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Cyberpunk bananero

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La obra Neuromante de William Gibson, se ha convertido en un referente obligado para aquellos que quieren distinguir algo de lo que fueron las raíces de la estética Cyberpunk. Como él mismo lo afirma, no fue sino hasta 1984 que percibió el impacto de su obra en los lectores,  desde su máximo esplendor narrativo. Aún hoy, aquel escenario delirante que ideo Gibson, bajo conceptos como el ciberespacio, los bares chat, los implantes corporales con propósitos no sólo funcionales, sino bellos; y más que nada, el tráfico y monopolio de la información por parte de las mega corporaciones, que devoran recursos y almas, sigue siendo un tema actual que va adquiriendo, cada vez más, tintes de realidad pesadillezca en nuestra sociedad globalizada.

Aún hoy, aquel escenario delirante que ideo Gibson, bajo conceptos como el ciberespacio, los bares chat, los implantes corporales con propósitos no sólo funcionales, sino bellos; y más que nada, el tráfico y monopolio de la información por parte de las mega corporaciones, que devoran recursos y almas, sigue siendo un tema actual

Ejemplifiquemos un poco este último aspecto, recordando algo de su obra Neuromante: “Case tenía veinticuatro años. A los veintidós había sido vaquero, un cuatrero, uno de los más destacados del Ensanche (…) enchufado en un equipo personalizado de ciberespacio que proyectaba su presencia incorpórea en esa alucinación consensuada llamada matriz. Era un ladrón que trabajaba para otros ladrones más ricos (…) abrir las ventanas de los fértiles campos de datos era su labor”. Ahora bien, este fragmento nos encuadra un poco en el escenario ideal del Cyberpunk, la información manipulable como fuente fundamental de las mega corporaciones y los cuatreros o piratas informáticos como personajes visibles de dicho escenario.

Si bien lo más notorio de esta estética se ha apreciado en las marcadas descripciones, tanto de los espacios, así como del retrato de los personajes, no es para nada desdeñable, el hecho fundamental que los argumentos cardinales de sus más grandes obras y exponentes, persiguen la denuncia del abuso de poder, la construcción de realidades y el tráfico de información, así como los más grandes deseos elitistas de extender sus riquezas en el tiempo y la geografía. Desde ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?, El Informe de La Minoría, Ghost In The Shell, Neuromante, hasta Matrix, revelan en su contenido cómo una sociedad avocada a los intereses capitalistas más rapaces, ponen en crisis el entramado social e incluso la propia humanidad.

revelan en su contenido cómo una sociedad avocada a los intereses capitalistas más rapaces, ponen en crisis el entramado social e incluso la propia humanidad.

Ahora bien, en nuestra República Bananera, término acuñado por el escritor O. Henry, con el cual se identifican países tercermundistas como Colombia, hablar de una estética cyberpunk, o más que eso, una posible pesadilla cyberpunk, en todos sus ejes sociales, científicos y tecnológicos, es algo quizá remoto, dada la pobre inversión que se ejecuta en dichos frentes. La realidad de nuestra nación se ha visto avocada al manejo retrógrado y feudal, que incluso arruinaría los posibles envites de una catástrofe o un escenario dominado por la tecnología y las inteligencias artificiales. Pero, ¿Podría afirmarse que dichos escenarios que generan paranoia en teóricos y que han recreado grandes obras literarias, cine y video juegos, son eventualidades exclusivas de países desarrollados? ¿Ni a eso se haría merecedora una sociedad como la colombiana, dada su precarización científica y tecnológica?

Es sólo dar un vistazo al patio trasero, a los países en subdesarrollo. Nuestra realidad mediática como el remedo y la simulación de banderas consumistas y neoliberales.

En nuestro país el acceso a la tecnología aún está ligado a un discurso económico y excluyente, pero no por ello podríamos afirmar que el acercamiento es exageradamente limitado. Por otro lado, al retomar las ideas introductorias del texto, a razón de la monopolización y tráfico de información, el escenario podría ser cambiante. Los monopolios colombianos se han hecho a la mayor cantidad de medios informativos con el firme propósito de construir noticias y narrativas, que saquen avante la ideología neoliberal, instaurada en el contexto nacional. Al mejor estilo orwelliano, en su gran obra 1984, han impulsado una negación histórica (acuñando el concepto de Orwell en su obra), con el firme propósito de controlar el favorecimiento popular. Recordemos cómo lo establece Orwell: ¨El partido os decía que negaseis la evidencia de vuestros ojos y oídos. Ésta era su orden esencial. El corazón de Winston se encogió al pensar en el enorme poder que tenía enfrente, la facilidad con que cualquier intelectual del partido lo vencería en su dialéctica, los sutiles argumentos que él nunca podría entender y menos contestar” (Orwell 78).

Los monopolios colombianos se han hecho a la mayor cantidad de medios informativos con el firme propósito de construir noticias y narrativas, que saquen avante la ideología neoliberal, instaurada en el contexto nacional.

Reconstruir continuamente los hechos ha sido una constante tanto para los medios, así como para un grueso de los partidos políticos colombianos. Si bien hoy en día hablar de un panóptico puede llegar a ser algo cuestionable en vista de los deseos de exhibición informativa, tal y como lo establece el filósofo Byung-Chul Han, “A diferencia del régimen de la disciplina, no se explotan cuerpos y energías, sino información y datos”. Nuestro Cyberpunk bananero, coincide con la manipulación mediática. El apocalipsis radica en la explosión informativa, la postverdad y la reconstrucción histórica como mecanismo de manipulación.

Los conglomerados económicos, como pulpos extendiendo tentáculos informativos para confundir y controlar la población.

El derrumbe social colombiano, no se fundamentaría en la pesadilla científico-tecnológica, más si en la crisis informativa. Fácilmente imaginamos a muchos de nuestros políticos y periodistas como inteligencias artificiales reproduciendo un discurso virulento y expansionista. Los conglomerados económicos, como pulpos extendiendo tentáculos informativos para confundir y controlar la población. Citando una vez más a Han en su obra Infocracia: “Se ha demostrado que la democracia en tiempo real, con la que se soñó en los primeros tiempos de la digitalización como la democracia del futuro, es una completa ilusión. Los enjambres digitales no forman un colectivo responsable y políticamente activo. Los followers, los nuevos súbditos de los medios sociales, se dejan amaestrar por sus inteligentes influencers para convertirse en ganado consumista” (Han 44).

No hace falta que un robot venga del futuro para asesinarnos o que las inteligencias artificiales se rebelen a sus creadores de primer mundo. Es sólo dar un vistazo al patio trasero, a los países en subdesarrollo. Nuestra realidad mediática como el remedo y la simulación de banderas consumistas y neoliberales. Como nos lo manifiesta Baudrillard “El simulacro no es lo que oculta la verdad. Es la verdad la que oculta que no hay verdad. El simulacro es verdadero”.

Referencias

Han, Byung-Chul (2022) Infocracia. Barcelona. Pengüin Random House

Orwell, George (2012) 1984. Bogotá. Ediciones Destino

Gibson, William (2021) Neuromante. Barcelona. Editorial Planeta

Baudrillard, Jean (1978) Cultura y Simulacro. México. Editorial Kairos

Por Santiago Pérez García. De la ciudad de Medellín. Docente. Su Instagram es: santiagoperezgarcia80

Buenas noticias para el país 29-06-2023

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Editorial Revista Hekatombe

Desde la Revista Hekatombe hemos notado en conversaciones cotidianas, que muchas personas se están quedando con escándalos e información tergiversada, perdiendo de vista algunas de las cosas buenas que están pasando en el país.

En términos de alcance parece que es más potente caer en la dinámica de lo inmediato y del escándalo, sin embargo, para este medio lo importante es ver más allá de las cortinas de humo, pillar si el gobierno del cambio si está cumpliendo, o si es más de lo mismo.

Aquí les dejamos algunas noticias que se apartan de la agenda de los medios corporativos, se trata de buenas noticias para el país y de malas noticias para el 1%.

La pasión del fútbol es el gol

Seremos la sede de la Copa Mundial Femenina sub 20 de la FIFA en 2024.

Ahora el país esta a la espera de las sedes para las 16 selecciones que disputarán la Copa entre el 5 y el 22 de septiembre del próximo año.

Para sembrar la paz hay que aflojar la tierra

El presidente Gustavo Petro después de reunirse con su homólogo Emmanuel Macron, anunció que Francia apoyará la reforma agraria, con donaciones, no con créditos.

“Francia aportaría para la reforma agraria. Ese es el acuerdo. Ellos (el gobierno francés) acogen la propuesta mía, para la financiación de la reforma agraria, como el principal hecho de cooperación con Colombia. Básicamente son recursos de donación, no estamos hablando de créditos”: Gustavo Petro.

La reforma agraria es fundamental para la justicia en el campo y es el eje central para la paz.

Verdad para que haya justicia

La Jurisdicción Especial para la Paz imputó a cuatro coroneles, dos mayores, tres suboficiales y un soldado profesional por su participación en el asesinato y desaparición de personas en Dabeiba, Antioquia entre 2002 y 2006.

Ocho de ellos aceptaron su responsabilidad y ratificaron su compromiso con las víctimas.

De acuerdo con la JEP: «Tres patrones criminales, de acuerdo con la evidencia judicial documentada por la JEP, fueron caracterizados en la investigación: presión por resultados, homicidios por resultados de personas ajenas al territorio y desapariciones forzadas en cementerios».

Por su parte, el Centro Democrático calificó los Falsos Positivos en Dabeiba como Fake News.

¡Ahí están, esos son, los que roban la nación!

La Corte Suprema de Justicia abrió investigación contra el Senador por el Centro Democrático, Ciro Alejandro Ramírez Cortés:

#SalaDeInstrucción abre investigación contra senador @CiroARamirez por concierto para delinquir, tráfico de influencias, cohecho y contrato sin requisitos legales. Investiga presunta intervención indebida en contratos de Tolima y Quindío, en hechos relacionados con Mario Castaño.

Cabe recordar que el ex senador por el Partido Liberal, Mario Alberto Castaño, fue condenado por la Sala de Primera Instancia por corrupción en contratación por la Corte Suprema.

El gobierno nacional se encuentra en La Guajira

Entre los anuncios hechos por parte del gobierno nacional en La Guajira, se encuentran:

  • 3.300 computadores para escuelas
  • Fortalecimiento del hospital de Nazareth con equipos médicos para que atiendan a la población en sus casas.
  • Primera Universidad Indígena Wayuu
  • Instalación de 1.618 paneles solares y 930 baterías, en el marco de la Transición Energética Justa.
  • Restauración de 24 mil hectáreas de los parques nacionales de Macuira y Bahía Portete Kaurrele.

Love is love

La presidencia se suma al mes del orgullo resignificando el escudo de Colombia. Es la primera vez que desde el mismísimo Palacio de Nariño se conmemora con toda esta fecha.

Según la cuenta de la presidencia: «Hoy celebramos la diversidad y el derecho de millones a amar y ser libremente».

Los cuatro pilares de la estrategia opositora para golpear al gobierno del cambio

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En ese espacio de orfandad estratégica de las fuerzas de derecha, se fortaleció la popularidad del gobierno, se implementaron algunas medidas importantes y adquirieron una posición favorable algunos símbolos de la propuesta del cambio. 

Hace un año, luego del triunfo electoral del gobierno del cambio, presenciamos el tránsito de aquellos que siempre han gobernado el país, hacia el antes menospreciado lugar de la oposición. Aturdidos por la derrota, los sectores históricamente dominantes pasaron los primeros meses tras la toma de posesión presidencial intentando encontrar una estrategia común para enfrentar al gobierno. En ese espacio de orfandad estratégica de las fuerzas de derecha, se fortaleció la popularidad del gobierno, se implementaron algunas medidas importantes y adquirieron una posición favorable algunos símbolos de la propuesta del cambio. 

La escasa cohesión de los partidos tradicionales acostumbrados a unirse entorno a la repartición del botín burocrático, la diversidad de opiniones entre aquellos que aspiraban a convertirse en voceros críticos del gobierno y la baja participación en las convocatorias a la movilización callejera marcaron el desarrollo de la contradicción entre la oposición y el gobierno durante los meses transcurridos entre junio y diciembre de 2022.

Estas cuatro líneas de acción, cada vez mejor coordinadas, buscan poner a la defensiva al gobierno para desgastarlo, aislarlo de la mayoría que lo eligió y, en últimas, inmovilizarlo para que no cambie nada o, en caso de persistir en la idea de cambiar el país, derribarlo.

El inicio del trámite parlamentario de reformas a la salud y al trabajo, que amenazan con tocar poderosísimos intereses de las élites, en conjunción con algunos errores del gobierno hábilmente capitalizados por los medios de comunicación, ofrecieron un terreno fértil al proceso de reconfiguración de la estrategia opositora, constituida por cuatro pilares que aquí analizamos: el mediático, el institucional, la calle y el boicot parlamentario. Estas cuatro líneas de acción, cada vez mejor coordinadas, buscan poner a la defensiva al gobierno para desgastarlo, aislarlo de la mayoría que lo eligió y, en últimas, inmovilizarlo para que no cambie nada o, en caso de persistir en la idea de cambiar el país, derribarlo. En cualquier caso, estamos ante las maniobras de una oposición que, a diferencia de los primeros meses del gobierno, cuenta con una estrategia que ha puesto en marcha para preparar su retorno a posiciones de mando en las instituciones del Estado.

El poder mediático

Un ejército de plumas, micrófonos y pantallas se ha alzado para fabricar y magnificar escándalos casi diarios que enlodan al gobierno y a sus funcionarios

Controlado por grandes grupos empresariales que se encuentran fuertemente vinculados a partidos políticos tradicionales y valores derechistas, ha sido el principal puntal de la acción de la oposición. Un ejército de plumas, micrófonos y pantallas se ha alzado para fabricar y magnificar escándalos casi diarios que enlodan al gobierno y a sus funcionarios, al tiempo que desarrollan un cubrimiento malintencionado de todas las actuaciones del presidente y su equipo. Ya sea sembrando interrogantes sobre asuntos que nunca antes contaron con el “ojo vigilante” de la prensa, como los costos del combustible del avión en el que la vicepresidenta hizo un viaje oficial al continente africano, o directamente falseando titulares para contribuir a ampliar la atmósfera de desprestigio del gobierno, como vimos esta semana en el caso de una entrevista al afamado jugador de fútbol James Rodríguez, que según parecía también estaba «cuestionando el gobierno de Petro». James no dice nada en el desarrollo de la entrevista que permita concluir semejante cosa, pero la verdad a los altavoces de la derecha les importa poco.

Guerra institucional

varias instituciones del Estado permanecen en manos de exfuncionarios o amigos reconocidos del expresidente Duque, que en la actual coyuntura han convertido sus cargos en verdaderas trincheras opositoras en nombre de la lucha contra la corrupción y la separación de poderes

Al tiempo, varias instituciones del Estado permanecen en manos de exfuncionarios o amigos reconocidos del expresidente Duque, que en la actual coyuntura han convertido sus cargos en verdaderas trincheras opositoras en nombre de la lucha contra la corrupción y la separación de poderes. Tal es el caso de la Procuraduría General, que ha abierto investigaciones a personas cercanas al gobierno en tiempo récord, y el de la Fiscalía, que ha mostrado ser muy rápida y diligente para llamar a declarar personas o emitir órdenes de allanamiento de edificios gubernamentales con el fin de alimentar el escándalo mediático del polígrafo. Sin embargo, como era de esperarse, ha sido muy lenta para dictaminar la causa de la muerte del coronel Dávila, de quien no pocos periodistas y opinadores de derecha alcanzaron a sugerir que había sido asesinado por el gobierno para silenciarlo. Esta tesis, machacada hasta el cansancio por el poder mediático, contó con la lentitud y silencio de la Fiscalía, que solo hasta hace pocas horas se pronunció para confirmar que el dictamen técnico permite concluir que el coronel Dávila se suicidó, como desde el comienzo sostuvo el gobierno.

Movilización callejera

muchas de las consignas que se coreaban el 20 de junio eran para respaldar a periodistas de derechas y a los medios hegemónicos, o para replicar en pancartas sus narrativas más agresivas.

La movilización callejera no ha sido esquiva a la acción de las derechas en momentos específicos de la vida nacional, y es previsible que gane importancia en el futuro inmediato. Podemos recordar, en el pasado reciente, las movilizaciones del 2008 que apuntalaron el discurso anti-FARC del gobierno uribista, las marchas contra la llamada «ideología de género» en 2016 que sirvieron al uribismo para alimentar lateralmente el sentimiento de rechazo al plebiscito de ratificación de los acuerdos de paz, y las marchas del 20 de junio de 2023 que evidencian la creciente capacidad que han ganado las derechas colombianas para movilizar a su base social.

Si algo tienen en común todas estas movilizaciones, además de la agenda conservadora que defendían, es su indiscutible vinculación con productos mediáticos. El auge de los grupos de Facebook en el 2008, las cadenas falsas que advertían de unas supuestas cartillas de adoctrinamiento en la «ideología de género» en 2016, y el alud de ataques del poder mediático contra el gobierno del cambio en 2023. No en vano, muchas de las consignas que se coreaban el 20 de junio eran para respaldar a periodistas de derechas y a los medios hegemónicos, o para replicar en pancartas sus narrativas más agresivas.

Boicot parlamentario

Por último, la derecha parlamentaria, que se mostró cautelosa y relativamente respetuosa de las formas al comienzo del gobierno, ha asumido una posición más combativa, alentada por el cerco mediático, respaldada por la creciente capacidad de movilización de las derechas y favorecida en su accionar por el clima de enfrentamiento institucional. Este viraje se ha traducido en la consistente aplicación durante las últimas semanas de la táctica del boicot parlamentario, orientada a romper los quórums necesarios para discutir las reformas propuestas por el gobierno, para que las iniciativas se hundan sin siquiera discutirse.

Esta huelga parlamentaria no declarada busca arrinconar al gobierno, para que no pueda cumplir el programa por el que votamos las mayorías del país, o en último término, obligarlo a moderarse

Esta huelga parlamentaria no declarada busca arrinconar al gobierno, para que no pueda cumplir el programa por el que votamos las mayorías del país, o en último término, obligarlo a moderarse, lo que implica hacer reformas que dejen contentos a los poderosos o directamente no hacerlas. En últimas, la derecha parlamentaria quiere poner al gobierno en una situación en la que se vea obligado a optar entre el desgaste de persistir en las reformas o el desprestigio de renunciar a ellas.

Estos cuatro pilares de la estrategia de las derechas tuvieron su grado máximo de desarrollo hasta ahora el 20 de junio pasado, fecha en la cual, teniendo como telón de fondo semanas enteras de fustigación mediática al gobierno, miles de personas se lanzaron a las calles a protestar, en medio del silencio de las instituciones controladas por la oposición, que convenientemente demoraron hasta un día después el dictamen sobre la muerte del coronel Dávila, cuya fotografía apareció en muchas de las pancartas de los y las marchantes.

Mientras todo esto ocurría, en perfecta sincronía, la derecha parlamentaria rompía el quórum para hundir la reforma laboral, que pretendía devolver algunos de los derechos arrebatados a la clase trabajadora colombiana durante los últimos 30 años. Celebraron los empresarios, sus gremios y el llamado centro invito a la moderación.

Estoy convencido de que el futuro de Colombia puede ser otro. Necesitamos recomponer nuestra estrategia para hacer avanzar el gobierno del cambio.

Los desenlaces posibles que pueden resultar de esta estrategia opositora son múltiples: la parálisis del gobierno para que no cambie nada, su moderación para que cambie muy poco o el golpe para cortar de raíz el ímpetu transformador de las mayorías nacionales. Por supuesto, a quienes apostamos por este proyecto aún nos quedan fichas por mover. Estamos a tiempo de recomponer nuestra propia estrategia para erosionar la base social de las derechas, reconfigurar la narrativa del cambio y retomar la iniciativa política.

Esto es claramente un problema del gobierno que tiene varios ajustes por hacer, pero también de los movimientos sociales y las organizaciones populares, que tienen que tomar en sus propias manos esta cuestión y, colectivamente, sin renunciar a su independencia, definir los mejores medios para enfrentar a las derechas colombianas, que están habituadas a hacer naufragar todas las iniciativas de cambio en el país, por modestas que sean. No hay que olvidar que de esos intentos fallidos para cambiar las cosas casi siempre emerge un país más derechizado que lo pone todo más difícil. Estoy convencido de que el futuro de Colombia puede ser otro. Necesitamos recomponer nuestra estrategia para hacer avanzar el gobierno del cambio.   

El dolor de vivir aquí y el placer de educarse

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“La moraleja de vivir aquí, es que pa’ donde mires tienes que subir”, dicen sabiamente los Alcolirykoz en su temón “Aranjuez”, y esta es una metáfora bella, pero dolorosa, que aplica tanto para los miles de escalones que hay subir en los barrios que se ubican en las lomas de las ciudades, que hace que el tránsito sea agotador, pero que sirve también para pensar lo agobiante que es vivir en este país. Leer las noticias, verlas por televisión o escucharlas por radio o en un podcast resulta igual de vomitivo. La desesperanza es la eterna protagonista de nuestra dolorosa novela colombiana.

En mi rol como profesora me he preguntado últimamente por el lugar del dolor en los procesos educativos.

Ser de Colombia duele. En mi rol como profesora me he preguntado últimamente por el lugar del dolor en los procesos educativos. Me pregunto qué dispositivos o estrategias puedo imaginar y llevar al aula de clase para darle lugar a eso que sentimos, preguntándonos por eso que nos duele y nos indigna, pero también intentando que nos conectemos con lo que otrxs sienten, así sean experiencias radicalmente distintas a las propias. Creo en la potencia de lo que Leanne Betasamosake (2017) llama la reciprocidad radical, como posibilidad de “danzar el mundo para traerlo a la vida”.

Así, lo que nos duele nos pasa por el cuerpo y nos hace retornar a él, según la autora, y nos plantea la reflexión

Para Sara Ahmed, una de mis escritoras feministas favorita que les recomiendo con el corazón, el dolor tiene que ver con que “lo que nos separa de otros también nos conecta con otros” (2015, p. 53). Así, lo que nos duele nos pasa por el cuerpo y nos hace retornar a él, según la autora, y nos plantea la reflexión —retomando a Leder (1990) — frente a un dolor que en ocasiones lleva a que el cuerpo se encierre en sí mismo, mientras que el placer permite que los cuerpos se abran hacia otros cuerpos.

¿cómo permitir que nuestros dolores puedan ser una posibilidad de expansión y conexión de nuestros cuerpos con los de otrxs?

¿Cómo podemos traer nuestros dolores y los de otrxs al aula, mientras potenciamos al placer de aprender juntxs? ¿cómo permitir que nuestros dolores puedan ser una posibilidad de expansión y conexión de nuestros cuerpos con los de otrxs? ¿cómo danzamos el mundo para traerlo a la vida? Incluso desde pasos de danza que hagan que nuestro cuerpo se resienta, se estire, se encoja, se canse, pero también desde otros que nos permitan la alegría, la risa y el éxtasis.

Creo que ya es bastante triste vivir en este país, como para que educarnos no pueda ser placentero, aunque eso pase por sensaciones que no siempre sean agradables, porque sino estaríamos reproduciendo esa vieja idea del entorno educativo como una burbuja que no se conecta con la realidad, lo cual se dice bastante en entornos universitarios. Pero, el dolor debe ser un gesto pedagógico para aprender a pensar, no el resultado de acciones violentas que inflijamos sobre otrxs para que puedan aprender.

Con esto me refiero a que cada vez me entristece más escuchar que algunxs estudiantes admiran a sus profesores humillativos, autoritarios y violentos. “Es que me hace sentir estúpidx”, “Es que la letra con sangre entra”, “es que hasta una escupa de ese profesor sería un halago para mí”, son algunas de las frases que he podido escuchar y que me problematizan como profesora. ¿Es ese el dolor que necesitamos para aprender? ¿aprobamos que el saber de quién enseña no se comparta desde el amor por lxs otrxs, sino desde la necesidad de humillarles?

Dejemos de alabar al rey que nos amenaza con decapitarnos, y que nos ha dejado como resultado relaciones medievales naturalizadas con quienes nos enseñan.

Les invito a cuestionarse si sus niveles de admiración por sus docentes son directamente proporcionales a la cantidad de dolor que les infligen de formas violentas que no son en absoluto sutiles. La sensación dolorosa asociada a la violencia no puede justificarse en ningún espacio, y menos en los académicos y formativos. Dejemos de alabar al rey que nos amenaza con decapitarnos, y que nos ha dejado como resultado relaciones medievales naturalizadas con quienes nos enseñan.

Sigo imaginando una educación placentera, en medio de un país que no debe dejar de dolernos. Sigo soñando que aprender juntxs debe estar atravesado por el deseo, el amor y la excitación que produce el conspirar desobediencias desde nuestra juntanza en el salón de clases, ese lugar que es nuestro, que construimos en el día a día, que se sostiene por nuestras presencias y que se vuelve guarida y refugio en medio de tanta hostilidad. Lo que allí pase, nadie nos lo puede quitar.

¿Nos hemos preguntado por qué cada vez hay más profes y estudiantes que preferirían no ir a clases? ¿en qué momento educarse se volvió una experiencia tortuosa? ¿por qué aprender no puede ser placentero? Traigamos el dolor de otra manera, volvámoslo posibilidad, hagamos de él un fueguito que ilumine nuestra esperanza de un mundo distinto y hagamos del saber un goce eterno.

¿Acaso no hemos sufrido bastante viviendo aquí? No permitamos que el individualismo, el sufrimiento y la competencia, principios que se imponen en esta época neoliberal, se vuelvan una plaga que invada nuestras aulas y nos nuble la posibilidad de soñarlas distintas. Como cantaron Los Dólares (banda venezolana de punk) hace años:

“¡Hasta que los oxidados engranajes dejen de crujir!
¡Hasta que las horas del reloj, nos dejen de contar!
¡Hasta que desaparezca de nuestras mentes, la necesidad de producir y festejemos en lo cotidiano, la pasión de crear!”.

Succession, el Titanic y las Kardashian: odio de clases o lucha de clases

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Por ahí vi un meme que decía que no era la primera vez que el Titanic se llevaba al fondo del mar a unos multimillonarios. Sin embargo, en la tragedia de 1912 la mayoría de los que se salvaron fueron los de primera clase, porque la tercera clase, o sea los pobres, no eran la prioridad para subir a los botes de rescate, como en la película de James Cameron.

El capitalismo neoliberal vuelve absolutamente todo, una mercancía. Algo producido para ser vendido a mayor precio de lo que costó. Cuando todo es mercancía, hasta el entretenimiento, nos podemos encontrar con productos culturales tan diversos como Succession y el reality que nos cuenta la vida de las Kardashian, que son reflejo de las disputas ideológicas globales.

Para mí, el éxito de una serie como Succession se debe a que nos cuenta algo que la mayoría de los mortales intuimos pero que no logramos experimentar, y es que los verdaderos dueños del mundo no son seres excepcionales que merezcan ocupar los espacios de poder que ocupan. Son gente ordinaria que por la lotería genética nacen y crecen bajo la premisa de superioridad económica, política y social. Se lo dijo Roman a Kendall en el ultimo capitulo de la serie: “somos mierda”.

La serie esta plagada de momentos en los que esta gente estúpida se enfrenta a situaciones que se salen de su control y poder. Por ejemplo, cuando Kendall llama a su asistente, para que le buscara el mejor cardiólogo del mundo y lo hiciera llegar al avión privado donde su padre yacía muerto por un infarto. O como cuando Roman es golpeado en una manifestación por la elección de un fascista como presidente de los Estados Unidos, en la que los Roy tuvieron todo que ver. Más o menos lo mismo que dice el otro meme que esta circulando en redes: “hay cosas que el dinero no puede comprar, como el oxigeno en el fondo del Atlántico”.

Así como tenemos ese producto cultural que, seguramente pasará a la historia del streaming junto con series como Breaking Bad, existen otros como el reality de las Kardashian, quienes ganan cantidades absurdas de dinero mientras las vemos lamentarse por los procedimientos para conseguir un vientre de alquiler confiable o lo difícil que es lidiar con la remodelación de su nueva mansión, como si fueran problemas cotidianos tuyos o míos.

Los anarcocapitalistas contemporáneos nos quieren hacer creer que los problemas que enfrentamos como especie, serán resueltos por la excepcionalidad de personajes como Elon Musk, Jeff Bezos, Bill Gates o Mark Zuckerberg. Gente aparentemente ordinaria, pero brillante —porque se ponen la misma ropa todos los días—, que dedica sus recursos “infinitos” para afrontar problemas que consideramos comunes como la crisis climática, pandemias, guerras, hambre o el acceso a internet. Bill Gates, por ejemplo, tiene su propia plu-serie de Netflix en la que lo proyectan como un ser absolutamente fuera de “lo normal”.

No encontramos productos culturales que nos cuenten cómo la Unión Soviética fue la que ganó la Segunda Guerra Mundial y derrotó al fascismo, o sobre luchas épicas de los nadies del mundo, dignas de una serie en Netflix. Necesitamos contarnos esas historias también y ojalá en formatos y con presupuestos similares a los de Succession. Debemos sentirnos orgullosos de nuestro pasado de lucha, para construir las utopías del futuro y poder imaginarnos las alternativas al apocalipsis que tenemos enfrente.

Ayer se confirmó que los multimillonarios que pagaron una gran cantidad de dinero para ver el Titanic murieron en el juguete mientras descendían a experimentar lo impensable. Estas personas no se consideran personas comunes como le ocurre a los de Succession, solo tienen su dinero para demostrárselo al mundo, aunque eso implique hacer estupideces que los lleven a la muerte.

Al final estos productos culturales nos permiten entender las fronteras entre las clases sociales, y en buena medida, también para recuperar esa categoría conceptual marxista que causa tanta piquiña a quienes nos señalan como resentidos, odiadores y polarizadores. La lucha de clases es una realidad palpable y por ahora la van ganando los Roy del mundo.

Hablemos de libertad de prensa

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La libertad de prensa es una característica base de las democracias: que se pueda informar, opinar, incomodar, dar luz sobre temas complejos y vigilar al poder, supone que se vive en un Estado de derecho, en el que expresarse es lícito y posible. “La Prensa” es un poder, pero debe ser sobre todo un contra-poder, es importante incomodar.

En las últimas semanas, en artículos de grandes medios corporativos, se han prendido las alarmas: “Amenazada la libertad de prensa” dice la editorial del 10 de junio de “El País”; “Prensa en Alerta” grita un artículo de opinión de “Semana” del 31 de abril, y el 11 de junio, el periódico “El Colombiano” dice: “Los constantes ataques contra la libertad de prensa y algunos periodistas de forma directa a través de redes sociales han hecho que la relación entre el presidente Gustavo Petro y los medios de comunicación se esté deteriorando.”  A pesar de que hay validez en algunas de las críticas que se elevan al presidente Petro desde los medios tradicionales, y si bien, es cierto que el presidente encarna en sí mismo la institución de la presidencia, y por ende sus declaraciones y señalamientos tienen un peso mayor: el Twitter de Petro, no es la gran amenaza contra la libertad de prensa en este país. En Colombia hacer periodismo es peligroso y la libertad de prensa está limitada, pero ni Petro ni este gobierno son los culpables.

La libertad de Prensa en Colombia

Estamos mal en libertad de prensa en Colombia, según el índice de “Reporters without borders”, Colombia es el país número 139 de 180 en libertad de prensa; en general “Colombia se mantiene como uno de los países más peligrosos para los periodistas en el continente” pues son víctimas de “hostigamiento, intimidación y violencia”. El índice de libertad de prensa se calcula basado en cinco criterios de evaluación: contexto político, contexto económico, marco legal, contexto sociocultural, y seguridad. Basado en esto se califica a un país de 0 a 100, siendo 100 lo mejor y 0 lo peor. Colombia tiene este año 45.23, un poco mejor que el año pasado, pero igual de lamentable. Nos rajamos en todo, sin embargo, nos fue peor con las calificaciones relacionadas con el contexto económico, sociocultural y en el indicador de seguridad, con alrededor de los 30 puntos (considerado muy grave).

El contexto económico habla de tres cosas: de límites económicos relacionados con políticas gubernamentales; se incluye la gran dificultad de crear y mantener medios independientes, el favoritismo y corrupción a la hora de entregar subsidios estatales para estos fines; de límites económicos relacionados con actores no gubernamentales, como anunciantes y socios comerciales; y de límites económicos relacionados con los propietarios de los medios queriendo promover o defender sus propios intereses a través de estos.

Sobre Colombia “Reporters without borders” dice: “la mayoría de los medios regionales están cooptados por la financiación del sector público o de empresas locales, lo que limita su capacidad crítica”.

Respecto al contexto sociocultural, la organización anota principalmente que, está aumentando la desinformación y que el público ha dejado de confiar en el periodismo y en los periodistas. Además, dice que las conexiones entre el periodismo, los sectores económicos y la política se mantienen en muchas regiones, y que algunos líderes locales y nacionales contribuyen a la creciente estigmatización de periodistas francos.

Y esto nos lleva al último punto, la seguridad de los periodistas. El cubrimiento de problemas ambientales, del conflicto armado, del crimen organizado, de la reivindicación de la tierra, de las organizaciones comunitarias, de los derechos de las comunidades étnicas, y de la ejecución del proceso de paz en el país, pone a los periodistas en riesgo.

En Colombia desde 2018 fueron asesinados 10 periodistas: Abelardo Liz, comunicador indígena; Felipe Guevara, periodista del “Q’ hubo” especializado en investigaciones judiciales; Wilder Córdoba, director del medio comunitario “TV Unión”; Efraín Segarra, Paul Rivas y Javier Ortega, equipo del periódico ecuatoriano “El Comercio” asesinados en la frontera colombo-ecuatoriana; Marcos Efraín Montalvo Escobar, un referente del periodismo regional en Tuluá; Mauricio Lezama, cineasta asesinado en Arauca, Rafael Moreno, fundador del medio independiente “Voces de Córdoba”; y Víctor Diago, comunicador social, y locutor en Riohacha.

¿Qué pasa con los medios tradicionales?

En 2015, sucede un caso en el periódico “El Colombiano”, que da mucha luz sobre este tema: dos periodistas estaban investigando cómo iba la restitución de tierras en el Urabá antioqueño, resulta que Juan Carlos Hernández de la Cuesta y Jorge Hernández de la Cuesta, accionistas mayoritarios del periódico, son dueños de la hacienda “Flor del monte”, ubicada en Blanquicet, vereda de Turbo, y sobre la que existe un reclamo de restitución de tierras. Los hermanos Hernández de la Cuesta, exigieron que los periodistas se acercaran a fuentes específicas y descartaran otras, y ejercieron presión para detener sus investigaciones dentro del propio periódico. Es exactamente este tipo de conflicto de intereses lo que hace que los medios tradicionales, sean como son.

¿Y qué significa todo esto?

Pues significa que los principales problemas de violencia hacia la prensa en el país lo sufren los periodistas en las regiones, principalmente, integrantes de medios locales, populares, o autónomos. No los periodistas de gigantes medios corporativos. Además, que la libertad de prensa está limitada en igual medida por factores financieros, porque es muy difícil hacer periodismo independiente, y porque los medios tradicionales son propiedad de grupos económicos que priorizan sus propios intereses antes que la verdad. Y, por último, que la gente está mamada del mal periodismo y de su mediocridad, y que es deber de la prensa y de los periodistas, recobrar la confianza que con justa causa perdieron, mediante un periodismo exacto, honesto, contextualizado y ético.

Posdata: Parce, ¡apoye los medios independientes!

Por: Juan Pablo Arboleda. Tiene 19 años, es caleño, y quiere estudiar literatura.

Buenas noticias para el país – 22-06-2023

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Editorial Hekatombe. 22 de junio de 2023

Desde la Revista Hekatombe hemos notado en conversaciones cotidianas que muchas personas se están quedando con escándalos e información tergiversada, perdiendo de vista algunas de las cosas buenas que están pasando en el país.

En términos de alcance parece que es más potente caer en la dinámica de lo inmediato y del escándalo, sin embargo, para este medio lo importante es ver más allá de las cortinas de humo, pillar si el gobierno del cambio si está cumpliendo, o si es más de lo mismo.

Aquí les dejamos algunas noticias que se apartan de la agenda de los medios corporativos, se trata de buenas noticias para el país y de malas noticias para el 1%.

Acueducto para el 100% de Timbiquí

El acueducto de Timbiquí tenía una cobertura del 21% de la población, mientras que el resto de dependía de agua de lluvia para abastecerse, gracias a las obras que fueron aprobadas el 13 de junio, arranca su ampliación y adecuación.

Según la vicepresidenta Francia Márquez, el municipio del Cauca tuvo que esperar cerca de 100 años para que esta obra se hiciera realidad.

«Hace algunos meses estuvimos aquí, y dijimos que el cambio empezaba en este territorio, y hoy como Gobierno del Cambio estamos aquí con nuevas respuestas concretas y es el avance hacia la construcción del acueducto”, señaló la vicepresidenta.

¡El pueblo lo dice y tiene la razón, primero lo primero, salud y educación!

El 14 de junio el gobierno nacional radicó en el Congreso la adición presupuestal para el 2023, con un monto cercano a los $16,9 billones de pesos.

Los sectores que recibirían más recursos, según esta propuesta, son educación, con una adición de 2.196 miles de millones, seguida de salud, con 2.027 miles de millones de pesos.

A propósito el presidente Gustavo Petro señaló: «Esta es la adición presupuestal que hemos presentado al Congreso. Aquí está el fruto de la reforma tributaria que se aprobó en Diciembre. Usted dirá si el pueblo no se merece esta inversión de recursos de sus impuestos».

Lo que empezó como una consigna, hoy se empieza a materializar.

Ya se fue el tren, pero a plenaria de Cámara

«Vamos hacia una ley ferroviaria que permita que los trenes puedan ser el transporte más eficiente, barato y limpio en el país», dijo el presidente Gustavo Petro, tras la aprobación de la ley ferroviaria en la comisión sexta de Cámara. Al proyecto todavía le faltan tres debates más para ser ley.

Entre otras cosas, esta propuesta busca generar las condiciones necesarias para el desarrollo de la infraestructura ferroviaria en el país, el ordenamiento institucional, garantizar un régimen económico y los mecanismos de gestión y financiación.

Es hora de volver aquí

Solas y encerradas en una gran habitación, esperando esta decisión: regresan las máscaras Kogui al país.

“Llevamos de regreso estas máscaras mágicas del pueblo Kogui para que se conecten con los espíritus y nos ayuden a alcanzar la Paz Total”: dijo el presidente Gustavo Petro.

Estas máscaras estaban desde 1915 en el Museo Etnológico de Berlín y le fueron devueltas al país tras el viaje del presidente a Alemania.

Según la Cancillería, han sido recuperados cerca de 540 bienes arqueológicos que se encontraban en colecciones privadas y en diferentes museos del mundo.

Somos la oveja negra de la prensa nacional y seguiremos bailando contra la motosierra.

Shakira: un reflejo más del sistema

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Era un día de aquellos en que miraba hacia el cielo tratando de descifrar qué hacer, cuando una amiga me envió un enlace de Instagram con algunos apartados de una entrevista que le hizo el periódico El País a Shakira. A medida que iba leyendo, me invadía un sentimiento que solo aparece cuando encuentro a alguien con exceso de privilegios que va diciendo estupideces y no le importa porque se las cree.

A medida que iba leyendo, me invadía un sentimiento que solo aparece cuando encuentro a alguien con exceso de privilegios que va diciendo estupideces y no le importa porque se las cree.

Traté de no pensar en eso, pero este fin de semana las palabras de Shakira estaban presentes. Mientras lavaba la loza, cuando estaba barriendo, doblando la ropa, viendo alguna serie, también cuando fui a comprar el pan, escuchaba en mi cabeza ese extraño acento diciendo: “soy una obrera”.

Shakira, la mujer que no llora pero sí factura, como buena millonaria, desdeña del pago de impuestos; ella, la empresaria que adapta sus canciones a las condiciones del mercado, se vale del feminismo para deslegitimar el juicio al que se enfrenta, porque según ella: “La visión de Hacienda es machista y retrógrada”.

Con una visión retorcida de Carlota Pickles* y un empoderamiento femenino todavía más godo que el feminismo liberal, cuenta orgullosa que puso su cuerpo en función del trabajo: antes que pensar en ella, o incluso en su bebé, básicamente y atendiendo a su narración, se autoexplotó ¡Y sin necesidad!, porque la cantante barranquillera no vive del rebusque, ni tiene que salir corriendo a trabajar para pagar el arriendo. No se puede ser más funcional al sistema. 

Shakira, la empresaria que adapta sus canciones a las condiciones del mercado.

Para rematar, Shak es tan absurda que luego se compara con una mamá indígena que “lleva a su bebé a cuestas”: “Programé la cesárea porque tenía un contrato con The Voice. Entré con maquillaje a la sala de parto. Parí y me llevé a mi niño recién nacido. Lo llevaba conmigo a cuestas a todos lados como esas mamás indígenas que llevan a sus niños a cuestas”.

Si, Shakira ha trabajado para llegar donde está, pero decirse obrera es un insulto. Me pregunto ¿Cuántas de ustedes tienen por lo menos una blusa Versace?, o ¿Cuántas casas tienen, como ella dice, en: “Uruguay, Nueva York, Miami, Barranquilla, Nassau y Barcelona”? Shack está más cerca del mundo de los super ricos, tan es así que parece que tiene todo para aparecer en un cameo de Succession. Y sé que esto no me debería sorprender, ya lo había dicho en 1998: “no creo en Carlos Marx”.

“He sido una trabajadora nata, es como me han criado. Soy una obrera”.

Lo siento por quienes ven a Shakira como una diosa, una feminista, una criatura que suda empoderamiento femenino, porque ella en realidad es solo el reflejo del sistema capitalista, es un camaleón de la mercadotecnia, ha sido desde una Alanis Morissette, o una rockera tipo Cristina Rosenvinge, hasta una provida, luego pasó de ser una reggetonera consagrada y una persona con dependencia emocional a una feminista liberal fuerte y autónoma. Mañana ya veremos. Arena ven a mi.

*Carlota es la mamá de Angélica en Aventuras en Pañales.

Contemplar y actuar

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Las piernas me duelen a diario. No hago trabajo netamente físico; no soy cotero, jornalero, obrero ni nada por el estilo. Simplemente, soy profesor de francés. Paso seis horas diarias de lunes a viernes, y otras cuatro y media los sábados, enseñando un idioma en el que no soy experto, pero que por alguna razón aprendí en la universidad. Estudié Licenciatura en Español y Literatura, siendo esta última mi verdadera vocación.

tampoco aporto nada a que el mundo que me rodea sea al menos un poco mejor. Solo significa ganar lo suficiente para vivir y darme algún gusto de vez en cuando.

Desde que obtuve mi diploma, no he tenido ningún trabajo en lo que se supone que hace un graduado de mi carrera. Fue el segundo idioma —lo que menos me gustaba en el plan de estudio— lo que me supuso una entrada de dinero. Ahora llevo casi un año y medio en esto, y siento que estoy condenado a hacerlo hasta que me jubile. Sin embargo, cada vez me convenzo más de que necesito dejarlo. No encuentro una verdadera realización en eso; tampoco aporto nada a que el mundo que me rodea sea al menos un poco mejor. Solo significa ganar lo suficiente para vivir y darme algún gusto de vez en cuando.

la actividad se convierte en un mecanicismo en el cual el sujeto no actúa por sí mismo, sino que se deja dirigir como un engranaje en una maquinaria.

El filósofo Byung-Chul Han contrapone la «vida activa» y la «vida contemplativa». Para él, la primera, a pesar de ser defendida por filósofos marxistas, no es más que una interiorización de las dinámicas capitalistas del trabajo, en las que se nos exige ser productivos para aceptarnos como miembros del colectivo humano. Por lo tanto, la actividad se convierte en un mecanicismo en el cual el sujeto no actúa por sí mismo, sino que se deja dirigir como un engranaje en una maquinaria. La «vida activa» es, en realidad, una «vida pasiva».

Mientras tanto, el tiempo de ocio lo dedicamos a las redes sociales o a cualquier fuente de placer momentáneo. Mientras no estamos inmersos en la tarea que nos corresponde, nos dopamos para no tener que pensar en el significado —o la ausencia de este— de nuestra vida. Así, gastamos los años de mayor energía en una existencia carente de sentido, en la que ni siquiera nos identificamos con nosotros mismos. Y al final, el burnout nos lanza a la depresión, la ansiedad y la dependencia de sustancias que nos cieguen ante la miseria de nuestra realidad. Todo para morir renegando del tiempo perdido.

Me cuesta dedicar unas horas a leer, escribir, ver una película que me guste o simplemente escuchar lo que considero buena música.

Por mi parte, cuando no estoy en el trabajo, paso mucho tiempo en el celular. No consumo cannabis y el alcohol lo pruebo una que otra vez —ya solo soporto el vino y la cerveza—. Sin embargo, las drogas que no se fuman ni se beben, las que entran por la vista y el oído, hacen más efecto en mí. Me cuesta dedicar unas horas a leer, escribir, ver una película que me guste o simplemente escuchar lo que considero buena música. Al fin y al cabo, la distracción me aleja de la última salida: la contemplación.

ser consciente del momento en el que me encuentro y mirar a mi alrededor, pero observándolo realmente, no de la forma mecánica de todos los días.

Han la plantea como una alternativa. Mientras la «vida activa» es en realidad una forma de pasividad, la «vida contemplativa» requiere una voluntad activa por parte de la persona. Debo ser capaz de detenerme, ser consciente del momento en el que me encuentro y mirar a mi alrededor, pero observándolo realmente, no de la forma mecánica de todos los días. Es ahí, en esos momentos de reflexión o meditación, donde nace el arte, donde se conciben las verdaderas ideas. En el correr bajo la lluvia, el mirar las estrellas, el conmoverse con la letra de una canción o con la vista de la naturaleza; ahí es donde el humano se convierte en lo que es.

Sin embargo, en mis condiciones, solo consigo robar unos minutos de vez en cuando para ser yo. Somos vidas desperdiciadas, si esto es lo que se llama vida.

Por Emerita. Licenciado en Español y Literatura de la UIS. Rapero, poeta, cuentista y, en general, escritor aficionado. Ha publicado en medios como la revista digital Alter Vox Media, participó en Quemarlo todo. Antología contra la dictadura (Editorial Sátiro, 2021) y cuenta con la publicación digital del poemario Donde las aves construyen sus tumbas (Editorial Hoja en Blanco, 2023), obras bajo su nombre real. Tiene más de una docena de canciones publicadas en YouTube. Por lo demás, es un habitante anónimo de la urbe, sin más pretensión que decir lo que siente y ser escuchado por quien quiera hacerlo.

Sobre la paz total

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No me interesa entrar a desglosar cada uno de los componentes de la Paz Total de la que habla el presidente, una iniciativa que, además, ya es ley, la 2272 de 2022, por el contrario, quiero compartir con ustedes algunas de las ideas y preocupaciones que me despierta esta política de gobierno que busca ser política de Estado.

Sobre el enemigo

Entonces, si estás contra mí, representas una amenaza que por todos los medios posibles debe ser eliminada

Me acuerdo que en primaria, en la clase de religión, la profesora nos ponía a transcribir algunos pasajes de la biblia. Para ser honesta lo poco que sé de religión es por los dibujos animados que pasan en semana santa, no por esas jornadas tediosas de copiar algo que ni entendía bien. El caso es que de algo si me acuerdo, de un versìculo que dice: “si no estás conmigo estás contra mí”.

Parece que a gran parte de la humanidad le pasó lo mismo que a mí y por eso se apropió la frase a un grado tal, que cree que nada puede funcionar fuera de la lógica del amigo-enemigo, como si fuera lo más normal del mundo, como si se tratase de un componente más del genoma.

Entonces, si estás contra mí, representas una amenaza que por todos los medios posibles debe ser eliminada, en términos de Hollywood es un: “no negociamos con terroristas”, en colombiano es: “plomo es lo que hay, bala es lo que viene”, porque ese ‘otro’ que no está de acuerdo y no tiene reivindicaciones válidas, no debe ser escuchado. A ese otro se le bombardea, se mutila, se celebra su muerte, como pasaba hace unos años con los integrantes de las FARC.

Ahora nos enfrentamos a un reto enorme: tener disposición al diálogo y a la construcción colectiva, pero entre diferentes.

¿La pelea y el bochinche no nos hacen falta?

Varias cosas, la primera, el conflicto es inherente a la sociedad; segundo, la paz no es la ausencia de la guerra; tercero, el conflicto armado no se resuelve con una ley o decreto que diga que el conflicto fue socialmente superado; y cuarto, no todo conflicto es conflicto armado.

Siempre existirán intereses contrarios que entren en disputa

La pelea y el bochinche le hacen falta a cualquier sociedad democrática. Siempre existirán intereses contrarios que entren en disputa así que la cuestión no radica, entonces, en hacer de cuenta que todo es perfecto, sino en reconocer las diferencias y establecer mecanismos institucionales y sociales que den trámite a esa diferencia, y con todo, la posibilidad de que existan acciones sociales que desborden el orden institucional siempre estará presente.

Adversario

Lo que sí es posible es superar la dinámica de amigo-enemigo, reconociendo la diferencia del otro

A diferencia de lo que algunos sectores políticos y bastantes influencers creen, con la Paz Total no vamos a llegar a una especie de consenso universal basado en la razón, que solucione los problemas de manera “civilizada”, con una copa de vino y un acento refinado, insinuando que todas y todos somos iguales y por eso tenemos las mismas oportunidades. Lo que sí es posible es superar la dinámica de amigo-enemigo, reconociendo la diferencia del otro, esto significa de paso el reconocimiento de la pluralidad. Chantal Mouffe propone al adversario. Entre adversarios no hay destrucción, sino demandas legítimas que son resueltas mediante el sistema democrático.

Mi preocupación

Lo que me lleva a imaginar que en unos meses apelarán a los argumentos del centro y de la derecha

Aunque el presidente cada vez que puede habla de la Paz Total y de la posibilidad de una Colombia en paz, el mensaje no ha calado del todo y muchas personas no dimensionan su relación con el acceso a derechos, por ejemplo. 

También parece que el camino de la Paz Total se está asociando con la eliminación de cualquier manifestación disruptiva de descontento y se me hace que en cualquier momento será duramente señalada la pinta, el bloqueo o estos repertorios de movilización social que resultan incómodos, tildados como opuestos a este proyecto de país. De por sí ya son satanizados por algunos sectores del “petrismo” y hasta de las izquierdas, lo que me lleva a imaginar que en unos meses apelarán a los argumentos del centro y de la derecha -que no es lo mismo, pero es igual- para atacar toda forma de divergencia y disrupción.