Estamos ante un nuevo despertar de la comunidad universitaria, que se enfrenta a la titánica tarea formativa, pedagógica y política, de hacer comprender al conjunto de universidades y a la sociedad que los recursos públicos de la Educación Superior los están privatizando y es una exigencia ética defenderlos.
Por eso, los carnavales de colorido en las calles, los pasados 26 de septiembre, 4 y 12 de octubre, le ponen rostro de dignidad al gobierno y auguran que pueden ser las movilizaciones más grandes del país en defensa de la educación.
¿Qué esta pasado con los recursos de las Públicas?
No se está descubriendo que el agua moja. Solo evidenciando que no se puede seguir despreciando lo público y menos la educación como un derecho.
Haciendo memoria, el Estado debe a las universidades estatales más de $1,5 billones. Asunto nuclear que pone de presente un debate técnico y democrático de los modelos de financiación.
A la histórica deuda, se suman en la actual coyuntura esquemas de privatización que se expresan en el debate de la siguiente manera:
– La disputa entre la educación como un derecho esencial versus el enriquecimiento de los privados.
– El desvío de los recursos de la Educación Superior Pública al ICETEX, a través del subsidio a la demanda, por intermedio de créditos educativos. Esta tendencia se puede ver en la siguiente tabla:
El resultado, crecimiento del 18% del ICETEX, recursos destinados a financiar programas como el de Acceso con Calidad a la Educación Superior (Acces), que benefició a las instituciones privadas.
Lo anterior se puede ejemplificar tomando el 2003, el ICETEX giró $29.012 millones a cerca de 22.000 jóvenes con la promesa de “apoyar a los jóvenes más pobres” y convertirlos en la nueva clase: los endeudados.
– Presentación del proyecto de Ley del Sistema de Financiación Contingente al Ingreso – Sistema FCI, con el que se pretende “fomentar el acceso y permanencia en la educación superior (…) y los mecanismos y las estrategias para lograr la financiación sostenible”. Este es un artilugio para solventar la crisis financiera del ICETEX, y sostener el subsidio a la demanda y los préstamos bancarios a través de los recursos destinados para la IESP en la actual reforma tributaria. Propuesta que puedes ser más nefasta que el Programa Ser Pilo Paga.
– El agujero negro de Ser Pilo Paga (SPP), programa creado para que los mejores bachilleres de escasos recursos económicos accedan a programas universitarios en instituciones que cuenten con acreditación de alta calidad.
En la siguiente tabla se presenta los datos y recursos entregados.
– El programa SPP considera a la educación como un negocio, fomenta la libre elección de los beneficiarios de las becas-crédito y la competencia de las IES.
– El programa SPP se apropió, desde el año 2016, de los recursos del Impuesto Sobre la Renta para la Equidad (CREE), que pertenecen a las IESP.
– Las IESP, en la vigencia del CREE 2016-2017, perdieron la módica suma de $808.161.964.891
– Por último, los privados, que son beneficiarios del SPP, son también contratados para “realizar el diseño de la evaluación de impacto del Programa Ser Pilo Paga”.
Basta revisar el contrato de consultoría celebrado entre el Departamento Nacional de Planeación y la Unión Temporal Educación 2015, integrada por el Centro Nacional de Consultoría, Centro de Estudios Sobre Desarrollo Económico (CEDE) y Facultad de Economía de la Universidad de los Andes. ¿Será casualidad? O ¿no tendrá nada que ver con los $74.000 millones recibidos por SPP?
Ahora bien, ante este panorama, la pregunta es:
¿Cuáles pueden ser las 5 exigencias nacionales de las Universidades?
1. La Educación es un Derecho y debe traducirse en el incremento presupuestal del proyecto de Presupuesto General 2018, al igual que ciencia y tecnología, cultura y deporte.
2. Desmontar el programa Ser Pilo Paga como programa bandera del Ministerio Nacional de Educación.
3. Retirar el Proyecto de Ley Ser Pilo Paga que cursa ante el Congreso de la República, que pretende convertirlo en política de Estado.
4. Retirar el proyecto de Ley del Sistema de Financiación Contingente al Ingreso – Sistema FCI–, que busca seguir endeudando a los jóvenes y destinar los recursos de la educación al sector privado.
5. Girar en su totalidad a las Universidades Públicas el 40% de medio punto de IVA Social y los excedentes cooperativos.
Las plazas, las calles y las Universidades nos esperan, porque Octubre es el mes de las movilizaciones, de la indignación y la defensa del Derecho a la Educación y su plena financiación por parte del Estado.
No olvidar que debemos comprometernos con proteger y exigir el cumplimiento de los acuerdos de La Habana, y apoyar el Cese Bilateral Transitorio y Nacional que el Gobierno adelanta con el ELN. Porque la paz la hacemos si somos más…
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Por: Helberth Choachi | Docente de la Universidad Pedagógica Nacional.