de la lectura, alguna integrante de la corporación quiere suscribir la proposición, manifiesta su voluntad públicamente en la sesión. Pero este procedimiento tampoco está reglado en una ley o escrito en algún lado, sino que es la práctica legislativa la que ha institucionalizado esa vía.

es la Mesa Directiva la que debería responder esas dudas, esa es una de sus funciones, interpretar el reglamento para el correcto funcionamiento del Congreso.

¿Cómo se aprende eso? Estando en el Congreso, siguiendo las sesiones, siendo asesoras, siendo parte de la mesa directiva, presidentes, vicepresidentes o secretaries en las corporaciones; se aprende haciendo. Y cuando alguien llega nueva, puede aprender la Ley Quinta, puede tener buenas asesoras, pero si no sabe un procedimiento cualquiera, puede preguntarlo, y es la Mesa Directiva la que debería responder esas dudas, esa es una de sus funciones, interpretar el reglamento para el correcto funcionamiento del Congreso.

Por eso, para una congresista nueva como Susana, decir que no conocía el procedimiento para suscribir una proposición cuando ya estaba radicada, es completamente legítimo. En esa situación, bastaba con que el secretario o presiente de la Comisión preguntara al autor si estaba de acuerdo y respondiera: “La proposición queda suscrita por la representante Susana Gómez”, o algo parecido. Eso es todo. No tenía que convertirse esto en un hecho noticioso o una muestra de saber o no ser congresista en Colombia.

Pero lo que sí parece pasar por primera vez es que se le fustigue e increpe a una nueva congresista por preguntar y reconocer que no sabía cómo se procedía como si hubiera cometido un gravísimo error.

No es la primera vez que une nueva congresista pregunta asuntos procedimentales como esos en una sesión, pasó en 2018 cuando había varios primíparos en el Congreso, y es función de la Mesa Directiva resolver las dudas –para eso están-. Pero lo que sí parece pasar por primera vez es que se le fustigue e increpe a una nueva congresista por preguntar y reconocer que no sabía cómo se procedía como si hubiera cometido un gravísimo error. Y pues no. Porque, como bien respondió la representante en una entrevista de radio, “preguntar no es un error”.

Decir que la representante lleva cuatro meses siendo congresista por lo que ya debería saber los procedimientos es engañoso, porque si bien las elecciones fueron en marzo, la posesión y las sesiones comenzaron hace apenas algo más de dos semanas y, aunque muchas congresistas nuevas se han esforzado por estudiar el Reglamento, en este tipo de procedimientos solamente se aprende con la práctica. Sobre eso, tiene razón de nuevo la representante cuando dice que era la primera sesión de la Comisión Sexta en la que participaba porque apenas esta semana se lograron conformar para comenzar su trabajo.

Y, aunque a mucha gente le parezca trillado, lo que hay de fondo y de superficie en este cuestionamiento inclemente es que a quien se critica es a una mujer joven que ha llegado a la política.

Y, aunque a mucha gente le parezca trillado, lo que hay de fondo y de superficie en este cuestionamiento inclemente es que a quien se critica es a una mujer joven que ha llegado a la política. Y acá se cruzan tanto prejuicios de género y edad, como asuntos de clase, porque estamos acostumbradas a ver en el Congreso a señores con saco y corbata, por supuesto de más de 40 años; o a mujeres también de ropas y formas de clase social alta. En ambos casos, ha sido gente que quizás no haría esas preguntas porque, vaya sorpresa, conocen lo que se hace en el Congreso porque sus familiares, cónyuges, o padrinos y madrinas políticas ya habían sido congresistas; o porque sus UTL son personas con experiencia previa en el Congreso, o porque preguntaron pasito, vaya una a saber –o porque no eran de las tendencias de izquierda.

le molesta a ciertos sectores es que haya gente en el Congreso que se salga del molde del que estaban acostumbradas

En cambio, en este Congreso nos estamos encontrando con personas realmente nuevas en la actividad legislativa, una actividad que tiene tantos vericuetos, por lo que hay que estar muy atentas para aprender, para preguntar todo lo que sea necesario para hacer un buen trabajo parlamentario. Y que un hecho que ha pasado en otras ocasiones se haya vuelto una noticia o causa de indignación, muestra que lo que le molesta a ciertos sectores es que haya gente en el Congreso que se salga del molde del que estaban acostumbradas; y, en particular, que haya mujeres jóvenes que no tengan inconveniente en preguntar, como si ese solo hecho se tratara de una muestra evidente de incompetencia. No lo es en absoluto.

No es inocente que cuestionen tanto a la representante cuando es altamente probable que las personas que cuestionan no sepan ni qué es una proposición, ni qué es una comisión constitucional, y menos que es consuetudinario. Y, claro, es válido exigir a quienes entraron al Congreso que se cualifiquen, pero esa cualificación se hace también preguntando, es una de las formas más efectivas, y que se haga en público no debería ser causa de controversia.

No es inocente que cuestionen tanto a la representante cuando es altamente probable que las personas que cuestionan no sepan ni qué es una proposición, ni qué es una comisión constitucional, y menos que es consuetudinario

Estoy bastante segura que, de haber sido un hombrecito el de la pregunta, no le habrían caído de tal manera. No solamente habría obtenido respuesta pronta de alguien en su comisión, sino que los medios no habrían pedido que se disculpara por no saber una nimiedad como esas. Para quienes sabemos lo que significa la infantilización y minimización de nuestra experiencia profesional y de nuestras calidades solamente por el hecho de ser mujeres, es más que evidente que lo que se ha hecho con la representante Susana Gómez Castaño en un asunto de género: la violencia, la exigencia de bajar la cabeza y pedir perdón por una conducta que a un hombre no se le reprocharía de tal manera, es una de las tantas expresiones naturalizadas de misoginia que hay que develar y combatir.

Jorge Enrique Robledo y la gasimba

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Un día cualquiera de 1973, mi abuela y mi tío llegaron tarde a la reunión de la Anapo en la Súper 7, entraron a la casa justo cuando doña Castorila Pico cerraba su intervención con una frase que marcaría la historia de las izquierdas del país: “El Moir nunca quiere la unidad”. 

“El Moir nunca quiere la unidad”: doña Castorila Pico

A mi generación le tocó la era de Jorge Enrique Robledo, por eso no me voy a detener en la vida y obra de Pacho Mosquera, tampoco me interesa hablar de cómo, años después, el MOIR casi acaba al Polo Democrático; y, aunque resulte tentador, tampoco me referiré al odio intestino que siente el exsenador y referente de DIGNIDAD por el presidente Gustavo Francisco Petro. 

Un discurso que, como ya lo decía doña Castorila Pico, se distancia de las ideas realmente progresistas.

Siendo sincera, yo no quería hablar más de Robledo, con las elecciones y sus salidas en falso era más que suficiente. Pensé que ya era justo dejarlo tranquilo y que siguiera con sus cosas, buscando el registro civil de Petro o algún documento perdido de Francia Márquez, pero no, Jorge Enrique no me dejó dejarlo en paz.

Hace unos días empezó con unos trinos a los que ha venido llamando “pedagogía tributaria”, y entre los temas que aborda, están los impuestos saludables, la cosa es que no hay tal pedagogía, sino sólo su discurso de siempre frente esta medida de salud pública. Un discurso que, como ya lo decía doña Castorila Pico, se distancia de las ideas realmente progresistas. Esa “pedagogía” no la construyó desde su experiencia como congresista, o pensando en el bien de las personas pobres de las que habla en sus hilos de Twitter, sino que viene de una lectura rarita que hace el Moir de Mao Tse Tung.

Esa “pedagogía” no lo construyó desde su experiencia como congresista, sino que viene de una lectura rarita que hace el Moir de Mao Tse Tung.

En la década de los 30, Mao hizo una lectura del contexto en China y pensó que era necesario aliarse con la burguesía nacional representada en el Kuomintang, para hacer un frente común contra el imperialismo japonés. En el Moir leyeron eso, lo estudiaron y les encantó. Entonces —dijeron— tenemos que hacer una alianza con la burguesía nacional  colombiana para hacer un frente común contra el imperialismo gringo.

Eso de entrada se lee bien, una se emociona, como me imagino que se emocionaron en el Moir cuando leyeron a Mao, pero una cosa es la China de los años treinta y otra cosa diferente es Colombia.

terminó buscando adelantar una alianza unilateral con lo que ellos concebían como la burguesía nacional, pero resulta que esa burguesía no tenía una conciencia de lo nacional

Al Moir eso poco le importó, siguió haciendo sus análisis y terminó buscando adelantar una alianza unilateral con lo que ellos concebían como la burguesía nacional, pero resulta que esa burguesía no tenía una conciencia de lo nacional, es decir, a los grandes propietarios  antes que la industrialización del país, les interesaba llenarse de plata, ser funcionales a la destrucción del mercado interno, a la burocracia, y tener en buenos términos al imperialismo estadounidense, así que, a la larga, a la burguesía “nacional” —cafetera y cañera y de lógicas terratenientes— no le interesaba aliarse con esa izquierda que hacía lecturas raras de Mao y criticaba a sus amistades gringas.

No todo es malo en el Moir, tienen una disciplina y una determinación increíbles, tanto así que desde los tiempos de doña Castorila, e incluso, pese a los cambios sustantivos que tuvo la burguesía analizada por Pacho Mosquera con respecto a la actual burguesía medio traqueta y neoliberal —a la que le importa un carajo eso de la soberanía nacional—, siguen insistiendo en defenderla. 

Defienden a ese segmento de clase porque creen que en la actualidad es la viva representación de la “burguesía nacional” de la que hablaba Mao.

Y al sector de la burguesía al que más defienden en la actualidad es al cañero, el de la industria azucarera. Entonces, que quede claro: defienden a ese segmento de clase porque creen que en la actualidad es la viva representación de la “burguesía nacional” de la que hablaba Mao. 

recomiendo la opinión de personas expertas que se han dedicado a estudiar el impacto en la salud de las personas y en la economía nacional, sin copiar de los temores de la burguesía “nacional”.

En 2016 llegaron a la agenda pública los impuestos saludables de la mano de Educar Consumidores y la economista Martha Yaneth Sandoval, hablaban del impuesto al tabaco, a la comida chatarra (productos comestibles ultraprocesados) y a las bebidas azucaradas. Para hacer sencilla la historia, con esa propuesta saltó ese segmento de la burguesía “nacional”, las derechas y el Moir. Curiosamente sus argumentos eran básicamente los mismos, los de defensa de una industria que le hace el feo a cualquier cosa relacionada con impuestos, y son los mismos que está trinando Jorge Enrique Robledo tras el anuncio de la ministra de salud designada, Carolina Corcho, de poner en marcha esas medidas de salud pública desde el nuevo gobierno.

No voy a desmentir la opinión de Robledo, para eso recomiendo la opinión de personas expertas que se han dedicado a estudiar el impacto que tienen la comida chatarra y las bebidas azucaradas en la salud de las personas y en la economía nacional, sin copiar de los temores de la burguesía “nacional” —que no tiene conciencia de lo nacional, ni de la salud pública— o de la lectura descontextualizada del Moir. Por ejemplo, están los Cuadernos para reflexionar N° 9: Impuestos saludables y salud pública, en la página web de Educar Consumidores, o un banco importante de documentos en el portal de la Organización Mundial de la Salud.

Por el momento y al mejor estilo mamert, cierro con algunas consignas. Por favor ponerse de pie, tomar aire y agitar:

¡Arriba los impuestos saludables!

¡Abajo las enfermedades crónicas no transmisibles!

¡Arriba el acceso a una canasta básica saludable!

¡Arriba el acceso a agua potable!

¡Abajo la gasimba!

Malatesta: aventura y anarquía

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“La palabra civilización sirve hoy de excusa á muchos para intentar legitimar el fraude, el robo y la opresión”

“La palabra civilización sirve hoy de excusa á muchos para intentar legitimar el fraude, el robo y la opresión” es una frase de Errico Malatesta que aparece en la edición número 13 de Obrero Panadero, un periódico gremial argentino de 1899. 

En su breve estancia en Argentina, Malatesta apoyó la construcción del sindicato “Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos”, una organización pequeña en principio pero que en poco tiempo se fue constituyendo en uno de los referentes históricos del sindicalismo anarquista en latinoamérica. Era 1887, y aún le quedaban 45 años de actividad política al joven italiano de 34 años.

para dedicarse a distintos oficios como la mecánica o la venta callejera de comida, mientras se dedicaba a actividades de tipo político y conspirativo. 

Creció en la agitada Italia del siglo XIX, en la que se enfrentaban republicanos y monarquistas que buscaban la unificación nacional, contra monarquistas que se alineaban en favor del dominio que mantenía el imperio austro-húngaro en parte del país. En ese contexto, Errico inició la carrera de medicina, de la que se tuvo que retirar para dedicarse a distintos oficios como la mecánica o la venta callejera de comida, mientras se dedicaba a actividades de tipo político y conspirativo. 

Primero republicano, luego anarquista, asumió la causa libertaria con las noticias que llegaban sobre la Comuna de París de 1871, y la inspiración que despertaba en él las ideas de Mijail Bakunin. Su vida transcurrió entre Europa, Asia y América, creando medios de comunicación y organizaciones anarquistas, o bien, sumándose a causas de liberación de países sometidos a monarquías o dominios extranjeros. 

defendió la organización masiva y la formación constante, pero también la posibilidad de la unidad entre distintas tendencias.

Nació en Santa Maria Maggiore, Campania, un 4 de diciembre de 1853, y falleció en roma un 22 de julio de 1932, siendo un actor, antes que un espectador, de la convulsionada transición del siglo XIX al siglo XX. 

A contrapelo del anarquismo que ganaba fuerza en su tiempo, de tipo individualista y de acciones sin perspectiva estratégica, defendió la organización masiva y la formación constante, pero también la posibilidad de la unidad entre distintas tendencias.

“Sin entendimiento, sin coordinación de los esfuerzos de cada uno para una acción común y simultánea, la victoria no es materialmente posible” diría. 

Se distanciaba también de quienes tomaban por libertad el simple libertinaje o el puro egoísmo. En La Anarquía, tal vez su escrito más conocido, afirmaba: “La libertad que los anarquistas queremos para nosotros mismos y para los demás, no es libertad absoluta, abstracta, metafísica, que se traduce fatalmente en la práctica, en la opresión de los débiles, sino la libertad real, la libertad posible qué es la comunidad consciente de los intereses, la solidaridad voluntaria”. 

“La libertad que los anarquistas queremos para nosotros mismos y para los demás, no es libertad absoluta, abstracta, metafísica, que se traduce fatalmente en la práctica, en la opresión de los débiles, sino la libertad real, la libertad posible qué es la comunidad consciente de los intereses, la solidaridad voluntaria”

Fuera como organizador, propagandista o conferencista, ni en su vejez dejó de participar en los acontecimientos de la historia. No suscribió las esperanzas en la guerra entre potencias, y se opuso activamente a la primera guerra mundial, mientras instaba a la huelga de las y los trabajadores. Su pensamiento se guió por una concepción abierta del anarquismo antes que doctrinaria y dogmática. Esta podría ser una de sus premisas fundamentales: “la duda debe ser la posición mental de aquellos que aspiran aproximarse cada vez más a la verdad o, por lo menos, a esa porción de verdad que es posible alcanzar”. 

La dictadura de Mussolini lo aisló en sus últimos días, imponiendo una suerte de prisión domiciliaria que impedía su participación en toda iniciativa que buscara la derrota del fascismo. 

Lucio Urtubia, el albañil que puso en jaque al mayor banco del mundo

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Una película de acción se queda corta al lado de su vida, ni el mismísimo Ridley Scott lograría retratar la vida de este Robin Hood antifranquista

Lucio Urtubia Jiménez fue un albañil y anarquista español que luchó contra el sistema capitalista y le ganó al establishment.

En sus veintes llegó a Francia y solo tenía claro que era antifranquista. Asistió a algunas reuniones del partido comunista, hasta que unos obreros con los que trabajaba se dieron cuenta que en realidad era anarquista, así militó toda su vida en la CNT.

Urtubia empezó su militancia activa por lo alto, identificó que era urgente que el movimiento tuviera recursos para subsistir, así que participó en varios atracos a bancos para recuperar dinero, sin embargo, los nervios no le daban para empuñar un arma y lo descomponía pensar que alguien resultara herido.

Una película de acción se queda corta al lado de su vida, ni el mismísimo Ridley Scott lograría retratar la vida de este Robin Hood antifranquista. Después de esconder en su casa al famoso anarquista Quico Sabaté, que le decía “Nano, lo que hace falta es gente que pase a la acción”, Urtubia empezó su militancia activa por lo alto, identificó que era urgente que el movimiento tuviera recursos para subsistir, así que participó en varios atracos a bancos para recuperar dinero, sin embargo, los nervios no le daban para empuñar un arma y lo descomponía pensar que alguien resultara herido.

Lucio, que fue un campesino pobre y luego fue albañil, conocía muy bien el arte del rebusque, así que no se dejó desanimar

Se dio cuenta que era más seguro para todos pasar de las armas a la imprenta, pero no para hacer un periódico, ni panfletos, sino para falsificar dólares, cheques, de todo. Él quería montar una imprenta en Cuba para falsificar todos los dólares necesarios que permitieran desestabilizar la economía de Estados Unidos, así que gestionó una reunión con el Ché Guevara, le contó su plan y a Guevara no le convenció. 

Recuperaban material de los lugares en los que trabajaban, se conseguían talleres prestados, falsificaban bajo la luz de las velas y en el día se convertían de nuevo en obreros comunes y corrientes.

Lucio, que fue un campesino pobre y luego fue albañil, conocía muy bien el arte del rebusque, así que no se dejó desanimar y siguió insistiendo con su idea alocada. Poco a poco organizó un equipo de impresores rebeldes que se sumó a esta cruzada. Recuperaban material de los lugares en los que trabajaban, se conseguían talleres prestados, falsificaban bajo la luz de las velas y en el día se convertían de nuevo en obreros comunes y corrientes.

Imprimían periódicos, panfletos, falsificaban documentos de identidad, pasaportes, nóminas, cheques y casi cualquier cosa que necesitara de tinta y papel, pues todavía no se animaban a fabricar dólares, para eso se necesitaba del equipo que había soñado instalar en Cuba. Lucio y su equipo financiaron las causas revolucionarias del momento, la lucha contra Franco, a los Tupamaros de Uruguay, las Brigadas Rojas de Italia, los Montoneros de Argentina. Él manejaba cifras de dinero inimaginables, pero nunca se quedaba con nada, seguía viviendo de su sueldo de albañil en un apartamento chiquito en un barrio obrero.

“Mi suerte fue nacer pobre, porque no tuve que hacer ningún esfuerzo para perderle el respeto a los poderes, al Estado, la Iglesia…”

Lucio se burlaba del poder, seguro por eso sus compañeros de obra se dieron cuenta de su vena anarquista, él decía: “Mi suerte fue nacer pobre, porque no tuve que hacer ningún esfuerzo para perderle el respeto a los poderes, al Estado, la Iglesia…”, por eso hasta dejaba su marca de agua en todo lo que hacía.  

Le sugirieron falsificar cheques de viaje, la pena por hacerlo era de 5 años y la de falsificar dólares era de 20 años, así que empezó. Ya se cerraba la década de los setenta y Lucio era reconocido en el bajo mundo por su vena artística. Cansado de expropiaciones “pequeñas”, se quiso ir por lo grande y atacar al banco más importante del mundo en ese momento: el First National City Bank (Citibank).

Cuando el Citibank descubrió el fraude ya todo estaba hecho. Se trató de un golpe a sus arcas y a su imagen pública.

Participaron 30 equipos distribuidos en varios países. Compraron talonarios con identidades falsas para poder copiarlos en su taller. Alcanzó a imprimir 8.000 hojas de 25 cheques cada una, eso equivalía a unos 20 millones de dólares. Luego, organizados en parejas, el mismo día y a la misma hora, empezaron a cambiar los cheques de viaje en las sucursales bancarias de distintas ciudades de Europa.

Los recursos recuperados fueron distribuidos así: una parte para el grupo ejecutor, otra para continuar con la causa y la tercera parte para las familias de los presos políticos y el pago de abogados.

Cuando el Citibank descubrió el fraude ya todo estaba hecho. Se trató de un golpe a sus arcas y a su imagen pública.

Detuvieron a Lucío en 1980 cuando le tendieron una trampa, llevaba un maletín lleno de cheques en París, pero por más que buscara la policía, no encontraba las planchas, mientras que los cheques falsos seguían circulando. 

El albañil anarquista desde la cárcel seguía haciendo de las suyas, ahora le ponía condiciones al Citibank.

Siempre siguiendo los consejos de Quico Sabaté, se rodeó de los mejores abogados, por lo que consiguió llegar a un acuerdo con la directiva del banco. El albañil anarquista desde la cárcel seguía haciendo de las suyas, ahora le ponía condiciones al Citibank.

Los banqueros reconocían su impecable trabajo y el de su equipo, por lo que querían cerrar pronto este episodio y recuperarse del golpe. Lucio les dijo que a cambio de las planchas y los pocos cheques que quedaban impresos, le tenían que retirar los cargos y además indemnizarlo.

Lucío estuvo un año en la cárcel, entregó la indemnización a la causa y se dedicó a impulsar una cooperativa de constructores. En 1996 compró una casona en Belleville, un barrio de París, y la transformó en el espacio cultural Louise Michel, una heroína libertaria de la comuna de París.

Lucío nació el 18 de febrero en Navarra, España y falleció el 18 de julio de 2020 en París.

Pablo Iglesias Turrión: el militante

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No queremos ser estrellas, queremos ser militantes y nuestro partido es la tuerka.
Pablo Iglesias Turrión, monólogo en el programa la Tuerka, junio de 2011.

Llevo muchos años postergando la tarea autoimpuesta de escribir alguna vez sobre el político español, Pablo Iglesias Turrión, pese a que he seguido de cerca y desde hace tiempo su interesante trayectoria política y la de su partido —al punto que con un algún amigo nos confesamos una vez que sus discursos, editoriales y programas eran compañía obligada mientras hacíamos oficio y preparábamos la comida y, con algún otro llegamos a conversar, antes del 2018, que Colombia necesitaba un PODEMOS criollo para que las transformaciones democráticas que la sociedad necesita fueran posibles—, siempre que alguna coyuntura ponía al personaje otra vez en el ojo del huracán, me contenía llevado por una morbosa expectación para ver cuál era su siguiente jugada, ¿a dónde más podía llevarlo su voluntad de poder?

Al punto que con un algún amigo nos confesamos una vez que sus discursos, editoriales y programas eran compañía obligada mientras hacíamos oficio y preparábamos la comida y, con algún otro llegamos a conversar, antes del 2018, que Colombia necesitaba un PODEMOS criollo para que las transformaciones democráticas que la sociedad necesita fueran posibles

En menos de 10 años, Iglesias pasó de ser profesor universitario, analista y presentador de televisión a ser protagonista de la vida política española, parapetado sobre las brasas ardiendo del 15M y la protesta de los indignados, fundó en compañía de académicas y activistas el partido político PODEMOS que alcanzó a ser la tercera fuerza política más votada en ese país, fue electo diputado por el parlamento europeo en 2014, candidato a la presidencia del gobierno en 2015, 2016 y 2019, su acción y la de sus compañeros resultó clave en la moción de censura que sacó a Mariano Rajoy y al Partido Popular de la presidencia del gobierno asediado por varios escándalos de corrupción.

Sus avances políticos, como era previsible, lo pusieron a tiro de los ataques del poder, que mata con balas cuando le toca, pero también sabe desgastar lentamente al adversario, en una lucha en la que tiene de su lado ingentes medios y recursos para movilizar. Contra Iglesias y su colectividad se puso en marcha una guerra mediática y jurídica sin cuartel de la que apenas estamos viendo la punta del iceberg, en la que sus hijos pequeños, su pareja (Ministra de Igualdad y dirigente de PODEMOS, Irene Montero) y sus padres fueron considerados blancos legítimos y como tal expuestos a distintas modalidades de acoso, difamaciones mediáticas y persecuciones que difícilmente se habrían tolerado con tanta pasividad e impunidad si se tratara de un dirigente político de la derecha española. Pese a todo esto, Iglesias y sus compañeros y compañeras lograron que, a base de firmeza militante, su espacio político entrara finalmente al consejo de ministros del gobierno de España en 2019, convirtiéndose así en partido de gobierno en compañía del PSOE.

Dejando la sangre en la arena, Pablo Iglesias se volvió vicepresidente segundo del gobierno de España, dando lugar así al primer gobierno de coalición que existe en ese país después de 80 años de una vida política turbulenta

Dejando la sangre en la arena, Pablo Iglesias se volvió vicepresidente segundo del gobierno de España, dando lugar así al primer gobierno de coalición que existe en ese país después de 80 años de una vida política turbulenta que ha basculado entre los impulsos de democratización del pueblo y los rezagos de una dictadura fascista cuyo líder murió de viejo en una cama, no sin antes dejar todo atado y bien atado para la transición política que se expresó jurídicamente en la constitución de 1978.

El pacto entre el PSOE y el espacio político que lideraba Iglesias (UNIDAS PODEMOS, en el que además de PODEMOS se cuentan organizaciones de ámbito regional y el Partido Comunista de España) sirvió también para romper el pacto de exclusión política que lastraba, desde los tiempos de la guerra fría, a las fuerzas situadas a la izquierda de los viejos partidos socialdemócratas europeos y que hizo que formaciones políticas que contaban con amplio respaldo popular nunca pudieran traducir sus votos en gobierno  por el solo hecho de ser de izquierdas o comunistas, como le pasó al Partido Comunista de Italia PCI o a los propios comunistas españoles en tiempos de la transición. Un periodista español lo dejó claro en una tertulia mientras se debatía sobre la nueva coalición de gobierno: “Yo prefiero a un gobernante corrupto que a un comunista”. El fantasma de la Pasionaria todavía los asusta.

Y es que, aunque PODEMOS ciertamente ha cambiado con el paso de los años y nunca ha representado una posición comunista o revolucionaria, tiene en su ADN dos cualidades propias de esa tradición política centenaria en España, la voluntad de poder, esa idea leninista que entiende que salvo el poder todo es ilusión, y la capacidad de no transar cuando no toca.

Un periodista español lo dejó claro en una tertulia mientras se debatía sobre la nueva coalición de gobierno: “Yo prefiero a un gobernante corrupto que a un comunista”. El fantasma de la Pasionaria todavía los asusta.

Iglesias, hijo de comunistas, militante de las juventudes comunistas en su adolescencia y estudioso del marxismo, aplicó varias de estas lecciones imprescindibles en su paso por la política institucional en ese país, incluyendo una, a mi juicio fundamental: que el militante tiene que ver dónde es más útil siempre, esto implica saber llegar y saber irse, por ello se retiró —para sorpresa de todos— de la política institucional en mayo del 2021.

Consciente de que su figura ya no sumaba como antes, decidió primero renunciar a la vicepresidencia del gobierno y prestar un último servicio a su partido presentándose como candidato a la presidencia de la comunidad de Madrid en la que PODEMOS parecía iba a perder la representación, sin embargo, se salvó de la extinción pero el resultado no terminó de ser bueno, él se hizo a un lado con un discurso corto en el que terminó diciendo “Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui”, se retiró de la escena pública durante varios meses en un giro zapatista y se cortó la coleta con la que había desafiado los cánones estéticos de la política española.

Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui”, se retiró de la escena pública durante varios meses en un giro zapatista y se cortó la coleta con la que había desafiado los cánones estéticos de la política española.

Unidas Podemos, que desde el 2019 encabeza una vicepresidencia y 4 ministerios en el seno del gobierno español, ha ido dejando a su paso por el ejecutivo una interesante herencia progresista y de ensanchamiento de las reservas democráticas que incluye una nueva generación de derechos feministas; la protección del ingreso y los derechos de los trabajadores a través de una reforma laboral fundada en el diálogo social; la creación de un ingreso mínimo vital que se puso en marcha durante la pandemia para atender a las familias más necesitadas; la ampliación del gasto social en contraposición al paradigma de la austeridad y, más importante aún, el remozamiento de las izquierdas españolas que después de Anguita iban en franco declive.

Desde el gobierno y las calles han ido tejiendo una alianza estratégica con sectores nacionalistas vascos y catalanes que pueden ser la nueva forma que adquiera un bloque histórico de cambio en España. Nada de esto se puede entender cabalmente sin el sentido militante de Pablo Iglesias.

Si la espada se vuelve, y yo creo que se ha vuelto contra la revolución, una vez más será necesaria la guerra de guerrillas: de nuevo a Yenan. Iglesias está de vuelta a Yenan y desde aquí acompañamos con ilusión su larga marcha.   

Reapareció hace unos meses con varios proyectos comunicativos en su nuevo escenario de batalla e intervención política, el cultural, también lanzó un libro en primera persona que me acabo de terminar “Verdades a la cara: recuerdos de los años salvajes” cuya lectura me dio el empujón para atreverme a escribir estas líneas y del que concluyo que Iglesias es un personaje que viene de donde viene por mucho que haya necesitado disimularlo sin lograrlo del todo, la propia portada del libro lo recuerda, y de donde él viene uno todo se lo toma con ese espíritu militante de hacer lo que toca cuando toca, de pensar por uno mismo para ver donde se es útil, y de nunca dejar de combatir, sea uno vicepresidente del gobierno o director de un podcast.

Alguna vez me leyeron un fragmento de un poema que escribió Mao a Chiang Ching meses antes de su muerte: Si la espada se vuelve, y yo creo que se ha vuelto contra la revolución, una vez más será necesaria la guerra de guerrillas: de nuevo a Yenan. Iglesias está de vuelta a Yenan y desde aquí acompañamos con ilusión su larga marcha.   

Reivindicar la utopía: vivir sabroso

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Desde ese momento me pregunté por qué teníamos que cargar una culpa que en realidad no teníamos.

Me acuerdo cuando por primera vez viví en una misa lo que se pretende sea la sensación de culpa. Tendría unos 8 años y fui obligada por el colegio a asistir a la iglesia. No entendía por qué de la nada el cura, mientras tomaba vino, regañaba a los adultos, mientras estos con los ojos cerrados, casi susurrando, decían: “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”, y se pegaban en el pecho con el puño cerrado. Por supuesto, hice lo mismo después de que una señora mayor me mirara mal. Desde ese momento me pregunté por qué teníamos que cargar una culpa que en realidad no teníamos.

La idea del trabajo permanente vino acompañada de historias vacías, sobre hombres que se volvían millonarios por dejar de lado el ocio, el descanso y darlo todo por su empresa.

Poco tiempo después, en la televisión se hablaba de “trabajar, trabajar y trabajar». En el país, además del discurso de culpa normalizado, se sumaba el del mito del sacrificio para salir adelante. Estas ideas serían fundamentales para legitimar el despojo de los derechos laborales a las personas adultas, y serían el telón de fondo que prepararía a la nueva generación en la precarización laboral, los contratos por prestación de servicios y las consultorías absurdas. La idea del trabajo permanente vino acompañada de historias vacías, sobre hombres que se volvían millonarios por dejar de lado el ocio, el descanso y darlo todo por su empresa. Por ejemplo, ahí tenemos a Will Smith en una película de la época, que “buscando la felicidad” deja de tomar agua para no ir al baño y ser así más eficiente mientras regala su fuerza de trabajo.

Fue precisamente en ese tiempo que se empezó a configurar en Colombia una especie de personas, conformada principalmente por hombres, a la que llamaremos tiburones, que recogen todos esos valores —los de la autoexplotación y el sacrificio—, para convertirse en algo así como Steve Jobs. Repiten que el pobre es pobre porque quiere, al considerar que la pobreza se debe a una falta de iniciativa antes que a un efecto estructural de la dinámica capitalista.

Mientras tanto, en los medios corporativos era priorizado el “Vive Colombia, viaja por ella”, sobre la militarización del país, el fortalecimiento del paramilitarismo y la eliminación de comunidades enteras por oponerse al gobierno o exigir el respeto a sus derechos. 

Para quienes crecimos durante el uribismo; la incertidumbre, el miedo, la permanente sensación de fracaso, el hecho de sentirnos insuficientes y de sacrificarnos más para lograr unos mínimos y querer ser tiburones, es lo normal. 

A esos 20 años de hegemonía uribista que fue sinónimo de terror, precarización, despojo de derechos y empobrecimiento, tenemos que sumarle el lugar de los medios corporativos en la normalización del miedo y la ausencia de garantías para una vida digna; también hay que tener en cuenta que crecimos con el sacrificio como mecanismo para redimir una culpa inculcada cotidianamente.

Para quienes crecimos durante el uribismo; la incertidumbre, el miedo, la permanente sensación de fracaso, el hecho de sentirnos insuficientes y de sacrificarnos más para lograr unos mínimos y querer ser tiburones, es lo normal. 

cuanto más utópica es la reivindicación, más está basada en una crítica sustancial, y más nos obliga a pensar con imaginación  sobre las maneras diferentes de organizarlo: Kathi Weeks

La profesora Kathi Weeks, autora del libro El Problema del Trabajo, habla de la importancia de reivindicar la utopía, de soñar con lo imposible, porque “cuanto más utópica es la reivindicación, más está basada en una crítica sustancial, y más nos obliga a pensar con imaginación  sobre las maneras diferentes de organizarlo. El revindicar tiene mucho de arte”. Para reivindicar la utopía es necesario problematizar lo que consideramos normal, así eso signifique perder certezas.

Dicen que se teme lo que se desconoce, supongo que por eso tantas personas sienten ese miedo profundo a vivir sabroso, como lo dije antes, no conocemos otra forma de vivir la vida. Las élites y los medios corporativos están vendiendo el vivir sabroso como sinónimo de vagancia, flojera y derroche, cuando en realidad se trata de viabilizar una reivindicación utópica.

Asumamos el reto de vivir sin miedo y con garantía de derechos ¡Vamos a vivir sabroso!